A veces me cuesta escribir de lo que me gusta mucho y lo que me toca el alma porque prefiero guardármelo porque, debido al ejercicio periodístico, tengo el chip de que a nadie le interesa lo que pienso o siento y que, por tanto, los textos deben ser neutros. Sin embargo, la escritura de este…
A veces me cuesta escribir de lo que me gusta mucho y lo que me toca el alma porque prefiero guardármelo porque, debido al ejercicio periodístico, tengo el chip de que a nadie le interesa lo que pienso o siento y que, por tanto, los textos deben ser neutros.
Sin embargo, la escritura de este blog me ha mostrado las bondades de expresarme desde el gusto y por eso decido dedicar esta entrada a “Past lives” (Vidas pasadas), una película que se estrena este 1º de febrero en Colombia.
Este drama nos sumerge en una historia que se desarrolla en Corea del Sur y Estados Unidos a lo largo de 24 años.
La premisa parece simple: en Seúl, Nora y Hae Sung son amigos de infancia hasta que la familia de ella decide radicarse en Canadá. Décadas más tarde, cuando Nora vive en Nueva York, estos amigos se reencuentran gracias a una red social y enfrentan el destino, el amor y las decisiones.
Cuando vi el tráiler pensé que se trataba de una historia de amor, de una pareja que no cerró su ciclo. Pero después de verla creo que “Vidas pasadas” trata sobre la conexión que tenemos con esos seres humanos que a menudo llamo “ángeles de paso”, porque están con uno en ciertos momentos de la vida.
No voy a contar de qué se trata porque nunca he estado de acuerdo con esos escritos; me gusta la posibilidad de descubrir uno mismo la historia. Sin embargo, sí puedo decir que la narrativa de “Vidas pasadas” parte del concepto o creencia coreana “In-Yun” que, según explican, significa destino o providencia. En la cultura coreana, se cree que cada persona tiene un destino marcado y cualquier encuentro puede significar cruzarse con alguien con quien hemos compartido vidas pasadas.
Parece entonces que el “In-Yun” es mucho más profundo que el “Hilo rojo” que, aunque se enrede o estire, siempre cumple la misión de conectar a dos personas que están destinadas a cruzarse en la vida.
Me parece más profundo porque de acuerdo con la narrativa de “Vidas pasadas”, el “In-Yun” no se centra específicamente en esta vida terrenal, sino que tiene en cuenta las anteriores. Por eso, la conexión de Nora y Hae Sung se siente tan real.
Pero, más allá de esa atracción que nos hacen sentir a los espectadores, la película aborda otros temas especiales como como el amor verdadero, el amor propio o la confianza.
Nora y su esposo Arthur no tienen una historia de amor tan maravillosa como la que ella tiene con Hae Sung, pero tienen una historia verdadera; mientras que Nora y Hae Sung tienen muy lindos recuerdos y muchas preguntas alrededor del ¿qué hubiera pasado si…?
Es justo esta pregunta la que me tocó mi corazón y alma porque, afortunadamente, en ningún campo de mi vida debo enfrentar ese tipo de cuestionamientos. Y en el amor, aunque a veces peleo y me quejo mucho de mi esposo, sé que él es mi amor verdadero, mi “Hilo rojo”.
El tema del amor propio y la confianza lo siento desde la perspectiva de poder ser quien uno es con la pareja, la familia o los amigos. Uf, no hay cosa más linda que tener la libertad de ser quien uno es frente a los que se quiere, de apoyar y ser apoyado a pesar de los aspectos no tan bonitos de nuestra personalidad, y de acompañarlos en sus deseos y propósitos.
Yo soy la Lilian Contreras que quiero ser y estoy acompañada de mi esposo y mi hija, y me siento súper afortunada. Ellos me apoyan en cada proyecto que quiero emprender y espero que ellos también sientan eso.
Como no tenía conocimiento de la bonita leyenda del “In-Yun”, no he tenido tiempo de pensar mucho en ella respecto a mi relación con Lucho. Pero lo invitaré a cine y, aunque no es de hablar ese tipo de temas, intentaré pensar y conversar al respeto.
Periodista con maestría en Estética e Historia del Arte.
Coautora del libro “Cartas de Cuarentena”, junto a la cineasta Josephine Landertinger Forero.
Creadora de @liarteconarte.
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