Tejiendo Naufragios

Publicado el Diego Niño

Viaje

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Para que habitara este palmo de tierra se necesitó la amplitud del planeta y la profundidad de los siglos: miles de vientres fértiles, millones de manos urgentes que cruzaron y descruzaron la resistencia de la incertidumbre, hombres de todos los continentes trenzándose con mujeres de todas las razas. Soy por tanto, la terca hierba que brota entre las grietas del tiempo y la esperanza, el impertinente despojo que llegó, con el favor de la enloquecida y ciega fuerza del destino, a su trigésimo cuarto cumpleaños…

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