«Un buen orgasmo es satisfactorio, pero un gran orgasmo puede ser una revelación de tu ser más profundo, manifestando la verdad de quién eres…» David Deida.
Hay orgasmos que se experimentan con mayor intensidad que otros, pues además de vibrar nuestra vulva, se siente una energía poderosa en todo el cuerpo, una corriente exquisita de felicidad, adrenalina y placer. En ese momento glorioso todo lo malo se olvida o se vuelve tan pequeño que nada más importa. Se vive el aquí y el ahora, como deberían ser la mayoría de encuentros sexuales, menos mecánicos y más conscientes.
Y no se trata de tener relaciones por tener o limitarse a una descarga de tensiones. Más que técnica, los grandes orgasmos se dan cuando conocemos nuestros propios deseos. Tampoco hay que presionar o presionarse para llegar, como si fuera una competencia o un checklist de cosas por cumplir. La clave no es solo buscar la meta sino disfrutar del camino, enfocarse más en el proceso y menos en el resultado.
Para alcanzar el éxtasis debemos ser honestas con nosotras mismas y reconectarnos con nuestra esencia, darnos amor y dejar de sentir vergüenza por algo que es natural. Lo sé, es fácil decirlo y no tan fácil hacerlo, debido a que llevamos siglos recibiendo mensajes que van en contravía, como una gran cantidad de constructos sociales, creencias limitantes, tabúes religiosos y mucha culpa que nos ha distanciado de ese lado erótico que todas poseemos.
La escritora Alicia Galloti alguna vez dijo: “No puedes ser libre sexualmente si primero no lo eres como persona” porque el placer va tejido a nuestra psique y emociones, por eso es importante trabajarnos de manera integral y esto va desde la reconexión con nuestro cuerpo, hasta profundizar en aquellos rollos sin sanar que también repercuten en el desarrollo de una sexualidad plena. Si en nuestra vida diaria nos sentimos insatisfechas, o buscamos tener el control de lo que no podemos cambiar, se nos dificulta expresarnos y nos reprimimos, o insistimos en enganchamos con algún pensamiento, mal recuerdo o momento difícil, todo esto se reflejará bajo las sabanas pues los orgasmos están conectados con nuestro nivel de apertura y la capacidad de soltar.
Algunas claves para tener más y mejores orgasmos según el tantra:
-Aceptarse: Cuando abrazamos nuestra esencia será más sencillo relajarse, por eso debemos aceptar nuestro cuerpo, nuestros deseos, nuestras emociones, sin aceptación no hay disfrute.
-Aprender a estar en el tiempo presente: Desconectarse, respirar profundo, darle la importancia que se merece, enfocarse en el instante sin las culpas del pasado o ansiedades futuro.
-Expresar los sentimientos y pensamientos: es clave saber lo que nos gusta y de forma asertiva pedirlo con gestos, miradas o palabras. Así como somos tan buenas para dar, también somos dignas de recibir.
-Moverse con armonía: Y con esto no me refiero solo a movimientos corporales, pues no se trata de forzar, sino de fluir con las situaciones, con nuestra energía, con la de la pareja y con la vida misma. ¡FLUIR!
Quitémonos las bragas pero también los miedos, recorramos nuestro cuerpo con el mismo ahínco que recorremos los territorios ajenos. Vivamos el momento y dejémonos llevar. Los orgasmos conscientes llenan nuestro cuerpo, mente y espíritu de bienestar, porque son la manifestación de la abundancia, por eso cuando de verdad empecemos a interiorizar que merecemos todo lo bueno, seremos capaces de abrirnos a experimentar un gran placer.
Valeria DeBotas
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Inspirado en el texto: “The UnderF**ked Pussy Epidemic” de Kendal Williams. Tips de Diego Jiménez de la Escuela Tantica de Madrid.