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Publicado el

Renovar

Linda foto de Camilo Parada Gómez

“En ciertas tradiciones mágicas los seres humanos dedicaban un día al año o un fin de semana, si fuese necesario, a entrar en contacto con los objetos de su casa. Tocan cada cosa y preguntan en voz alta:

-¿Realmente necesito esto? 

Cogen los libros en la biblioteca: 

-¿Volveré a leer este libro algún día? 

Miran los recuerdos que guardaron:

-¿Aún considero importante el momento que este objeto me hace recordar?

Abren los armarios:

¿Cuánto tiempo hace que tengo esto y no lo he usado? ¿Lo voy a necesitar?

Dicen que todas las cosas tienen energía propia. Cuando no se utilizan, acaban por transformarse en agua estancada. Por eso es preciso estar atento, dejar que la energía fluya libremente”

Este texto hace parte del libro Maktub, de Paulo Coelho y me llamó mucho la atención. Creo que es algo muy importante que debemos hacer los seres humanos como limpiar la casa, la mente y el corazón de cosas que ya no nos sirven, que no nos aportan.  

Hacer ese balance es importante para abrir paso a situaciones nuevas.  No hay que darnos miedo de abandonar viejas amistades que ya fueron. Contacto con viejos amores que ya no lo son.  Como siempre digo, la vida de cada persona es como un tren al que se van bajando personas y se van subiendo otras y solo algunas, muy pocas debo decir, son las que van todo el trayecto con uno.  Y mantener contactos “por si acaso”, termina siendo, como dice el escrito de Coelho, agua estancada. 

Es paradójico que uno tenga tanto en común con una persona y de un momento a otro ya no… Y a veces insistimos en mantener contactos en los que no nos aportamos mutuamente, cuando lo que debemos es dejar ir.   Todos evolucionamos de diferentes maneras y a diferentes ritmos. 

Lo bonito de cruzarnos con gente a lo largo de la vida es que siempre nos quedamos con algo, un buen recuerdo, una carcajada, un abrazo, una palabra, un momento…  Bueno, también hay quienes no dejan buenos recuerdos, pero ahí es que tenemos la elección de dejarlos ir y solo quedarnos con el objetivo, del «porqué viví esto».

Como decía Jorge Luis Borges: 

“Cada persona que pasa por nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros.  Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejarán nada.  Esta es prueba evidente de que dos personas no se encuentran por casualidad”.

Dejar fluir la mente y el corazón…

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