
En febrero de este año mi hermana Angélica cumplía 50 años y mis hermanas y yo queríamos hacerle un regalo especial, ya que todavía había restricciones por la pandemia y no se podía celebrar su cumpleaños a lo grande, tuvimos la idea de buscar a todas las personas que han sido importantes para ella a lo largo de su vida y pedirles que nos enviaran un pequeño video saludo de cumpleaños.
El ejercicio fue bastante interesante. Contactamos a sus ex novios, a sus amigas del colegio desde kínder, con quienes todavía tiene una estrecha relación de amistad, sus amigos de la Tuna, de la universidad, del postgrado, de la empresas donde ha laborado. Y fue supremamente hermosa la reacción de todos, pues casi de inmediato mandaron sus videos, todos felices por hacer parte de la celebración, además que a pesar del tiempo y la distancia los recuerdos se mantienen y fue maravilloso ver tanto cariño.
A mi hermana al ver el video se le llenaron sus ojos de lágrimas, pues tantos rostros queridos, cada uno era el reflejo, una remembranza nítida de lo vivido en cada etapa de su vida. Eran vínculos profundos que compartían gratos recuerdos del pasado. Eran esas amistades de las buenas.
Si ustedes hicieran un video de su vida que tuviera las imágenes de quienes han sido importantes en el camino, ¿Quiénes estarían?
Aristóteles escribió de todo tipo de temas y la amistad fue uno de ellos. Para él la relación más noble y libre que podía tener un ser humano era la amistad. Según él existen tres tipos de amistades: la amistad de Utilidad, la amistad Accidental y la amistad de lo Bueno.
La amistad de utilidad es aquella en la que dos o más personas están involucradas no por afecto genuino sino porque reciben algún beneficio uno del otro. Les sirve en temas laborales, apoyo en redes sociales, en temas políticos que se unen por un mismo fin o por algún beneficio. Esta amistad suele deshacerse cuando los beneficios se agotan.
La amistad accidental es aquella que se basa en el placer, en pasar el rato, el salir a tomar algo, ir a fiestas, ir a hacer deporte juntos, de pronto comparten el trabajar en el mismo lugar y cuando alguno de los dos se va o cambia de intereses, se termina ahí la amistad. O porque tienen hijos, salen en parejas y así pero no más allá.
La amistad de lo bueno es en la que se comparte una apreciación de lo bueno y virtuoso de la vida y no se tiene una razón de sacar provecho, ni pasar el rato. Estas relaciones suelen durar toda la vida. Estas amistades no tienen un por qué ni un para qué, simplemente existen, como todo lo bueno y valioso, por sí mismas. Es estar ahí en cada momento, bueno o malo.
Yo hice este ejercicio y al hacer mi balance tengo muy pocas amistades de estas últimas, pero me siento muy afortunada de tener a quienes están hoy a mi lado. En el pasado tuve muchas amistades accidentales y algunas otras de utilidad como las que señala Aristóteles. Fueron efímeras, algunas dejaron cosas buenas otras no tanto. Sin embargo he aprendido mucho acerca de este vínculo importante que es la amistad y a ser la amiga que me gustaría tener y creo que de ahí parte todo, en ser para otros la persona que me gustaría tener a mi lado.
Hay personas que son estaciones y otras camino. Unas suben y disfrutamos ciertos kilómetros juntos y luego se bajan en la siguiente estación (o nos bajamos nosotros) y otras permanecen con nosotros todo el camino, tal vez no siempre en el mismo vagón pero juntos a pesar del tiempo y la distancia.
La amistad es más difícil y más rara que el amor, por eso hay que salvarla como sea”
Alberto Moravia
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