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Mandamientos

Amanecer en Bogotá IG @AndreaVillate_Cielos

 

Una mujer de 38 años, enfermera de profesión se encuentra con un hombre de jeans y chaqueta de cuero, que resulta ser Dios. Comienzan a tener una serie de conversaciones acerca de la vida.  Primero, ella le reclama todo lo que ve mal en el mundo, las incongruencias de la religión, lo que ha ido mal en su vida, las veces que confió en otras personas y no resultó bien, las veces que se enamoró y tuvo grandes decepciones, las veces que suplicó por un milagro y no lo recibió, las cientos de veces que no se sintió escuchada, entre muchas otras cosas.  Terminan hablando acerca de los 10 mandamientos y Dios le dice que ese decálogo era algo genérico y un poco obsoleto para los tiempos actuales y por ese  motivo intentaba visitar a cada persona para decirle o hacerle ver sus mandamientos de vida, los cuales eran diferente para cada persona, por aquello que cada uno tiene vivencias diferentes.

Tienen varios encuentros donde Dios le pone tareas: Dejar de pensar en el pasado, en personas que no la valoraron, perdonar a quienes le hicieron daño, liberarse de algunas cosas materiales que no le aportaban, alivianar un poco la carga laboral, buscar hacer cosas que la hagan feliz, aceptar las cosas que no puede cambiar, entre muchas otras.  En ese proceso suceden muchas cosas y al final antes de irse, Dios le deja sus 6 mandamientos:

1º mandamiento: No levantes muros, aprende a traspasarlos.

2º mandamiento: Vive el momento pues cada uno es precioso y no debe malgastarse.

3º mandamiento: Cuida de tu persona, ante todo y sobre todo.

4º mandamiento: Prescinde del amor propio. Muéstrate tal y como eres, dando amor pero sin renunciar a ti mismo

5º mandamiento: Todo es posible en todo momento.

6º mandamiento: Sigue el fluir universal. Cuando alguien da, recibir es un acto de generosidad.

Esta historia hace parte del libro “Dios Vuelve en una Harley” de la escritora americana Joan Brady.  Lo leí hace muchos años, como ya se habrán dado cuenta, tengo la costumbre de volver cada cierto tiempo a aquellos libros que me dejaron huella, como decía una frase de una canción de Chavela Vargas “Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida” yo vuelvo a aquellos escritos que me llenaron la vida.

Reconozco que no soy creyente, creo más bien en el destino y en que nadie se escapa de lo que le toca vivir, para bien o para mal. Eso sí, respeto fielmente las creencias de cada persona. Sin embargo, considero que al final no importa en qué creamos, hay un mandamiento que es general para todos los seres humanos y es precisamente: No hacerle daño a nadie, ni con palabras, ni con hechos. (Ese nadie incluye a uno mismo).

Haciendo una introspección creo que unos de mis mandamientos serían:

*Nunca quedarse con nada por decir.

*Tener claro que no es un día más, sino un día menos.

*Tratar de ver cada día con ojos de turista.

*Ver el sol, el cielo, las estrellas, la luna, las flores, los perritos, las aves, esas cosas naturales como si fueran la última vez.

*Tratar de mantenerme humano y con los pies en la tierra.

*Demostrarle a mis seres más amados cuánto los quiero y lo que significan para mí.

*Estar presente en la vida de quienes me importan

*Preocuparme menos, al final todo pasará como tiene que pasar.

*Tener claro que lo único seguro en la vida es el cambio. Nada es para siempre.

* Entender que hay cosas que no están en mis manos.

Y la de todos y la más importante:

*No hacerle daño a nadie

¿Cuáles serian tus mandamientos?

En Twitter: @AndreaVillate

En Facebook: AndreaVillatePeriodista

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