“Una mañana un profesor llevó globos al colegio y le regaló uno a cada estudiante. Después pidió que escribieran con marcador cada uno su nombre en su globo. Luego los dejaran en el piso y abandonaran el salón.
Una vez afuera, les dijo:
«Tienen 5 minutos para que cada uno encuentre el globo que lleva su nombre».
Los alumnos entraron rápidamente y buscaron, pero se acabaron los 5 minutos y nadie había podido encontrar el suyo.
Al ver que ninguno encontró el suyo, el profesor les dijo:
«Entren de nuevo al salón, tomen cualquier globo y entrégueselo al dueño del nombre que lleva anotado, tienen de nuevo 5 minutos».
Todos los alumnos en apenas un minuto y medio ya tenían el suyo en la mano y se reían de todo lo que habían corrido encontrando rápidamente al dueño del globo.
Finalmente, les dijo el profesor:
«Queridos niños, los globos son como la felicidad. Nadie la va a encontrar buscando la suya solamente. En cambio, si cada uno se preocupa por la del otro, encuentra rápido la que le pertenece».
Esta corta historia aplica para todos los campos de la vida y en ocasiones olvidamos:
Por ejemplo, en los negocios, en el trabajo, en el área laboral, nadie va a encontrar el éxito total buscando su bienestar solamente o el de su departamento. En cambio, si cada uno se preocupa por el éxito en grupo de la empresa en general, en equipo, seguramente alcanzará el éxito antes de lo que se imaginan.
En las relaciones de pareja, por ejemplo en el sexo, si cada uno se preocupa por su satisfacción personal, en vez de buscar la del otro, pues no será tan chévere, mientras que si se preocupan porque ambos tengan un momento mucho más profundo y placentero seguramente será algo memorable. Igual en la vida de pareja en general, los detalles, la manera de tratar al otro, con respeto, con cariño, con agradecimiento, esa clase de detalles en el trato de intentar hacer feliz al otro, hace que necesariamente esa felicidad personal se alcance.
En las amistades, si una persona solo quiere que la escuchen cuando quiere hablar, que le pongan atención cuando dice algo, cuando escribe que le respondan, pero no le importa lo que diga, escriba, opine el otro y hasta lo deje en visto, pues casi que por defecto, terminará acabándose la amistad.
Un acto tan sencillo como cuando uno va por la calle y le sonríe a otro y ese otro también sonríe. Para mi eso, son pequeñas gotitas de felicidad.
Todo el tiempo leemos artículos que hablan que hay que pensar en uno mismo, que buscar su propia felicidad, etc. Yo no estoy de acuerdo con eso, primero porque estoy convencida que la felicidad no es algo que se busca, es algo que nace de la actitud que uno tiene ante el día a día… pero hay algo que sí estoy segura que mágicamente hace que uno se sienta feliz y no es otra cosa que ver a los que amamos siendo felices! Y más si nosotros contribuimos a esa felicidad.
La manera de conseguir la felicidad es contribuyendo a la felicidad de otros.
En Twitter: @AndreaVillate
En Facebook / AndreaVillate Periodista
En Instagram /andreavillate_cielos
Mi libro Relaciona2 lo consigues en Amazon y te llega a la puerta de tu casa. Consíguelo aquí