Ese extraño oficio llamado Diplomacia

Publicado el Asociación Diplomática y Consular de Colombia

DESPEDIDA A LA MINISTRA DE RELACIONES EXTERIORES*

A pocos días de que deje su cargo como Ministra de Relaciones Exteriores la Canciller María Ángela Holguín, la Asociación Diplomática y Consular de Colombia le dirigió la nota de fecha 30 de julio de 2018, la cual reproducimos en este espacio por considerarla de interés para nuestros lectores

Respetada Señora Ministra:

En nombre de la Asociación Diplomática y Consular de Colombia, que me honro en presidir, y en el mío propio, le extiendo esta comunicación con motivo de la culminación de su actividad profesional al frente del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Han sido ocho años en los cuales Usted, como jefe de la Cancillería, tuvo que enfrentar importantes retos, sortear grandes obstáculos y defender con altura los intereses del Estado en su política exterior. Para nosotros, funcionarios de la Carrera Diplomática y Consular, fue muy grato acompañarla en este período esencial para la historia del país.

Considero que Usted, señora Ministra, supo asumir una posición de liderazgo internacional que le permitió, en el nombre de Colombia, trasegar por difíciles caminos y obtener resultados destacados en beneficio de nuestra  política exterior. Tal vez el más importante de todos, como lo reseñé en la editorial de los dos recientes números de nuestra revista Orbis, fue su participación directa y activa, por designación del señor Presidente de la República, Juan Manuel Santos, en la mesa de negociación de La Habana, y en consolidar el apoyo y la cooperación internacional al proceso de Paz y al posacuerdo. En esta tarea, los funcionarios de la Carrera Diplomática y Consular nos sentimos honrados de haber hecho parte, bajo su conducción, de esa «diplomacia para la paz».

También quiero destacar, como no dudé en hacerlo públicamente en otras ocasiones, algunas de sus acciones, que contribuyeron a fortalecer la Carrera Diplomática, por ejemplo: el aumento de cupos para el ingreso de nuevos profesionales, el contar con sus miembros para ocupar cargos de alta responsabilidad en la Cancillería y la designación de varios embajadores de Carrera como Jefes de Misión en el exterior.

Si bien, en tal sentido, tuvimos momentos de coincidencia con sus directrices, también es sabido, que disentimos en otros casos. En especial, en aquellos relacionados con algunos  nombramientos provisionales y en la expedición de normas que limitaron los ascensos para Embajadores, que no consideraron los derechos consagrados en la ley que regula el Servicio Exterior y la Carrera Diplomática. En todos los casos, como debe ser, tuvimos siempre la franqueza de expresarnos con argumentos. Ello, por supuesto, tampoco fue obstáculo para acudir al uso de los recursos legales cuando fue preciso y como es nuestro deber en un Estado de Derecho, pues estamos convencidos de que fortalecer la Carrera Diplomática y Consular es indispensable para que la política exterior de Colombia sea cada vez más exitosa y efectiva.

Usted ha sido la Canciller que durante más tiempo ha ejercido este cargo esencial para el país. En todo momento, nuestro deseo y nuestras acciones fueron guiados con el objetivo de servir al Estado y trabajar hombro a hombro con la administración y espero que así lo haya sentido. Desde la Asociación Diplomática construimos espacios de cooperación con diversas áreas del Ministerio en programas culturales, deportivos, de bienestar, académicos y de formación, publicaciones, actividades de apoyo a la política gubernamental y difusión, así como de inversión de recursos en investigación para mejorar la gestión, entre otros. Todo este trabajo conjunto no hubiera sido posible sin su abierta disposición y sin el espíritu de cuerpo que alienta a los miembros del Ministerio, quienes nos sentimos como una gran familia, independientemente del tipo de vinculación de cada uno de nosotros con la entidad.

Me resta manifestarle, señora Ministra, que sin lugar a dudas deja Usted entre nosotros una impronta de profesionalismo, carácter y ejemplo a seguir en muchos aspectos, especialmente, para las mujeres que hacemos parte de la formulación y puesta en práctica de nuestra política exterior.

Le deseo todo lo mejor en sus futuras actividades. Tenga la seguridad de que seguiremos trabajando con el propósito de servir a los intereses del Estado en un su política exterior, de fortalecer el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Carrera Diplomática y Consular, y dedicados como funcionarios públicos a este país al que nos debemos.

Reciba Usted un sincero y cordial saludo,

Margarita E. Manjarrez Herrera*

* Embajadora de carrera y Presidente de la Asociación Diplomática y Consular. Abogada de la Universidad de los Andes, Máster en Análisis de Problemas Políticos, Económicos e Internacionales Contemporáneos. Ha ocupado diversos cargos en la Cancillería como jefe de Conceptos y Tratados, subdirectora de Estados Unidos y Canadá, jefe de Pasaportes, directora de Control Interno, directora de Asuntos Consulares. En el exterior, cónsul de Colombia en Nueva York, consejera en la Misión de Colombia ante la OEA y cónsul de Colombia en Berlín. Actualmente,  coordinadora del Grupo de Seguimiento a Órdenes y Recomendaciones de Órganos Internacionales en Derechos Humanos.

Comentarios