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Usted es repugnante

El repugnante del título es esa persona que tiene los suficientes escrúpulos para estacionarse en la calle 10 en plena hora pico, sin tener el menor repudio que de ahí hacia atrás está deteniendo parcialmente el tráfico hasta la comuna 15. Es ese mismo individuo que tiene la desfachatez moral de adelantar cuando su semáforo está en verde sin tener espacio suficiente para acomodarse al otro lado de la intersección, bloqueando así a todo el tráfico que busca atravesar su calzada. Me refiero al despreciable ser que se detiene encima de la cebra peatonal y ni se inmuta cuando el peatón lo mira a los ojos con obvias razones de odio. Eso al hablar de comportamientos al volante.

Ni se diga de esa persona que se atreve a hacer fiestas en su casa hasta altas horas de la madrugada, con volúmenes mayúsculos sin acordarse cuando menos por un segundo que vive rodeado por personas idénticas a él con derecho a tener tranquilidad. Hablo de aquel vecino terrorista que le tiene sin cuidado el lugar donde su mascota hace sus deposiciones y mucho menos se molesta por recogerlas. Es ese mismo vil vecino quien parquea su tercer vehículo (el que tiene para evadir el pico y placa) en los parqueaderos comunitarios y que mes a mes se niega a pagar las sanciones que la copropiedad le impone.

En sitios públicos, esta desgracia social es el encargado de maltratar meseros por insignificancias o insultar vigilantes por solicitarle que se apegue a las normas. Quien haga todo esto debe ser el mismo infame que grite a sus empleados. De tener empleada doméstica, es esta misma desapacible persona que impone horarios laborales de 18 horas por una remuneración menor a la de un salario mínimo. Tiene que ser el mismo aborrecible padre que descaradamente arremete contra los maestros de sus hijos por darles una calificación proporcional a su conocimiento o intentar disciplinarlos cuando cometen actos intolerables para nuestra sociedad.

No es una persona distinta el despreciable conductor del vil vecino, del infame patrón o el aborrecible padre de familia. Quien tiene ese tipo de comportamientos inmorales es una persona con una escala de valores insuficiente en todas sus actuaciones. Nosotros, el resto de imperfectos miembros de la sociedad, que también tenemos algunos comportamientos reprochables debemos tomar medidas contra estos repugnantes que son el principal mal de nuestra sociedad.

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