Por: Daniel Yepes (@yepesnaranjo)
Es importante que las Farc entiendan que con mentiras será imposible llevar a buen puerto un proceso de paz; sobre todo, cuando este avanza sobre el punto de víctimas, quienes más solicitan que la verdadsea el centro de los diálogos.
Fundamental, también, que la organización guerrillera esté a la altura ética del momento y acepte sus errores no sólo con los civiles sino, además, con sus propios combatientes, en este caso, las mujeres y los niños de las Farc.
El martes pasado, alias Iván Márquez trinó en su cuenta lo siguiente: “si los guerrilleros decidimos no traer hijos al mundo nos tratan de inhumanos…”y a continuación una foto de una guerrillera que les comparto aquí.
Según el número dos de esta guerrilla, la decisión de no tener hijos es una consideración libre de cada guerrillero, la voluntad de cada combatiente en donde nadie interfiere, ni siquiera el miedo.
Cuanta desconexión había entre Márquez y el Mono Jojoy, el entonces comandante del Bloque Oriental, que repetía sin asomo de vergüenza que engendrar un hijo en las Farc destruía el presupuesto y la moral guerrillera (Ver video)
Gritan con orgullo a los cuatro vientos que no traen hijos al mundo, negando la política de aborto que tienen dentro de sus filas: “aborta o plomo”es la sentencia, al mejor estilo de la mafia de los 80.
Sin hijos en sus filas, la lógica guerrillera toma prestados – o robados- a los hijos de los demás. Las familias que habitan las zonas de influencia de las Farc ven cómo sus hijos son tomados a la fuerza para defender unos intereses que un pequeño de 13 años no comprende.
Entre 1999 y 2013, el Icbf ha atendido 5.417 niños desvinculados de grupos armados ilegales, de estos, el 60% fue reclutado por las Farc. Según la Agencia Colombiana para la Reintegración, el 43% de los desmovilizados de las Farc en Antioquia fueron reclutados siendo menores de edad. Cifras del Ministerio de Defensa señalan que el 70% de los 12.180 desmovilizados de este grupo, fue reclutado siendo menor de edad. Muchas cifras para una sola realidad: un solo niño reclutado es mucho.
Entonces, que no finjan ser los adalides de la moral que no les queda ese papel. La atrocidad ha sido la constante en las Farc cuando de embarazos, abortos y reclutamiento se trata. Dicen defender la vida, pero si ésta pone en peligro las cuentas bancarias y el ‘ánimo revolucionario’ “lo mejor es no engendrar porque toca eliminar”, como diría el Mono Jojoy. Parafraseándolo, “lo mejor es reclutar, porque sale más barato”.
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