Por: ANDRÉS FELIPE CARRILLO (@ciertazcosas)
Ahora lo más difícil es estar solo. El silencio es algo que no llega, las noticias siguen repitiéndose adentro mío, aún con la televisión apagada:
– 9 de abril de 1948. Se recuerda el asesinato del líder de izquierda Jorge Eliecer Gaitán, abaleado en una conspiración de grupos desconocidos y enclaustrados en el poder.
Y si la prendo es peor. Aunque a veces lo hago, como una forma de mantener los oídos cerrados. Subo el volumen del noticiero y eso me sirve, porque oír malas noticias se me ha vuelto la única forma de no escuchar nada.
– 5 de agosto de 1987. Muerto a tiros en la calle, por un grupo de fuerzas paramilitares aliadas con las fuerzas de la ley militares, el defensor de los derechos humanos Héctor Abad Gómez.
El tiempo es relativo, corre a saltos. Pero yo espero aquí, sigo esperando, hasta que abro los ojos y no has llegado. Son las 10. Todavía son las 10, hace varios días estoy viendo el tiempo detenido, esperando. Aunque a veces me confundo y empiezo a recordar que ya no estás, que te fuiste lejos, huyendo, y quizá, quizá suceda –no sé por qué se me ocurre esto- que ahora es el tiempo el que me ve detenido a mí. Buscando otra vez el silencio, prendo ahora el radio, y apago el televisor.
– 18 de agosto de 1989. Aliados con fuerzas oscuras del poder, el matón más mafioso en la historia del mundo, ha ejecutado con éxito la muerte del candidato presidencial Luis Carlos Galán.
En este lugar de gente ida, yo he tenido la fortuna de que a mí todavía no se me ha muerto nadie. Aunque debo confesar, que en estas condiciones la distancia también es una muerte, pero más lenta. Mis amigos se fueron, huyendo de las bombas y las balas y las amenazas. Yo decidí quedarme, porque no quería perder lo mío. Pero lo mío no está, y me parece que ellos que se reúnen lejos, están quizá más cerca, más en su patria que yo. La música en este país, es un noticiero que no se apaga:
– 13 de Agosto de 1999. Un grupo de matones de las autodefensas, en alianza con las fuerzas de inteligencia del Estado, han dado de baja al comediante más crítico y popular del país, Jaime Garzón.
A veces releo sus cartas, que llegan todos los meses. La realidad, ésta, la de verdad, no la de ellos, es algo que, me doy cuenta, se les ha vuelto gaseoso. Yo no podría vivir afuera, sin denunciarlos, sin señalarlos con nombre propio: el político hijo de tal, el matón hermano de aquel. Pero ellos dicen que el extranjero es esto, la gente extraña que habita esta tierra rara es la de acá, y no la de ellos. Y me recuerdan, que aquí ya no hay sueños para ellos, para que duerman tranquilos. Ahora, por última vez, cierro los ojos. Mientras siento que me duermo otra vez en las noticias, ese eco de los muertos.
– 28 de febrero de 2014. En condiciones todavía desconocidas, ha muerto, todavía no se sabe a manos de quién, el periodista Simón Vargas, reconocido por sus denuncias contra las fuerzas reales y paralelas del poder.
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