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Compromiso Ciudadano: el reto de la reestructuración

Por: ANDRÉS PRECIADO (@andrespreciado3)

De entrada me voy a confesar cercano a Compromiso Ciudadano, aclarando que no he participado en ninguna de las campañas en las que esa colectividad ha estado y tampoco he tenido vinculación formal como militante. Una vez clara mi condición, quisiera hacer algunas consideraciones sobre la propuesta de reestructurar a Compromiso Ciudadano que se han venido desarrollando desde hace algunos días por miembros y cercanos políticamente a los intereses de este grupo.

La primera consideración sería poner en justas proporciones el objetivo de reestructurar, en aras de la verdad hay que señalar que no se trata de revivir Compromiso, simplemente porque nunca dejó de existir pues la anexión real y efectiva al Partido Verde jamás se concretó. Lo que están tratando de hacer, entonces, es reencauchar a la agenda mediática y política esa colectividad con el ánimo de entrar en la pelea por las elecciones locales del próximo año, particularmente en Medellín y en Antioquia, principal zona de influencia y reconocimiento.

Como propuesta, la vuelta al ruedo político de Compromiso es interesante, no obstante, es necesario que esa colectividad tenga claros sus errores pasados y evite a toda costa volver a cometerlos: fue una mala idea separar las listas de cámara y senado en las elecciones antepasadas de Congreso, lo que le valió una dura derrota que impidió la presentación a las presidenciales para Fajardo, luego de salirse con algo de arrogancia de “los quíntuples” que al final fueron una terna de la que salió Antanas Mockus como candidato y en donde Fajardo hubiera podido ser un fuerte candidato en la disputa con Santos. La ausencia de las últimas elecciones de cámara y senado, la falta de apoyo a Enrique Peñalosa pese a ser el candidato del Partido Verde a las elecciones, un apoyo incoherente a Santos en la segunda vuelta y el excesivo personalismo que se nota en Compromiso en torno a la figura del actual Gobernador de Antioquia.

Yo no tengo duda que Compromiso Ciudadano es una opción real de renovación en la política y una colectividad que aporta altura al sistema político nacional, pero no me cabe duda tampoco que el primer paso para reestructurar y de una vez por todas convertir a ese grupo en partido, pasa por reconocer los errores antes señalados y, fundamentalmente, por abandonar el discurso apolítico que sostienen algunos de sus integrantes queriendo distanciarse de un ambiente que los tiene como protagonistas locales en uno de los departamentos más importantes del país, y seguramente los tendrá como protagonistas nacionales de las próximas presidenciales con Fajardo como candidato.

No más de ese discurso que dice que los políticos son otros, salgan a reconocer que son políticos en el sentido más puro de la palabra, ligado al interés público y a la búsqueda de progreso. No más de ese mensaje apolítico pues nadie puede decir que no le gusta la política cuando de su equipo han salidos dos alcaldes y un gobernador, y no se tiene problema alguno con negociar la Alcaldía de Medellín con uno de los partidos más tradicionales e históricos del país, esos a los que tanto critican. No es malo que se hiciera, de eso se trata la democracia, pero salgan a reconocer que son políticos, pero que son distintos a los de siempre, que no actúan como ellos y que tienen el principio de actuar con transparencia.

Es importante también hacer un llamado a la sensatez pues ya se han comenzado a tirar a la opinión nombres de posibles candidatos a la Gobernación de Antioquia y a la Alcaldía de Medellín. Es necesario evitar los purismos y actuar con coherencia al ideario que se ha promovido en cada una de las elecciones en donde Compromiso a sometido a sus candidatos al fuego de las urnas.

Yo recuerdo a Compromiso Ciudadano como una colectividad que reivindicaba la presencia legítima del Estado y sus autoridades en todas y cada una de las partes de Medellín y ahora de Antioquia, recuerdo también un discurso que sostenía y defendía el nombramiento de funcionarios técnicos y preparados y escoger como candidatos a los más capaces, por encima de los más conocidos o taquilleros en la opinión.

Y en ese sentido me parece que es necesario que se avance en la conformación de una propuesta seria de gobierno para Medellín y Antioquia que tenga como candidatos a Federico Gutiérrez y Federico Restrepo, respectivamente. Mis argumentos son simples: ambos tienen un conocimiento profundo de Medellín y Antioquia (pregonado por Compromiso), ambos tienen un discurso frontal de lucha contra la corrupción y la ilegalidad (pregonado por compromiso) y ambos encarnan de manera íntegra lo que los compromisarios de corazón siempre esperan de un gobernante: confianza y educación como claves de transformación.

Sé que otros nombres han salido al ruedo, y estoy convencido que personas Como Santiago Londoño están en el rumbo correcto hacia el gobierno, pero si se mira con detalle, más allá de las discusiones de partido, tanto Gutiérrez como Restrepo tienen sobre si la imagen del gobernante probo, preparado e íntegro, que está en el momento adecuado para hacerse con la dirección de la ciudad y el departamento. Y si bien algunos podrán criticar en Gutiérrez su cercanía al uribismo, pocos pueden decir que no es también una persona cercana a Compromiso, que como pocas, encarna los valores y principios que esa colectividad se ha señalado como ruta de actuación.

Compromiso tiene que dejar las discusiones interminables y empezar a tomar decisiones, o entregar sin más el proyecto de ciudad y departamento de tantos años a las manos de los otros, esperando lo sepan cuidar.

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