Por: Andrés Preciado (@andrespreciado3)
Se acercan las elecciones locales de este año y con ellas vuelve Prometón, en su versión más cómica de Telemedellín (que espero no lo deje morir) pero también vuelve con sus primos hermanos, los peligrosos, los de verdad, los que llevan la parodia a la administración pública real y juegan, ya no con un pueblo ficticio, sino con la platica de los impuestos de todos.
Estos personajes mezquinos hacen campaña manipulando la necesidad de la gente, en ese escenario la plata, las tejas, los ladrillos, son solo el instrumento vil para manosear una dignidad cívica que en ocasiones sede ante el hambre y la necesidad, pero también por razones educativas y culturales, las mismas que no van a mejorar si gana ése al que solo lo mueve la ambición de ganar, no para servir, sino para servirse del poder a costa de los demás, de los que lo eligieron.
Los herederos de Prometón no distinguen entre pueblos y grandes ciudades, están en el más remoto de los municipios de 6 categoría y en las capitales, disfrazados de prohombres van comprando votos, pero también prometiendo lo irrealizable sin ningún atisbo de vergüenza.
Los prometones se saben camuflar bien en argumentos aparentemente técnicos o que invocan a una especulación de generación de superación social y cívica, así no es extraño entender como a un candidato se le puede ocurrir que en Medellín se debe acabar con las fotodetecciones o fotomultas para “generar más cultura ciudadana”, olvidando varias cosas elementales: el dinero que la ciudad ha invertido en esa infraestructura en lo físico y lo tecnológico, el innegable efecto en la reducción de accidentes de tránsito (especialmente en víctimas letales en la vía) que ha generado su uso y el aumento del recaudo del ente de tránsito, lo que permite, no solo la sostenibilidad de la plataforma, sino además destinar el recurso percibido a la difusión de campañas de sensibilización vial.
Tamaña propuesta populista e irresponsable solo puede venir de alguien a quien le importa un bledo que esto pueda generar más muertos en la vía y que se despilfarre un importante parte del erario que fue bien invertida, no a esa persona solo le importa ganar y si para eso es necesario señalar desatinos que a la gente mueva, pues eso hará. Nadie puede dudar que las multas son impopulares, pero nadie en su sano juicio negará que el comportamiento vial ha mejorado, al menos en lo que ha velocidad se refiere.
Pero eso a Prometón lo tiene sin cuidado, si para ser alcalde le toca decir que pondrá mar en La Playa o que quitará las fotomultas, para él da igual, lo va a decir, aunque la realidad es que jamás lo hará.
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