Esta novela es el tomo I de la Biblioteca de Literatura Afrocolombiana; un fresco de la Colombia de la primera mitad del siglo XX. Invitación a leer en la Biblioteca virtual del Banco de la República.

Por Merwin Bayter Cantillo, estudiante de Comunicación Social de la Universidad de Cartagena. Especial para “5 años de la Biblioteca de Literatura Afrocolombiana”, un programa conjunto del Ministerio de Cultura y la Fundación Color de Colombia. Entrega 9 de 12.

Gregorio Sánchez fue un escritor chocoano nacido en el municipio de Istmina, considerado uno de los escritores más valiosos en Colombia durante los años veinte, por su capacidad de descripción sociológica de los lugares o grupos sobre los que escribía.

Publicó veinte obras entre poemas, libros, ensayos y cuentos, y en ellas deja en claro sus inclinaciones por temas sociales. En palabras de Jairo Henry Arroyo Reina, historiador docente de la Universidad del Valle, Sánchez “…lograba representar la sociedad mejor que cualquier sociólogo siendo este un abogado…”.

La bruja de las minas fue el fruto de su paso por Marmato, Caldas, en 1938, municipio ubicado al noroeste del departamento, reconocido por sus minas de oro. Obra que fue publicada por sus hermanos en 1947, cinco años después de su muerte.

GREGORIO SANCHEZ copia b

Es una novela que plasma la vivencia diaria de los pueblos mineros explotados por empresas extranjeras. En ella también muestra las diferencias socioculturales que existen, como las clases sociales (alta, media y baja) representadas en distintos personajes de la novela, trabajadores de las minas, campesinos, comerciantes y profesionales empleados en la empresa explotadora.

Al fondo, en la pieza contigua, se columbra, puesta sobre las piedras del fogón, la olleta de barro con agua que hierve. Examina rápidamente, con fastidio de estar allí, y saliendo de nuevo extiende la fórmula que entrega a la mujer mientras dice:

Lleve esto enseguida a la botica. Y no olvide mis instrucciones.

—Tá bien, dotó. La negra se queda en el umbral viéndolo alejarse.

Su blanca sonrisa es ahora enigmática, casi burlona. Por curiosidad mira la fórmula, sin entender lo que dice; la dobla después con lentitud, murmurando entre dientes:

—Eto pa’ qué. Blanco no recetan sino menjurgue, pendejá. Le llenan la tripa al doliente de puro potingue sin virtú… (p. 61).

La novela se puede dividir en dos partes fundamentales; la primera es la presentación de Marmato: el autor muestra cómo los habitantes y explotadores de minas de oro, amparadas por la ley, son expulsados por multinacionales.

Esta parte de la historia es alusiva al, quizás, más importante momento en la historia de Marmato: la incursión violenta dirigida por Eduardo Vásquez Cobo (considerado el Atila del Siglo XX) en 1904 para obtener el control de la explotación minera de la región. De igual manera, Colombia vivía la lucha de los campesinos con los grandes terratenientes por el trabajo de la tierra.

La segunda parte de la novela es la presentación de la empresa inglesa, además de los empleados que llegaron a explotar las minas. El entorno social y cultural. Los habitantes afros en los socavones.

La bruja de las minas es una compilación de los saberes y creencias de los afros trabajadores que hacían uso de las plantas medicinales para curarse de las pestes y las fiebres, de los rezos para alejar el mal o triunfar en el amor.

…Vierte agua en roja totuma, a la que añade cierta dosis de polvos. Después, pone a hervir en la olleta un puñado de hierbas. Cuando todo está listo, se acerca al paciente para administrárselo unciosamente, entre rezos y masculleos. (p. 63)

El autor construye de manera magistral las cosmovisiones de los habitantes de Marmato.

Los flamantes trajes de dril, las corbatas chillonas, los pañuelos de vivos tonos y las camisas recién estrenadas se mezclan y confunden en la ancha planada con las sedas baratas, las pintadas zarazas y las pañoletas y chales.

Las mineras más jóvenes lucen balacas de cintas de encendidos colores; y todas, o casi todas, sortijas de similor, manillas de plata, vistosas candongas en las orejas, bajo los aladares. Huelen a perfumes comunes (p. 85)

La técnica literaria usada por Gregorio Sánchez es un lenguaje retórico y embellecedor, de gran fluidez que permite la fácil creación de imágenes mentales y ubicación geográfica del lugar. Lo que ayuda a mantener buen ritmo y la atención del lector.

La novela también tiene la perspicacia de iniciar y terminar con muerte, tema que de alguna forma genera sentimientos en las personas ya sea de rechazo, rabia y suspenso, tal como pasa con la muerte de Florencio Botero en frente de su esposa, Cecilia Barbosa, y su pequeña hija a manos de soldados que llegan a desalojarlo de su casa. Y al final la muerte de la bruja Aspasia (Cecilia Barbosa).

Todo esto es un claro aporte al registro histórico y literario del país; así mismo una contribución a la preservación de los saberes y costumbres ancestrales con la descripción de creencias y hábitos de los habitantes afrodescendientes de las minas, aspecto que lo hace más ameno de leer si se tiene en cuenta la importancia cultural del libro.

La voz de la marimba va creciendo, creciendo, acompañada por el golpe de los tamboriles. El compás apremia; se precipita ahora, transido del ansia de llegar no se sabe a dónde. Obediente al ritmo imperioso, la Pascuala gira incansable, alípeda, avanzando y retrocediendo, moviendo los brazos entre torbellinos de líneas y de sorprendentes escorzos (p. 146)

El autor permite que el lector se relacione con los paisajes y ambientes no solo de Marmato, sino de una Colombia de antaño con maneras crueles de tratar al ser humano que está muy cerca a la realidad de nuestras minas de hoy. Es un texto de gran valor que, con virtuosismos, supo plasmar las vivencias de la época, que deja una memoria invaluable para futuras generaciones.

Merwin Bayter Cantillo b
Merwin Bayter Cantillo

El tomo I de la Biblioteca de Literatura Afrocolombiana, La bruja de las minas, de Gregorio Sánchez Gómez (1895-1942) se puede descargar aquí.

Publicaciones de la serie

1. Poeta Pedro Blas Julio Romero en Biblioteca de Literatura Afrocolombiana: 5 años

2. ¡Que viva el compañero Truque! En los 5 años de la Biblioteca de Literatura Afrocolombiana

3. Estrellas intensas de Arnoldo Palacios. 5 años de la Biblioteca de Literatura Afrocolombiana

4. El grito humano de los tambores. Jorge Artel en #5añosBibliotecaLiteraturaAfro, con @mincultura

5. Alfredo Vanín, la universalidad del Pacífico, en #5añosBibliotecaLiteraturaAfro, con @mincultura

6. Hazel Robinson, de San Andrés, en #5añosBibliotecaLiteraturaAfro, con @mincultura

7. Candelario Obeso, en #5añosBibliotecaLiteraturaAfro, con @MinCultura

8. Rómulo Bustos en #5añosBibliotecaLiteraturaAfro, con @MinCultura

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