Por: Sebastián Mayor
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Últimamente hay varios temas económicos que nos están generando mucha preocupación: menor crecimiento de la economía, inflación por encima de la meta, una moneda devaluada y cierre fronterizo con Venezuela, entre otros. Pero uno de los que más preocupa a la gente son las altísimas cotizaciones del dólar y las implicaciones que esto trae para ellos. Algunas personas, como el Ministro Cárdenas, dicen que era esto lo que le hacía falta al país para que la gente empiece a consumir productos colombianos ya que supuestamente van a ser más baratos y para impulsar las exportaciones que ganaron competitividad frente a sus pares en el mundo. Para otros, es algo catastrófico, nos va a afectar a todos y es producto de un mal manejo económico por parte del gobierno, que se dedicó a vender materias primas y no a fortalecer otros sectores de la economía.
Hay muchos factores que afectan la subida en el precio del dólar, pero el principal ha sido la caída en los precios internacionales del petróleo. Colombia es un país cuyas exportaciones son principalmente de materias primas (en más de un 70%), sobre las que los precios se fijan en el mercado internacional, es decir, tenemos que vender al precio que nos dicen desde afuera y no lo podemos decidir nosotros. Adicionalmente, el petróleo es el principal producto de exportación del país, con un peso aproximado del 50% sobre las exportaciones, y los precios de este bien pasaron de más de 100 dólares por barril hace un año a menos de 50 recientemente, un factor sobre el que el gobierno de Colombia no puede hacer nada. También, gran parte de la inversión que recibía el país estaba relacionada con el sector petrolero. Al tener tanta dependencia en las ventas de petróleo, la tasa de cambio se mueve casi al mismo ritmo pero en dirección contraria al que se mueven los precios internacionales. Un problema similar afrontan otros países que tienen como principal fuente de ingreso las ventas de petróleo, que en muchos casos han visto depreciaciones en sus monedas y que además necesitan precios más altos para garantizar su sostenibilidad fiscal.
Ahora, ¿cuáles son las implicaciones de que suba el dólar? ¿Es bueno como dicen algunos? Al ser más barato el barril de petróleo, un mayor precio del dólar compensa el efecto: hace un año un barril a 100 dólares y un dólar a 1.850 hacía que recibiéramos 185.000 pesos por barril; hoy con el barril a 50 y un dólar a 3.100 da 155.000 pesos. En ese sentido, afortunadamente se movió el precio del dólar, porque si todo siguiera igual recibiríamos solamente 92.500 por un barril. En los últimos dos o tres meses los precios del petróleo volvieron a sufrir fuertes caídas y el dólar paso de 2.600 a 3.200 pesos muy rápidamente.
El otro argumento es que esta es la oportunidad que estaban esperando los productores colombianos pues ahora les van a pagar más por vender lo mismo, pero este no parece ser el caso pues al ver los datos de exportaciones de productos no tradicionales (no petróleo, ni carbón, ni café) estos bienes están cayendo. O bueno, si ese no es el caso entonces que como ahora es más caro comprar las cosas de afuera entonces que compremos las de Colombia, ayudando a nuestros productores.
Lamentablemente, no producimos carros, aviones, televisores, ascensores, celulares etc etc etc. O sea que no tenemos más opción que seguir consumiendo lo de afuera, a un mayor precio por supuesto. También hay que tener en cuenta que algunos componentes de los productos nacionales son importados, por lo que la producción nacional también se va a encarecer.
Por otro lado es muy malo para todos los que quieren consumir en dólares, es decir, para el que quiere viajar al exterior, para el que quiere comprar algo fuera del país, para el que importa, ya que ahora pagará aproximadamente un 60% más que lo que hubiera pagado hace un año. También parece que se está viendo reflejado en el costo de vida pues los niveles de inflación están por fuera de la meta de entre 2% y 4% y la explicación es sencilla: muchos productos extranjeros que consumimos son más caros y los nacionales también se están afectando por los insumos que necesitan que no son colombianos, aunque hay otros factores, por supuesto. Luego, con tanta incertidumbre y tanta volatilidad, la economía de Colombia se ve más frágil y los que decidían invertir acá, pueden optar por estar más seguros en otro lugar. Y por último, se genera un efecto en el que todo el mundo cree que las cosas están mal y por consiguiente se vuelven más precavidos para gastar, invertir, etc.
Lo que es un hecho es que hay que replantear el modelo de ser un país que vive de las materias primas. Quedó demostrado que esto nos hace muy vulnerables ante los movimientos que haya en el mundo y que nos afectan en gran manera. Ese es el tema más recurrente en las últimas semanas, pero tocará esperar a ver si en efecto se toman medidas que cambien el modelo económico por uno en el que no haya tanta dependencia en las materias primas o si tan pronto suba el petróleo se nos olvida todo y seguimos igual. Amanecerá y veremos.