Antoni Gutiérrez-Rubí es uno de los asesores políticos en España que ha sabido entender los nuevos vientos en los últimos años. Si uno quiere hacerse una idea de lo que ocurre en la actualidad política, debe acercarse al blog que tiene El País, Micropolítica o en Twitter. Estará como invitado en la XI Cumbre Mundial de Comunicación Política, que se celebra en Cartagena de Indias, hablando sobre ‘La política (y las campañas) sin partidos’.
Se ha producido un atentado con varios muertos en Londres. La campaña se ha suspendido durante varios días, pero se reanudara en breve, ¿Crees que el atentado va a tener repercusiones en el resultado? Jeremy Corbin ha pedido la dimisión de May por los recortes en seguridad.
No es posible predecir el impacto en términos de cambios radicales de tendencias. Aunque sí puede acelerar o desacelerar las que ya están en marcha. Es decir, puede acabar por convencer a algunos indecisos o votantes duales.
Corbyn ha pasado a la ofensiva después que May dijera que “había demasiada tolerancia con el extremismo en el RU”, con una denuncia sobre su responsabilidad cuando era Ministra del Interior al recortar fondos para la lucha policial. El líder laborista, en progresión ascendente (ha recortado la enorme distancia que tenía la Premier), con un discurso claro frente a la estrategia defensiva de May que quería mantener su distancia sin arriesgar. Por eso no fue al debate, y creo que le va a pasar una gran factura.
¿Crees las encuestas acertarán esta vez? En las pasadas elecciones pronosticaban unos buenos resultados para los laboristas y al final se desinflaron.
Hay un debate internacional sobre la eficacia de la demoscopia tradicional frente a nuevos indicadores de comportamiento como, por ejemplo: las búsquedas en Google, las conversaciones en redes sociales, los mercados de apuestas, o las audiencias de información.
El debate sobre si medir la opinión es más fiable que medir el comportamiento (y su evolución) no ha hecho más que empezar. Y no tenemos resultados concluyentes. Aunque sí podemos afirmar que hay un enorme big data de comportamiento de los electores de los que podemos extraer mucha información útil y, hasta cierto punto, predictiva.
Ha pasado cerca de un año desde el referéndum que convocó el presidente Santos, ¿Cómo ves el resultado ahora que ha pasado el tiempo?
Dos reflexiones. Hay unas consecuencias jurídicas y políticas; pero también hay unas consecuencias sociales en forma de un desánimo y una desconfianza crecientes. Colombia ha ganado la paz, pero queda por construir una sociedad de reconciliación y mutua confianza, que no es lo mismo.
¿Crees que los políticos tienen éxito al conectar con la generación Millennial?
Algunos sí. Justin Trudeau y Emmanuel Macron han conseguido una conexión emocional con los millennials al hablar su mismo lenguaje, apostando por el cosmopolitismo, la cultura, y la innovación híbrida.
Se sitúan en un plano más allá de la asignación tradicional de la escala política entre derecha e izquierda. Apuesta por otras variables: futuro/pasado; moderno/antiguo; cosmopolitismo/nacionalismo; causas/ideologías.
La tasa de afiliación a partidos políticos (salvo excepciones) no hace más que disminuir en los países occidentales, ¿Qué función tienen los partidos políticos hoy?
Necesitan una profunda renovación formal y funcional. Los cambios en la sociedad van más rápido que su renovación y modernización. La gente quiere más política, pero otra política: más de causas que de casas políticas. Una política que pregunta a la gente dónde quiere ir, y no de donde viene.
Y una militancia política que favorezca la participación, la iniciativa, la libertad, la participación y la toma de decisiones desde la base, el activismo y la creatividad. La gente no quiere ser soldado digital o un simple decorado de mitin o acto. Empecemos por respetar a los militantes, para respetar a los ciudadanos.
Macron es un outsider de la política y no tenía un partido fuerte que lo respaldara. Trump luchó contra al establishment del Partido Republicano. Los gobiernos del cambio que ganaron las principales alcaldías de España sorprendieron porque no tenían el apoyo de los grandes partidos ¿Viene una política sin grandes partidos como era tradicional en las democracias del siglo XX?
Viene una política de campañas ciudadanas. Menos gurús y más creatividad cívica. Unas campañas de voluntarios y de movilización, más que de partidarios y publicidad. Hoy las elecciones ya las ganan las personas, no la publicidad. Es un gran momento para el compromiso y la motivación. Aspectos, hoy, mucho más importante que el dinero o la disciplina partidaria. Adiós a los cuartos de guerra jerarquizados y hola a las plataformas distribuidas y descentralizadas.
Las pospolítica y la posverdad se han entronizado como grandes conceptos en los últimos meses, ¿Son realmente algo novedoso a lo que ocurría anteriormente?
La nuevo es que, en entornos acelerados, los hechos tienen menos relevancia y transcendencia que las opiniones y las convicciones. La gente tiende a reconocer como cierto aquello en lo que cree y se protege de la realidad para mantener sus prejuicios y convicciones. Hay que ser conscientes que vivimos en un entorno vulnerable para la razón y lo real, fácilmente sustituibles por la emoción agitada y la percepción distorsionada.
Por último, te pregunto sobre España. Pedro Sánchez ganó las primarias del PSOE contra pronóstico ¿Cuáles crees que son las principales claves de su victoria?
Entendió, mejor que nadie, que sus militantes se parecían más sus electores que los dirigentes. Tenía, también una poderosa historia que contar de superación y rebeldía. Además, fue capaz de conectar con una ilusión y una reacción de rechazo a la institucionalidad de la política socialista. Tiene, ahora, una gran segunda oportunidad.
