Catrecillo

Publicado el Ana Cristina Vélez

Medicina basada en la evidencia

Harriet Hall es columnista de la revista Skeptic, y como se puede adivinar por el contexto, su columna tritura con argumentos y pensamiento crítico las medicinas alternativas, la mala medicina, que se expande hoy por el mundo entero. La doctora Hall trabajó como cirujana de la Fuerza Aérea Americana, hoy es editora de un blog de medicina basado en criterios científicos, colaboradora de las revistas Skeptic y Skeptical Inquirer, y es asesora médica. Su columna, escrita con claridad, provista de excelentes ejemplos, crítica, analítica, y que cobija desde lo más profundo hasta lo superfluo, es una delicia.

En una de estas, Harriet explica por qué uno no se puede fiar de un tratamiento porque alguien se haya curado siguiéndolo. Es importante confiar en tratamientos médicos que estén basados en pruebas. La meta de oro de la Medicina Basada en Evidencia o EBM es seguir tratamientos que hayan pasado por ensayos clínicos, en los que se midieron variables y en los que hubo mecanismos de control; donde se evitaron los sesgos y todo aquello que pudiera confundir los resultados. De manera muy resumida y simplificada, son experimentos en los que se divide en dos el grupo de pacientes, a uno de ellos se le da un placebo; al otro, el medicamento que se desea probar, luego se comparan los resultados.

Recordemos, no sin sorpresa, que la medicina no utilizaba el método científico hasta comenzar el siglo veinte. En el siglo diecinueve empezaron los primeros movimientos para volver la medicina más científica, pero solo en los años sesentas del siglo veinte se empezaron a realizar pruebas médicas e investigación sobre le eficacia de los tratamientos. Es increíble lo reciente que es la EBM, realmente se aplica solo desde 1990. No había la tecnología para hacer pruebas de tan amplio espectro, en tiempo, número de pacientes y toma de datos. Ahora se habla de la gran masa de datos como la Big Data, pues el internet permite recolectar información de todas partes del mundo, además contamos con computadores y programas capaces de guardar y procesar esos enormes tamaños de información.
Uno de las instituciones más interesantes sobre los resultados de pruebas e investigaciones médicas es el Instituto Cochrane. Su biblioteca, The Cochrane Library, actualiza su información cada tres meses y fue creada por altruismo, para facilitar las revisiones sistemáticas de ensayos controlados aleatorios, en todos los ámbitos de la salud. Puede ser consultada por internet sin ningún costo.

La medicina basada en pruebas se rige por los resultados que surgen a partir del método siguiente: se define el asunto que se va a investigar, los beneficios y perjuicios puede traer una determinada terapia. Se analizan, estudian y evalúan las investigaciones sobre el tema en cuestión, y los artículos originales y relevantes están a cargo de médicos e investigadores. Se mide y evalúan estadísticamente los resultados de los experimentos realizados. Se mide el nivel de evidencia, si lo experimentado es o no es confiable. Por último, se define la aplicación o no aplicación del tratamiento en la vida práctica, según las necesidades y criterios del paciente.

Un médico científico y escéptico no confía solamente en su experiencia y, lo que es más importante, sabe desconfiar de sus propias observaciones. Sabe que su experiencia con los pacientes cubre un rango menor de personas si la compara con las que cubre un gran estudio. Aunque ninguno de sus pacientes haya desarrollado cáncer tomando un medicamento, no significa que ese medicamento no aumente el riesgo de la enfermedad. Aunque la mayoría de sus pacientes hayan subido de peso en los dos años siguientes a estar tomando una droga específica, puede haberse probado que esa droga no tiene efecto sobre el peso.

Harriet Hall cree esencial que utilicemos solo la medicina basada en la evidencia porque:

La experiencia es engañosa y el efecto placebo es real.

Cuando un paciente se alivia después de tomar un remedio puede deberse a distintos factores y no al medicamento.

Porque muchas enfermedades se curan solas, sin que actúe necesariamente el tratamiento.

Porque los picos de una enfermedad tienden a regresar a la media, los momentos excepcionales tienden a volver al momento regular.

Porque la remisión espontánea es posible.

Porque es muy fácil hacer malas observaciones de los hechos.

Porque los prejuicios influencian la interpretación de los eventos.

Porque existen intervenciones laterales que el médico no observó. Por ejemplo el paciente visita a un acupunturista pues le duele la espalda, pero al tiempo toma un desinflamatorio potente. No se lo reporta al acupunturista. Este cree que su terapia es eficaz.

Porque la expectativa se refuerza con muchos datos aleatorios.

Porque existe el condicionamiento pavloviano clásico: al paciente se le sube la presión al ver la bata blanca.

Porque existen factores sicológicos que el médico desconoce. Un paciente va donde el médico alternativo pues sufre de diarrea. El médico le pone vidrios de colores pero habla con él, lo trata delicadamente y con esmero, lo espera la semana siguiente. La diarrea es de origen nervioso, así que aumenta y disminuya su frecuencia con el estrés del paciente. La situación emocional del paciente mejora, la diarrea disminuye, el paciente cree que ha sido curado por el medico alternativo.

Porque hasta la creencia más obvia, intuitivamente puede ser falsa. Las sangrías realizadas con sanguijuelas se aplicaron cientos de años, se consideraban muy buenas, sin nunca medir su eficacia en la cura de ninguna enfermedad, de hecho estas debilitaban al paciente.

En la medicina se usan muchos productos que no se sabe cómo ni exactamente por qué funcionan, pero que se ha probado que funcionan. La penicilina se usó mucho antes de conocerse su mecanismo de acción.

www.sciencebasedmedicine.org

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