A veces hay zonas de nuestra anatomía desconocidas y que en su complejidad funcional a veces generan diferentes patologías que son objeto de diferentes tipos de estudios. Nuestro sistema de salud ha ido favoreciendo que de alguna manera se vuelvan más populares zonas que con nombres repetidos van volviéndose taquilleras en su diagnóstico.
Por ejemplo, el dolor del hombro actualmente se ha convertido en que el culpable es el conocido y siempre nombrado “manguito rotador”. Los pacientes llegan a la consulta de ortopedia y saludan diciendo: “Doctor vengo porque tengo dañado el manguito rotador”. Allí empieza una ruta conocida, prolongada y a veces compleja en el manejo del dolor alrededor del hombro.
Pero antes de que entremos en entender que es y para que sirve el manguito rotador miremos una lista de posibles causas que generan dolor en la región del hombro.
La lista puede ser interminable y entre otros tenemos: Espondilitis anquilosante, necrosis avascular, patología del plexo braquial, fracturas, bursitis, enfermedades oncológicas, radiculopatía cervical , dermatomiositis, luxación e inestabilidad del hombro, imbalance muscular cervical, síndromes miofasciales regionales, hombro congelado, hernia hiatal, pinzamientos, esclerosis múltiple, artrosis, pericarditis, enfermedades pulmonares, polimiositis, artritis reumatoidea, lesión medular cervical, esguinces, tendinitis, rupturas tendinosas, lesiones del cartílago y patología del manguito rotador. Con este extenso repertorio de enfermedades posibles podríamos afirmar como primera conclusión, que no es exclusivamente el manguito rotador el causante de todo lo que genera dolor en el hombro.
El dolor del hombro es muy incapacitante y una vez instaurado puede volverse crónico y de difícil manejo. Generalmente la prevalencia del dolor se ubica entre la quinta y sexta década de vida donde dependiendo los estudios que se revisen aproximadamente el 30% de los grupos llegan a considerarse desfavorecidos y comprometidos por el dolor.
En un estudio europeo se encontró que el número de casos nuevos era del 1,4% y todos los individuos afectados llegaba alrededor del 2.3%. En nuestra región no hay estudios que muestren el comportamiento especifico, pero es una causa frecuente de consulta por medicina general y de remisión frecuente al servicio de ortopedia y traumatología.
Por supuesto se debe caracterizar los grupos poblacionales, y las edades de los mismos pues las patologías debutan de manera diferente y también su comportamiento es diferente si son hombres o mujeres. Un elemento importante es el riesgo profesional que puede incrementar esta aparición dependiendo del tipo de trabajo y las medidas de protección asociadas.
Pero hablemos entonces del manguito rotador que es una sumatoria de estructuras anatómicas y para empezar no es un manguito ni una cuerda ni un elemento único. El manguito rotador es un grupo de músculos y tendones que se encuentran alrededor del hombro y que mantienen aportándole estabilidad al hombro. Los músculos que lo conforman son el supraespinoso, el infraespinoso, el redondo menor y el subescapular.
Las personas que más se afectan son quienes realizan trabajos repetitivos con su cabeza y el hombro lo tienen que utilizar con ejercicios por encima de la cabeza, por ejemplo: pintores, carpinteros, trabajadores de la construcción en general, deportistas de beisbol o tenis etc. Claramente a partir de los cuarenta años se aumenta el riesgo asociado a degeneración del mismo por la edad y pérdida de la fuerza muscular. Y se debe evaluar si existen antecedentes familiares que también aportan como factor de riesgo en la aparición de esta patología.
El dolor asociado al manguito rotador se describe como un dolor “sordo” inespecífico inicialmente y no es necesariamente de fácil localización, despierta a los pacientes en la noche, se hace persistente al paciente dormir del lado afectado, compromete algunas actividades básicas cotidianas como peinarse, vestirse, cruzar el brazo por detrás en la espalda y se acompaña en algunos casos de debilidad del mismo.
Si el dolor se asocia a un trauma y la perdida es inmediata de la función con intenso dolor se debe acudir por el servicio de urgencias. Pero la mayoría de las veces el dolor es progresivo después de varias semanas no ha mejorado con analgésicos o reposo se debe acudir al médico familiar para que pueda orientar el manejo inicial y si definitivamente la mejoría con reposo, fisioterapia y analgesia no mejora se debe pedir consulta por ortopedia para evaluar entonces específicamente la causa del dolor y confirmar si es el manguito rotador el causante.
No todos los pacientes requerirán cirugía aproximadamente el 90% de los pacientes con dolor de hombro responderán a tratamientos sin cirugía y dependiendo los hallazgos probablemente el paciente tendrá posibilidades de recuperase y reintegrarse laboralmente.
Generalmente estos pacientes con un adecuado programa de rehabilitación, analgésicos cambios en estilos de vida, cuidados laborales lograran responder con éxito antes de pensar que se requieren intervenciones quirúrgicas.
Cuando definitivamente se instaura un síndrome de pinzamiento subacromial con el compromiso evidente del manguito rotador que presenta desgarros y lesiones que no responden al manejo conservador es cuando la cirugía buscará aumentar es espacio de los rotadores, quitar la Bursa inflamada y reparar con suturas especiales la lesión del manguito rotador. El ortopedista definirá la técnica quirúrgica que logre mejorar al paciente.
Finalmente queda claro que no necesariamente el dolor del hombro es un sinónimo de manguito rotador comprometido y que la mayoría de los casos pueden tener éxito sin pensar siempre en cirugía. Los pacientes deben entonces acudir al médico familiar quien lo orientará al ortopedista una vez el diagnóstico sea claro y allí en manos de un especialista lograr dar el tratamiento ideal para cada paciente