Más allá de la medicina

Publicado el jgorthos

EN CROACIA SI SE PUEDE OBJETAR CONCIENCIA

 

Croacia es un país lejano que aprendimos a conocer ,  quizás no por la geografía del colegio sino por el conflicto de los Balcanes a finales de los años 90, cuando se desmoronó la antigua Yugoeslavia.

Hoy es una república democrática que ha logrado recuperar su historia, su cultura, sus creencias y su identidad. Actualmente las estadísticas muestran que el 75% de la población se declaran cristianos católicos y un 10% cristianos protestantes. Es decir que el 85% muestra un país eminentemente cristiano que ha determinado en su constitución la libertad de cultos.
En días pasados una mujer acudió a pedir una interrupción voluntaria del embarazo, pero el médico anestesiólogo, objetó conciencia y se negó a participar en el aborto. Pero el procedimiento termino realizándose en esas circunstancias. Esto ha terminado en una profunda discusión donde el ministro de Salud, Milan Kujundžić, ha pedido la necesidad de respetar el derecho a la objeción de conciencia. Para el político, sin embargo, el hospital debió haber previsto situaciones como esa, por lo que debía tener personal disponible para realizar abortos. En Croacia el 60% de los ginecólogos se han declarado como objetores de conciencia lo que ha puesto en una posición compleja al sistema sanitario balcánico.

La ley vigente existe desde la época de la Yugoeslavia en los años 70   que permite la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana diez y al parecer no contradice la constitución vigente; sin embargo, los legisladores quieren aprobar una ley que permita realizar otros cambios en la normatividad. Aquí es donde el Presidente Croata dice al respecto: que pide “un equilibrio entre el derecho de las mujeres a su privacidad y la protección de la vida del no nacido”.Finalmente la discusión sobre el famoso punto de cuando empieza la vida no puede quedar en manos de los tribunales.

El presidente Miroslav Šeparović insiste en que el problema no es prohibir el aborto sino buscar un equilibrio entre las indicaciones médicas y campañas de educación y formación donde la interrupción voluntaria del embarazo sea una excepción y no se convierta en un método anticonceptivo.

Sanja Cerar,  de la organización feminista  quien está  patrocinada por la fundación Open Society del millonario estadounidense George Soros y por el Center for Reproductive Rights de Nueva York, avisa que la nueva ley “hará más difícil el acceso al aborto, mediante períodos de espera [obligatorios], un servicio de asesoramiento prejuiciado, y el respaldo a los ginecólogos que rechacen efectuar el procedimiento”

Las cifras en Croacia de abortos desde la era comunista a la actualidad han ido disminuyendo, por ejemplo:  en 1993 se realizaron 25.000 intervenciones de este tipo, frente a 2.416 en 2017.

Pero la objeción de conciencia ha ido más allá; pues el sector de las farmacias se ha unido a marchas y protestas donde piden se les respete la objeción de conciencia y se han negado a dispensar medicamentos que participen o puedan generar un aborto como la famosa píldora” del día después”.

El artículo 20 del código de ética médica en croata expresa.” que, en virtud de sus actitudes o creencias éticas, religiosas o morales, el profesional de la salud ;tiene el derecho de invocar la conciencia y negarse a llevar a cabo el diagnóstico, tratamiento y rehabilitación del paciente, si no interfiere con las reglas de la profesión y si no causa consecuencias permanentes para la salud o pone en peligro la vida de este”.

Como vemos es una discusión compleja que en Colombia viene dándose desde el año 2006 con la sentencia de la corte constitucional y todo lo que se desprendió de la despenalización del aborto. No me voy a detener en enumerar sentencias, decretos, circulares y normas que han salido de manera reactiva desde ese momento y buscan cerrar brechas que de forma obligante garantice un “derecho”, que se vuelve inferior al derecho máximo que es la vida misma de nuestros ciudadanos.

El gobierno nacional desde ese momento se ha empeñado en “garantizar “como sea la interrupción voluntaria del embarazo y con algunas normas ha querido avasallar el derecho constitucional a la objeción de conciencia que tienen los médicos en Colombia.

Pero quizás lo que se vuelve importante en este momento es ver que valores nos unen y no que discusiones nos separan. Ante el hecho jurídico existente de la despenalización del aborto y toda la normativa que ha favorecido su realización. ¿La pregunta es quienes están preocupados por la salud de las mujeres?,  ¿Como estamos realizando campañas de formación desde las familias?, ¿que proyectos educativos se desarrollan que no solo quieran arreglar el problema inflando condones o hablando del libre desarrollo de la personalidad?

Nuestras niñas merecen el mayor de los cuidados, la garantía de una infancia que permita su formación y por supuesto la educación de los llamados derechos reproductivos. Como padres de familia seremos incapaces de decirle a nuestras niñas de hoy que la solución a un embarazo es que le realicen un aborto, Es como si no pensáramos en sus sentimientos, en lo que se enfrentan alrededor de esa decisión y lo que les depara el destino al estar solas y sin un apoyo real.  Pero no podemos pretender que con una sentencia de la corte o unos decretos reglamentarios logremos mejorar la salud de los colombianos cuando  existen variables antropológicas, sociales, culturales , geográficas y de orden personal que hace que el abordaje sea mucho más complejo. Y ni hablar de toda la violencia que ha vivido nuestro país en los últimos cincuenta años.

Ir contra el derecho de objeción de conciencia para lograr el fin del aborto se convierte en un problema mayor que termina enfrentando a los médicos que se han formado para salvar vidas y no para quitarlas. Es una violencia jurídica contra un profesional.

Pensemos que puede unirnos, como ayudar y de esta manera no mostramos un procedimiento médico como la solución al abandono estatal desde hace años de nuestras niñas en Colombia.

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