Muchas parejas llegan a mi consulta de coaching con la idea de volver a sentir esa conexión que, con el tiempo y la llegada de los niños, parece que ha quedado como un recuerdo en su memoria.
La buena noticia es que para la distancia con nuestra pareja hay siempre alternativas que pueden acercarnos de nuevo; no sólo en el plano físico, sino en el plano más íntimo: que es el que nos hace crecer como pareja.
Como amantes, entendido como personas que amamos, nos complementamos porque nos sentimos respetados, realizados, atendidos, escuchados y acompañados en lo más profundo. La conexión es poder tener estos estribos alineados con nuestro deseo, y completarnos como seres humanos en muchos planos, no sólo en el de la escucha, sino también en el plano físico y emocional.
El dulce comienzo
La mayor parte de las parejas empieza en un grado de adrenalina alto.
Hoy en día muchas parejas se conocen por Internet y su primer contacto se hace por chat, así que muchos consideran estar enamorados cuando ni siquiera han visto a la persona con la que chatean hasta la tendinitis.
Ver post: ¿Por qué te enamoras por chat?https://blogs.elespectador.com/salud/bienestar-en-tiempos-de-drones/te-enamoras-chat-2
Una vez se ha establecido la pareja y han pasado al plano real, la novedad hace que queramos pasar mucho tiempo juntos, que cada plan que se proponga sea visto como algo estimulante, y es fácil que nos acompañe una energía de súper héroe para salir, brindar, ir a cine, comer y para tener sexo una y otra vez a lo largo de una noche más larga que las que cantaba Sabina.
Pasados los dos primeros años
Esa persona que antes nos hacía cruzar la ciudad lloviendo, ahora nos sigue pareciendo importante, aunque ya no cometamos tantas locuras por experimentar su compañía. Sus llamadas ya no son tan largas y es más, hay momentos en los que se tienen más llamadas perdidas suyas que respondidas en el teléfono.
La rutina y el trabajo han sustituido a la novedad y la sed de conquista se ha terminado. Ya hay una historia común y ya hay confianza.
Es aquí cuando nos damos cuenta que a lo mejor con unos tennis estamos más cómodas que con unos tacones, después intuimos que una pizza a domicilio puede ser más sencillo que reservar una mesa, y al cabo de pocos aniversarios tiempo el uniforme de muchas parejas es la piyama y la pantufla de felpa. Esto es intimidad, en otro grado, y por lo tanto es valiosa. No se trata de la misma sensación, sino de otra más madura, más relajada, más tranquila.
Y de pronto somos más
Algunas parejas pasarán sus domingos entre amigos, periódicos, alientos perrunos o gatunos y llamadas a sus papás, hermanos y compañeros para ir a jugar algún deporte como el fútbol o salir a correr. ¡Mientras que otras querrán ampliar la familia!
A los nueve meses descubrirán que ya no volverán a dormir bien por los próximos 36 meses –porque son años en realidad– y que el presupuesto de los restaurantes y de consentir a la pareja ahora se destinará a comprar gadgets para bebé como coches, cremas, sacaleches, esterilizadores, hamacas con música, cunas, ropa que cambia de tamaño cada tres semanas y pirámides de pañales que se estiman en más de 6000 a lo largo de su infancia.
Abducidas por la maternidad
Con la llegada de los hijos las madres quedamos conectadas con el bebé y el papá del niño es un testigo de todo lo que pasa sin dar crédito. La mujer que amaba y a quien le enviaba serenatas de loco enamorado ahora no le habla igual, está conectada por completo a su bebé a través de unos pezones que escurren leche y ya no tiene tiempo ni para ver una película o tomarse una cerveza.
Los padres recurren a ese perro que ha engordado por falta de ejercicio para salir a pasear y tomar el aire. En casa todo huele a bebé; un bebé que duerme con su pareja, y quien ahora es el que la hace sonreír o llorar. Muchas parejas se aíslan porque es inevitable que están pasando por responsabilidades y roles completamente diferentes.
Una noche el bebé pasa la noche sin llorar.
Entre horas ambos padres sienten que pueden volver a besarse y buscarse con una nueva comunicación. Aquí es importante tener presente que muchas mujeres suman a su natural agotamiento físico, una desilusión con su cuerpo, pues ha cambiado en pocos meses y no lo reconocen por completo. Todo esto pasará, y hay que ser pacientes y amorosos con el proceso.
¿Y cómo conectamos?
El tiempo de reencontrarse es clave para que esta unión se fortalezca. Es importante volver al diálogo, al tiempo de calidad, al almuerzo en pareja – y nada más que en pareja-, a la práctica de ese hobbie que los unió, a los momentos de caricias, de afecto y de reconocimiento. Al abrazo largo y reconfortante después de una larga jornada de trabajo o de llanto de su hijo.
Tiempo de pareja sí o sí
Es importante tener un espacio para nuestra pareja, así que buscaremos la posibilidad de dejar a nuestro hijo con un familiar o con una niñera por un espacio de dos horas semanales para compartir con ella, para salir a pasear o a comer juntos y para hablar de otros asuntos que no tengan que ver con el bebé. Este tiempo, si se respeta, se convierte en un lazo que se mantendrá mientras el proceso de crianza lo atraviesan juntos. Búsquenlo y úsenlo para aumentar su comunicación, ternura y confianza.
Decir te quiero con acciones
Los cambios llegan y las adaptaciones han costado, nada volverá a ser como antes. El bebé crecerá etapa por etapa y su crecimiento implicará una mayor autonomía.
Los papás sabrán que con la llegada de sus habilidades habrá algo más de tiempo, de espacio, de orden y un poco más de tranquilidad a medida que el niño cumpla años. La clave es que ellos puedan reavivar su interés en el otro a través de la palabras y las acciones. Se trata de decir te quiero a través de los hechos. De celebrar los triunfos, de acompañar en los días malos, de estar pendiente en los baches que se cruzan con la salud, la economía o la familia. Esa pareja es nuestro candidato elegido para dar vida y para darnos vida a nosotros, para compartir nuestro corazón, nuestras esperanzas y nuestros sueños.
Volverán a amarse, y algunos, sin tener muy claro todo esto, revivirán la historia al ver una mañana que esperan otro bebé. ¡Vuelta a empezar!
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