Tengan hijos, pero los andenes no están adecuados para el coche Tengan hijos, pero cúbranse la teta si van a lactar Tengan hijos, pero no vayan a restaurantes porque ocupan mucho espacio con el coche Tengan hijos, pero no viajen en avión porque molestan a los pasajeros Tengan hijos, pero no se queden en hoteles “normales” porque no dejan descansar a los huéspedes Tengan hijos, pero no salgan a parques porque no hay espacio para los bebés Tengan hijos, pero elijan muy bien qué calles tomar porque de un momento a otros sólo hay espacio para los carros o las bicicletas Tengan hijos, pero no usen el transporte público porque no está diseñado para nosotras Tengan hijos, pero no vayan trabajar quédense en casa porque el bebé las va extrañar
¿Te cansaste de leer esto sin puntuación?, imagina cómo es vivirlo.
Ahora que te tengo leyéndome, considero importante poner la siguiente reflexión sobre la mesa. ¿Está la cotidianidad hecha para llevar una maternidad sana y fuera de casa?, pues no. Como les conté antes, todo está diseñado para que el cuidado de las infancias se haga en la esfera privada y nada está planeado para que podamos sacarlo de los hogares. Además, no hay el mínimo interés de parar la rapidez del capitalismo que prioriza los entornos para la productividad y reduce los lugares para el cuidado que siempre implican más calma, más tiempo y más espacio.
Hice una búsqueda de las leyes o políticas públicas colombianas para las maternidades dignas y encontré muy pocas –y muy recientes para lo que deberíamos tener– teniendo en cuenta que el cuidado y las nuevas vidas es lo que nos sostiene como sociedad. Existen tres enfocadas en temas de salud como: parto humanizado (Ley 2244 de 2022), ruta de atención integral (Resolución 3280 de 2018) e interrupción voluntaria del embarazo (Sentencia C-055 de 2022). Hay dos enfocadas en temas de lactancia que “permiten, un poco que ejerzamos la maternidad fuera de casa”: salas amigas de la lactancia en el entorno laboral (Ley 1823 de 2017), creación de áreas de lactancia materna en el espacio público (Ley 2306 de 2023). Por último, dos leyes más en temas laborales: el fuero de maternidad para evitar los despidos (artículo 239 y 240 del Código Sustantivo del Trabajo) y la licencia de maternidad y paternidad ampliada (Ley 2114 de 2021).
Para mí, que apenas estoy iniciando en el mundo de la maternidad, celebro que en los últimos cinco años se haya avanzado y ya goce de varios derechos que ahí se exponen. Pero, aquí sí un pero válido, siete políticas desarticuladas no me parecen suficientes para lo que significa en lo tangible ejercer la maternidad en la cotidianidad. De verdad, yo quiero salir de casa con mi bebé, quiero hacerlo sola –algunas tienen que hacerlo por obligación–, pero, en serio otro pero, cada minuto en la calle es como una carrera de obstáculos no sólo de infraestructura sino también de falta de cultura y humanidad: el clamor para que tengamos hijos y el rechazo cuando los tenemos parecen hacer corto circuito y crear un círculo vicioso infinito que no se solucionará hasta no tener una economía del cuidado como política pública nacional.
Maria MesaR
Comunicadora Social – Periodista y especialista en Marketing político. Apasionada por los temas de paz y política nacional.