En la plenaria de la Cámara de Representantes se hundió por un voto un proyecto de ley que buscaba penalizar a los conductores ebrios.
La iniciativa establecía una detención preventiva de 36 horas a quienes evadieran el pago de una multa y la eliminación del beneficio de la casa por cárcel. El episodio ocurre justo cuando el senador Eduardo Merlano se encuentra en el huracán de la opinión pública, tras negarse a que una patrulla le realizara una prueba de alcoholemia, aduciendo ser senador de la República. El parlamentario pidió disculpas a la ciudadanía e insistió en que no manejaba ebrio cuando fue solicitado por las autoridades: “Me encontraba en perfecto estado de sobriedad en el momento en que tres patrulleros me pidieron practicarme la prueba de alcoholemia”. La representante Gloria Stella Díaz manifestó su desconcierto: lamentamos mucho que por un voto se haya negado la iniciativa. Es un mensaje equivocado de quienes lo hundieron.