Cosmopolita

Publicado el Juan Gabriel Gomez Albarello

Palos de Ciego: noticias de un plan recientemente develado para desacreditar a WikiLeaks y a sus simpatizantes

Aquí no hemos llegado a extremos, pero la cosa en Estados Unidos tiene un cariz muy malo. Empresas dedicadas a la consultoría en servicios de seguridad y al trabajo en inteligencia y defensa se han lanzado contra WikiLeaks y también contra quienes simpatizan con esta organización. Sin embargo, no les ha ido bien, hasta ahora. Ojalá nunca les vaya bien. Esta es la historia.

La semana antepasada, un alto ejecutivo de la firma HBGary se jactó de que su compañía había infiltrado a Anonymous, el cyber-grupo dedicado a hacer ataques de diversa índole: a Visa y MasterCard por impedir las donaciones a WikiLeaks y luego al gobierno de Túnez cuando éste decidió usar Internet contra quienes protestaban contra los abusos del régimen. A propósito, HBGary es una compañía dedicada a ofrecer protección contra ataques de los crackers: quienes se dedican a romper sistemas de información encriptados con fines tan diversos como el ataque a infraestructuras de red, el espionaje industrial o el robo (los hackers son otra cosa merecedora de una futura entrada en este blog). A este ejecutivo le duró poco su jactancia. Anonymous infiltró las cuentas de correo electrónico de HBGary y publicó en Internet más de 50.000 e-mails.

Estas son algunas de las cosas interesantes que salieron a relucir con esa filtración.

La primera: HBGary, a través de la firma de abogados Hunton&Williams, le envió al Bank of America una propuesta para infiltrar y desacreditar a WikiLeaks. Si ustedes recuerdan, WikiLeaks anunció que tenía un paquete de información que iba filtrar acerca de manejos ilegales por parte de este banco. El plan de HBGary incluía (o incluye, vaya uno a saber si todavía tienen ganas) las siguientes acciones: enviarles documentos falsos a WikiLeaks con el fin de que los publicara y luego proceder desacreditarlos y también desacreditar a WikiLeaks; cyber-ataques contra la infraestructura mediante la cual WikiLeaks recibe datos de quienes filtran la información; generar preocupación acerca de la seguridad del sitio; y una campaña mediática para desacreditar las acciones de WikiLeaks como irresponsables y radicales.

La segunda cosa interesante que ha salido a relucir gracias a la filtración de Anonymous es el plan para desacreditar a personas que apoyan a WikiLeaks. Entre las personas objeto de esta campaña se encuentra el abogado y periodista Glenn Greenwald. Greenwald es un abogado que se había dedicado a casos de libertad de expresión, pero que hace unos años decidió bloguear y escribir libros con el fin de tener un mayor impacto en la sociedad. En uno de los e-mails filtrados por Anonymous, Aaron Barr le envió el 3 de diciembre de 2010 un mensaje a Matthew Steckman, un ingeniero de Palantir, con copia a Eli Bingham y a Sam Kerim, de Berico, explicando por qué era necesario desacreditar a Greenwald. (Palantir es una empresa que trabaja en tecnología para analizar y visualizar datos; Berico es una compañía dedicada a tecnologías para el sector de defensa e inteligencia en los Estados Unidos).

¿Qué dice el mensaje de Barr?

Otra cosa. Pienso que necesitamos destacar a gente como Glenn Greenwald. Glenn fue fundamental en la transición del servidor de Amazon al de OVH y ayudó a wikileaks proporcionándole acceso a la información durante la transición. Es este nivel de apoyo el que tenemos que atacar. Estos son profesionales de reconocido prestigio que tienen una inclinación progresista (liberal bent en el original), pero que finalmente si los presionan escojerán la preservación de su carrera por encima de la causa [que apoyan], pues tal es la mentalidad de muchos de estos profesionales. Sin el apoyo de gente como Glenn wikileaks se doblegará.”

Steckman tomó el mensaje al pie de la letra. Hizo una presentación que también ha sido filtrada en la cual especifica, dentro del plan a seguir contra WikiLeaks, por qué hay que atacar a Greenwald. Steckman repitió palabra por palabra lo que le escribió Barr (vayan a la página 6 de la presentación del plan que preparó Steckman).

Greenwald dice que al principio no le puso mucha atención a la cosa, pero cuando escarbó un poco más en el asunto y se dió cuenta quienes son HBGary, Palantir y Berico decidió tomarse la cosa muy en serio. A Greenwald le preocupa, además, que fue el propio Departamento de Justicia de los Estados Unidos quien le recomendó al Bank of America que contratara los servicios de la firma de abogados que sirvió de intermediaria para presentarle el plan de descrédito contra WikiLeaks.

Para Greenwald el problema es de marca mayor. En su opinión, el asunto tiene que ver con la forma como se han confundido la esfera pública y la esfera privada, en particular, a la forma como el poder del estado ha devenido privatizado por grandes corporaciones. Voy a transcribir lo que Greenwald publicó en su blog hace unos días:

Hay muy poca separación entre el poder del gobierno y el poder de las compañías. La puerta giratoria entre los altos niveles del gobierno y las oficinas de las compañías gira tan rápido y tan continuamente que básicamente se ha salido de su curso y ya no proporciona incluso la mínima barrera que antes brindaba. No se trata meramente de que el poder de las compañías ya no tiene restricciones; es peor que eso: las compañías explotan activamente el poder del estado para afincar y ensanchar aun más su poder.

Eso es lo que es en términos generales esta campaña contra WikiLeaks: un esfuerzo concertado y unificado entre el gobierno y una de las entidades más poderosas del sector privado (el Bank of America es el banco más grande del país). Las empresas que el Banco ha contratado (tales como Booz Allen) [otra compañía del sector de defensa] están llenas de gente que trabajó en los niveles más altos del sector de defensa e inteligencia, mientras que estas otras firmas periféricas (incluyendo a Hunton&Williams y a Palantir) tienen contactos extremadamente buenos con el gobierno de los Estados Unidos. La obsesión del gobierno de los Estados Unidos de destruir a WikiLeaks ha sido documentada muy bien. Y puesto que el gobierno de los Estados Unidos tiene libertad para violar la ley sin ninguna restricción, vigilancia o llamado a rendir cuentas, del mismo modo sus “socios privados” son capaces de actuar ilegalmente. Esa es la lección que surge de la decisión del Congreso de otorgar una inmunidad retroactiva completa a las empresas de telecomunicación que han actuado ilegalmente, de la negativa a perseguir penalmente a cualquiera de los criminales de Wall Street que causaron la crisis financiera del 2008 y de los esfuerzos instintivos de la clase política de proteger a los bancos hipotecarios fraudulentos.”

Ayer martes, 15 de febrero, Hillary Clinton dio una conferencia en la que exaltó la contribución de las redes sociales en el proceso que ha dado lugar a la caída de regímenes opresivos en Túnez y en Egipto. Sin embargo, como lo reporta el diario The Guardian, su gobierno continúa en una batalla en los estrados judiciales contra las organizaciones de defensa de los derechos civiles de ese país. ¿La razón? El gobierno de Estados Unidos está detrás de los datos privados de la cuenta de Tweeter de la diputada del parlamento de Islandia Birgitta Jonsdottir. Jonsdottir fue una de las personas que colaboró con Assange en la edición y publicación del video que conocemos con el nombre de Asesinato Colateral.

Todos estos hechos no necesitan comentario editorial. Ustedes saquen sus conclusiones.

Mientras tanto, quiero aprovechar la oportunidad para insistir en esta causa:

Quiero invitar a todas las personas que simpatizan con mi resolución a enfrentar la arbitrariedad del BCSC que se unan al siguiente grupo en facebook: Defendemos la libertad de poder hacer donaciones a WikiLeaks.

El propósito del grupo es el siguiente:

Defendemos la libertad de poder hacer donaciones a WikiLeaks. Nos parece que la decisión del banco colombiano BCSC de no permitirle a un cliente una transferencia de fondos de su cuenta a una cuenta en el banco Landsbanki para hacer una donación a WikiLeaks es una grave violación de su derecho a la libertad y la igualdad. Protestamos contra esta arbitrariedad, una más de los tantas cometidas por bancos que han abusado de su posición dominante. Creemos que Colombia necesita una banca fuerte para desarrollarse social y económicamente. Pero también creemos que una banca fuerte es una cosa muy distinta de una dominante que comete abusos como éste de no permitir una donación a WikiLeaks.

Ayer pasamos de los quinientos. Ojalá se unan mil, dos mil o más personas. Como en Túnez y en Egipto, usemos las nuevas tecnologías para enfrentar la arbitrariedad.

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