Con los pies en la tierra

Publicado el Observatorio de Tierras

La Minga Indígena y su resistencia en el caminar

Por: Nusmem Alfredo Acosta Aguilar

El 19 de octubre de 2020 pasará a la historia como el día en que se demostró a todo el mundo cómo las comunidades indígenas del territorio colombiano hacen resistencia al caminar y movilizarse.  La Minga indígena, liderada por el CRIC, Consejo Regional Indígena del Cauca, llegó a Bogotá y marchó hasta el centro político de la nación de manera pacífica, alegre, diversa y con fuerza en sus argumentos.

La Minga es un ejemplo de que la movilización social y pacífica en Colombia es posible. Con un control por parte de la Guardia Indígena de la movilización, en complicidad de los gestores de convivencia de la Alcaldía Distrital, se demostró que la defensa de los argumentos y la política se pueden dar sin violencia y con unidad.

El objetivo de llegar a la plaza de Bolívar para reunirse con el presidente Duque no se cumplió. Lo anterior queda simbolizado por la silla vacía que se dispuso en el punto de encuentro. Esto había ocurrido también en la ciudad de Cali, punto de encuentro inicial, pero al no haber presencia del primer mandatario y esperar tres días allí, se decidió venir a la ciudad de Bogotá. Esto demuestra que el gobierno colombiano no reconoce su diversidad étnica y busca excusas para no debatir políticamente con la comunidad. Pareciera que existe un miedo a enfrentarse políticamente y a través del diálogo con las comunidades organizadas, con su pueblo, con peticiones y reivindicaciones expresadas de una forma muy clara.

La Minga lucha por la vida, el territorio, la democracia y la paz. Organizaciones criminales hacen presencia en los territorios y el gobierno no hace nada. Hay masacres y muertes de líderes indígenas y la pregunta es: ¿por qué el presiente no quiere hablar con los indígenas? El gobierno no reconoce estos hechos, da la espalda a la realidad, sectores que lo representan estigmatizan a la Minga, los tratan de guerrilleros y buscan formas para deslegitimar como por ejemplo cuestionar sus recursos, el sentir y descontento social es generalizado.

Las comunidades indígenas expresadas en la movilización del 19 Oct defienden la naturaleza, la vida, la cultura, el territorio y el buen vivir del pueblo. Es momento de hablar y no de callar, estas comunidades están en búsqueda de un mundo más incluyente y diverso. Al contrario de lo que se piensa, es importante escuchar a la Minga, lo que tienen por decir. En la marcha había, niños, jóvenes, adultos y mayores, todos unidos entornos a la lucha con un mismo propósito. No importó el cansancio, la sed y el sol, las palabras de aliento de la gente impulsaban el caminar. El himno de la guardia indígena permitía la resistencia de la marcha. Más de 15.000 personas se movilizaron acompañando la Minga, la realidad es que las cosas no están bien, que existen muchos factores que obligaron a la protesta.

La jornada terminó pacíficamente con una reclamación por parte de la Minga a la inasistencia del presidente para escucharlos. Con reproches del gobierno por el hecho de que se marcha en una pandemia y desconociendo que la Minga tenía todos los protocolos de (bio)seguridad previstos para evitar contagios y violencia en las calles. Así mismo, el gobierno manifestó dialogar con las comunidades indígenas en el Cauca, lo cual es ridículo puesto que vinieron a Bogotá precisamente por la ausencia en su territorio.  Queda en evidencia la intención y disposición de la Minga al diálogo, pero para hablar se necesitan dos. Esta no va a ser la última marcha indígena, replantear los errores del gobierno es el camino, la Minga seguirá en la lucha y como lo dice el himno que representa lo hará con guardia, guardia, y fuerza, fuerza.

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