Con los pies en la tierra

Publicado el Observatorio de Tierras

Fedegan: camaleón de la memoria histórica.

Por: Nataly Triana Guerrero

El suelo de Colombia es más allá de una oración y un canto de la vida, sus raíces se encuentran arraigadas por la sangre y el dolor de muchos campesinos que han sido despojados, masacrados y asesinados en sus tierras por actores armados en compañía de grupos políticos y económicos. Escondiendo una memoria que retumba como el corazón delator de Poe, acechando a todos los que allí reposan sus pies en contra del olvido e impunidad. Ahora, escuchen más fuerte, más fuerte!

Esta es la historia de unos taladros cuyo sonido anuncia la muerte:  la llegada de la Federación de ganaderos de Colombia al Centro Nacional de Memoria Histórica (CNHM) para contribuir en la conservación y recopilación de relatos, que señalan al sector ganadero como víctima del conflicto armado, sin dar mayor relevancia a sus nexos con el paramilitarismo.

Este grupo armado -el paramilitarismo- es un principal actor del conflicto que fue financiado por la asociación de ganaderos pertenecientes a esta federación durante la presidencia de Jose Visbal Martelo durante 1991-2004, quien no sólo dotó de armamento a esta organización criminal para defender sus bienes de los secuestros y extorsiones de las FARC EP, también se benefició de los despojos y masacres realizadas a pequeños campesinos, permitiendo la apropiación de los predios forzosamente abandonados por sus dueños

De acuerdo con el informe Basta ya del CNMH en el 2013, el paramilitarismo históricamente se ha situado como el mayor perpetrador de masacres y el presunto responsable junto con la Fuerza Pública de las desapariciones forzadas. El paso de esta organización por nuestro suelo no ha sido omnipotente. El respaldo de Fedegan para la perpetración y recrudecimiento de la violencia, ubican a este grupo económico al interior del conflicto armado como victimario. Si bien es cierto que el sector ganadero fue el principal blanco de extorsiones y secuestros de las FARC EP, no se puede justificar la cooperación con el paramilitarismo, ya que este gremio fue receptor de beneficios económicos provenientes de las ganancias y utilidades obtenidas a partir de las tierras despojadas a campesinos.

En tanto su participación en el CNMH bajo un relato que tergiversa los hechos ocurridos en el conflicto armado y deslegitima las investigaciones realizadas por el mismo centro y otras instituciones años anteriores, complejiza la construcción de una memoria histórica que dignifique las voces de las víctimas y de lugar al derecho a la verdad y la reparación integral. Más allá de las partes del conflicto, este acontecimiento debe suscitar la preocupación de todos los colombianos, la construcción de una memoria histórica manipulada e incompleta conduce al desconocimiento y la repetición de las causas del conflicto.

Entretanto que instituciones del proceso de paz se encuentran en búsqueda de la verdad y el gobierno actual, en complicidad de los intereses y visiones de su partido, trata de eclipsar la misma existencia de un conflicto armado, el suelo que habitamos seguirá latiendo con furia en contra el silencio, la violencia y la injusticia, resistiendo a la guerra.

 

Comentarios