“En las manos de mi superior debo ser cera blanda, algo de donde éste obtenga lo que le plazca… Debo… considerarme como un cadáver, sin inteligencia ni voluntad; igual que una masa de materia que sin ninguna resistencia se coloca donde la place a cualquiera… Así debo ser en manos de la Orden para servirla en la forma que ésta juzgue más útil.” [i]
Así habría descrito Ignacio de Loyola sus ideas sobre el que debería ser el estado mental de un jesuita. ¡Vaya que esto podría ayudar a resolver la pregunta del blog!
Hayek ponía en duda que un individuo dispuesto a ser una masa que se coloca donde le plazca a su superior, pueda considerarse libre. Y que, por tanto, pudieran calificarse como libres sus actos.[ii]
Sometidos en Colombia desde hace 20 años a un régimen fascista -que trabaja ahora por hacer trizas el Acuerdo de Paz-, tres años después de constituida, la Comisión de la Verdad aún no ha llamado a la Iglesia Católica a testimoniar sobre su participación en la guerra civil.
Este sería un resultado esperable desde cuando el régimen dispuso en 2018, que un sacerdote jesuita católico fungiera como Presidente de la Comisión de la Verdad (CV).[iii]
Ya a punto de terminar sus tareas la CV este noviembre, el blog expone algunas señales que permitirían dudar sobre la veracidad del proceso y de los resultados que, pomposamente, anuncia desde estos días.[iv]
En primer lugar, no habría sido digno de fiar que, como se ha hecho público, la CV hubiera utilizado mecanismos faltos de transparencia en el ejercicio de sus funciones administrativas – electorales.
En efecto, el bloguero denunció en su momento que la elección del Comisionado Leyner Palacios Asprilla finalizando 2020, habría estado ensombrecida por cambios intempestivos secretos en las reglas de juego.[v]/[vi]
En paralelo, tampoco serían señales de veracidad que, después de tres años de funcionamiento, la CV no hubiera invitado aún a la Iglesia Católica a testimoniar en relación con sus presuntas responsabilidades como auspiciadora, cogestora y/o beneficiaria de la guerra civil colombiana.[vii]
Al respecto, surge el riesgo de que la CV caiga en la tentación de evadir sus obligaciones constitucionales, porque:
Primero. Afirma estar operando con base en una cuestionable autonomía técnica avalada por la Corte Constitucional, lo que no justificaría diseñar en privado estrategias sobre asuntos públicos de esta envergadura.
Segundo. Porque habría usado dicha autonomía para aplicar sus propios “criterios de priorización” implementando “una ruta interna de trabajo”, gracias a los cuales no puede probar que la Iglesia Católica figure entre las “comunidades de fe de distintas religiones” con las que, dice, ya habría “adelantado espacios de escucha”.[viii]
Tercero. Porque, en el mismo contrasentido, la CV afirma respondiendo el petitorio, que “ … no puede hacer coercitiva la realización (sic) de las responsabilidades individuales y (sic) colectivas”, cuando el petitorio le solicitaba invitar (¿coerción?) a la Iglesia Católica a presentar sus testimonios de manera voluntaria y libre (¿coerción?).
Cuarto. El petitorio al respecto, reza como sigue: Que la CV … invite a la Iglesia Católica a que, una vez expuesta libremente su verdad, defina las circunstancias de tiempo, modo y lugar mediante las cuales reparará a las víctimas de sus daños, les pediría perdón público y les garantizará la no repetición de estos actos.”
Quinto. Conviene añadir al final que debido a estas dudosas actitudes, el suscrito peticionario expuso ante la CV que los riesgos preestablecidos sobre la riesgosa condición de “juez y parte” en que al respecto estaría inmerso el sacerdote jesuita católico, a la sazón Presidente de la CV, ciudadano Francisco de Roux, le exigían dejar esta CONSTANCIA:
“El suscrito actor deja constancia ex ante de que la condición del ciudadano presidente de la CV, públicamente reconocida como miembro que es de la Compañía de Jesús, elemento ideológico central del Estado Vaticano, le coloque en condición de impedimento para conocer, evaluar y, menos, tomar decisiones en este asunto.”[ix]
«La verdad debe ser un bien público, un derecho y un deber ineludible»: Francisco de Roux
https://comisiondelaverdad.co/noviembre 2018
Congótica. No conviene poner a los ratones a cuidar el queso.
Congótica 2. Se va confirmando, por lo menos sospechoso, que un sacerdote católico presida la comisión constitucional para determinar la Verdad de una guerra en la que, probadamente hasta ahora, la Iglesia Católica ha tenido participación directa e indirecta.
* Veraz: Que dice la verdad. Que se ajusta a la verdad o la realidad.
[i] Hayek, F. (1996). Los fundamentos de la libertad. Barcelona: Folio, pg. 30.
[ii] Entendiendo la libertad humana como condicionada a nuestras limitaciones sicosomáticas, lejana por supuesto de la fantasía del libre albedrío.
[iii] Decreto 588/17.
[iv] Los que serían consignados en un publicitado “Informe Final”.
[v] A este respecto, ante la Procuraduría General de la Nación fue radicada una acción en noviembre 3 2020 denunciando por posible prevaricato por acción y omisión al Secretario de la CV (todavía en tránsito) y luego ante el Consejo de Estado, otro acto en noviembre 12 2020 alegando presunta ilegalidad sobre esta decisión de la CV (no admitido por presuntas omisiones jurisprudenciales).
[vi] El suscrito bloguero, participó como candidato seleccionado en este proceso electoral.
[vii] Derecho de Petición radicado ante la CV este 25 de enero 2021, con pretensiones de haber sido respondido mediante dos oficios de la CV fechados «febrero de 2021» y «marzo de 2021».
[viii] Apartes tomados del documento de tres páginas que, como producto de un recurso de insistencia por no respuesta a fondo del derecho de petición de enero 25 2021, remitió la CV hacia el suscrito bloguero (fechado “marzo de 2021”). (No conocemos que la CV hubiera sido objeto de algún tipo de auditoría programática, por ejemplo).
[ix] Petitorio de Enero 25 2021, ya citado.