Bernardo Congote

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¡Serena Williams no perdió!

Serena Williams perdió la final del US Open. Este sábado 8 de agosto, una novata de 20 años, Naomi Osaka, la derrotó por dos sets a cero en New York ante 24.000 espectadores. Novata que, valga precisarlo, hizo gala de excelsas virtudes como tenista y ser humano. Se sobrepuso a una crisis desatada por los errores de la Williams quien, desconociendo los reglamentos, se fue contra el árbitro del juego pretendiendo ensuciar la cancha cuando vio perdido el partido.

Pero la derrota sufrida por Williams no fue sólo suya. El sábado 8 de septiembre todos los estadounidenses sufrieron una gran derrota. La exigencia que le hizo Williams al árbitro Carlos Ramos, de que le pidiera disculpas por haberla sancionado correctamente. Haberlo llamado “ladrón”, por ello. El abucheo del que fue víctima el árbitro por aplicar el reglamento. El abucheo del que también fue víctima la campeona Osaka cuando fue llamada a la premiación. Los melosos discursos de los organizadores tapando las groseras violaciones de la Williams. Y, lo que faltaba, la medida de los organizadores de sacar al árbitro por la puerta trasera del estadio, todo ello configuró un cuadro vergonzoso.

Los Estados Unidos de América siguen poniendo al desnudo sus flaquezas por doquier. Comenzando esta semana, Donald Trump había lanzado todo tipo de improperios y amenazas contra el New York Times, por haber publicado un artículo anónimo que denunciaba algunas fracturas al interior de la Casa Blanca.  Fracturas que sólo confirmarían desde adentro lo que todo el mundo está viendo desde afuera.

La CIA, la Casa Blanca y buena parte del gabinete Trump, han gastado municiones buscando al articulista pretendiendo distraer la atención frente a las posibles verdades denunciadas. Utilizando el viejo truco de matar al mensajero, Trump y sus correligionarios quieren denunciar al “enfermo mental” que escribió un artículo que puede estar preñado de verdades, profundizando, de esta forma, su tarea de llevar a la sima a los Estados Unidos. Paradójicamente, enarbolando la banderilla del “America First”. Aupados, nada menos que por más de 60 millones votos en 2016, Trump y los suyos están aplicando a rajatabla los mandamientos de una mayoría de estadounidenses que estaría dando patadas de ahogado en medio de una indetenible decadencia sociopolítica y económica.

No hace mucho Paul Krugman, uno de los más agudos críticos económicos del régimen, mostró cómo las señales que están dando los Estados Unidos, reproducen buena parte de las que emitió el Imperio Romano en su decadencia. Sancionar al árbitro que aplicó un reglamento o amenazas a la prensa libre por serlo, anunciarían el desmoronamiento de las ya frágiles estructuras de los Estados Unidos.

Estados Unidos se encontraría abocado a una situación precaria de dimensiones inconmensurables. La fotografía que destapó el US OPEN esta semana en New York es, lamentable. La de las verdades de la Casa Blanca, ni se diga. Todo ello desnudaría el padecimiento de una grave perversión moral colectiva. El trastocamiento de algunos que respetables valores de los Padres Fundadores.

Quienes desde Colombia continúan alimentando la fantasía de seguir aferrados al que fue por décadas nuestro “primer socio”, están en mora de ir poniendo sus barbas en remojo. Estados Unidos, en el deporte y la política, ambos en los que fue gran campeón en décadas pasadas, demuestra que está haciendo agua.

No habría sido Serena Williams, su ícono deportivo, la única que perdió este sábado en Flushing Meadows. Fueron los Estados Unidos y sus incorrectas prácticas personales, sociales y políticas.

Maquiavélica. El ciudadano DUribe acertó nombrando al «caído del zarzo» en Washington (Ahora Disneyland tendrá otro nuevo muñequito: El Pacho Donald).

Maquiavélica 2. El ciudadano DUribe, casi todas las mañanas detiene el viaje de centenares de viajeros del sistema Transmilenio, para que pasen las motocicletas, carros y camionetas que le llevan desde su residencia hacia la Casa de Nariño. Habría mejores formas de hacernos ver que es el presidente. La mejor de ellas ¡gobernando!

 

Bernardo Congote es profesor universitario colombiano y miembro del Consejo Internacional de la Fundación Federalismo y Libertad (Argentina).

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