¡¿Estamos avanzando hacia atrás?! La nueva Ministra de Agricultura acaba de anunciar su revolución con viejas ideas: la entrega(sic) de más de medio millón de hectáreas a minorías campesinas, indígenas y afro. [i]
“No sólo es la entrega de la tierra… sino acceso al crédito y la asistencia técnica … para el desarrollo agropecuario… se trata de ”reconocer la propiedad de la tierra para los campesinos”, añade sin sonrojarse.
El problema es que Petro piensa peor. Acaba de amenazar con comprar tres millones de hectáreas «y dárselas a campesinos.» (El Tiempo, Sep 24, Pág. 1.2).
Señor Presidente: lo mismo hicieron los Virreyes españoles hace 6 siglos para lograr que ladrones, prostitutas y curas se lanzaran a colonizar este continente bendecidos por la Espada y la Cruz católicas.
Estas amenazas sólo bautizan de «revolución» lo que hizo mal el imperio español: garantizar la propiedad de la tierra como un privilegio, no como un recurso productivo. ¡España no fomentó el trabajo sino la violencia privilegiada! (Y si esto fue pactado con las FARC, convendría renegociarlo). [ii]
Contabilizamos varios siglos intentando superar el dominio español, pero el presidente y su ministra de agricultura en pleno siglo XXI confirman que con la independencia saltamos desde una colonia exterior a una interior.[iii]
“Nuestra vida se construye en función de lo colonial,… ‘de la colonia a la colonia’. Es innegable que la Colonia… ha tenido una influencia grande en … nuestra vida posterior…” (Ospina, Cit., Pág. 455. Itálicas del blog).
Por eso no hay que halarse las orejas con estas «revoluciones» gubernamentales. Casi 600 años después de la llegada de Colón, se planea regalar casi 4 millones de hectáreas como bendición del virreinato Petro.
¿Para qué? «Para darles (sic) crédito y tecnología», afirma la ministra. ¿Crédito que los campesinos pagarán cómo? ¿Acaso no se ha quebrado varias veces la Caja Colombiana de Crédito Agrario (hoy Banco Agrario financiando a los amigos del régimen)?
¿O acaso Petro o su ministra pagarán esos créditos de su chequera personal? ¡No! Los pagaremos los contribuyentes.
¿Acaso este gobierno ha probado falso que, por ejemplo, la tecnología del riego al minifundio, sólo ha multiplicado la miseria minifundista de millones de campesinos? (La señora ministra conoce estos datos hace ya tiempo…).[iv]
¿Con qué autoridad intelectual (por no decir moral), Petro y su ministra califican de «revoluciónarias» estas alucinaciones? (¡Porque ambos estarían ignorando voluntariamente hechos protuberantes!)
Después de la primera reforma agraria de 1936, en Colombia ha fracasado la especie de que el estímulo al campesinado minifundista pueda ser motor de transformación social ni económica.
¡El minifundista no ha podido siquiera transformar a su empobrecida familia que terminó huyendo para empobrecerse en los breñales urbanos!
Minifundio y Miseria han sido primos hermanos durante casi un siglo de reformas y más reformas agrarias (costando miles de millones de impuestos) como esta «revolucionaria» colonialista: entregando tierras a cambio de espejismos.
El Presidente acaba de gritar a voz en cuello ante el mundo que “la guerra contra las drogas ha fracasado”. ¿Por qué no grita aquí en el barrio que las reformas agrarias criollas han fracasado?
¿Por qué este gobierno insiste en derrochar nuestros escasos impuestos vendiendo ilusiones para agravar las frustraciones de los campesinos? ¿Por qué insiste en aumentar su miseria dizque para solucionarla?
(¿Acaso vieron en Casa de Nariño los zapatitos rotos de Diana Estupiñán, la niña triunfadora de la Voz Kids Colombia hace apenas unos días? ¿Es o no miseria la que viven los niños afro que se asfixian a orillas del mar bonaverense?)
¿Y Petro la va a resolver entregándoles (sic) tierra a quienes nunca han cultivado algo? ¿ Entregándoles (sic) créditos que no van a poder pagar? ¿Entregándoles (sic) tecnologías que terminarán oxidadas o derrochadas?
Señor Presidente: en Colombia tenemos que acabar con la miseria campesina, no estimularla. ¡Acabemos, no aumentemos, la miseria![v]
¡Nos conviene!
Congótica. Probado está que en Colombia se impone la miseria como filosofía como salida de la filosofía de la miseria. ¡Nos amenaza el más puro populismo jesuita!
Congótica 2. En Colombia cada nuevo gobernante llega cargado de “cuentos chinos” y “paquetes chilenos”.
Congótica 3. No es gratuito que hace años un vividor hubiera embaucado a las clases altas del Huila haciéndose pasar como “Embajador de la India”.
Congótica 4. Lo peor es que ¡nosotros elegimos a estos embaucadores!
[i] “Gobierno entrega 680.000 hectáreas…”, www.elespectador.com Consulta de septiembre 22 2022
[ii] Guillén, F. (1996). El poder político en Colombia. Bogotá: Planeta, Páginas 123 y siguientes. Congote, B. y Otro. (2016). «El uso minifundista de la tierra…». Bucaramanga: I+D Revista de Investigaciones. 8(2), Pp 25-34.
[iii] Ospina, L. (1997). Industria y protección en Colombia 1810-1930. Medellín: FAES.
[iv] Congote, B. y Otro. (2014). “Dos hipótesis sobre el efecto que tiene en la forma de explotación agropecuaria aplicar subsidios a sistemas de riego. El caso del Alto Chicamocha (Boyacá, Colombia)”. Bogotá: Revista Cuadernos de Economía, 33(62), 259-295.
[v] https://blogs.elespectador.com/politica/bernardo-congote/acabemos-la-miseria-agropecuaria
Febrero 7 2022