Bernardo Congote

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Colombia entre dos fascismos: el de derecha y el de izquierda

 

Llegamos a 10.000 muertos por Coronavirus[i]. Es la noticia de impacto general. Pero hoy, como ayer siguen “silenciados” los muertos por homicidios, suicidios y accidentes[ii]. Y siguen en silencio los crímenes paramilitares contra líderes sociales y guerrilleros reinsertados.

Ello demuestra el clima dictatorial que se ha fortalecido gracias a la pandemia. La dictadura es la expresión del fascismo; su instrumento y su arma. Y el dictador es su siervo más abyecto[iii].

El fascismo es una forma perversa para degradar la política. Destruirla. Prostituirla. Parte del supuesto de que un individuo es más sabio que todos y cada uno de los demás individuos sociales.

Y supone que la masa no piensa. Que se la puede someter. Que está hecha para servir. Y que puede controlar autoritariamente su movilidad y el ejercicio de sus demás derechos fundamentales.

El fascismo bloquea al Legislativo; castra al Poder Judicial y obstruye la deliberación ciudadana cooptando o aniquilando la prensa libre; fomenta el miedo terrorista.

Los fascistas son expertos en convertir los hechos judiciales en «relatos imaginarios», como lo pretende hoy la secta democrática ahogando la prensa con fake news.

El fascismo necesita de un dictador que se venda como una especie de iluminado-si es de derecha-, o salvador – si de izquierda-..

 

El dictador no habla sino que vomita palabras. Tampoco piensa porque los iluminados y los salvadores lo saben todo. Tampoco lee. No escribe. Apenas si twittea.

 

El fascismo es el monstruo que produce una democracia degradada y frágil. Una democracia que amenaza con comerse a sí misma ora por la izquierda ora por la derecha.

El fascismo es cobarde e incapaz de surgir por sus propias fuerzas, porque no las tiene. Es, funcionalmente parásito y espiritualmente perezoso. El de derecha, tiene como aliados a los monopolios y el terrorismo militar y paramilitar[iv]; y el de izquierda, ofrece como solución desbaratar toda la estructura económica para que todos seamos iguales de pobres[v].

El dictador es estructural y funcionalmente perezoso. El dictador no es apto para negociar, sólo dar órdenes. El dictador no es apto para proponer sino para gritar. Al dictador no le gusta trabajar sino expropiar.

 

Lo anterior explica que toda dictadura fascista descanse sobre un perverso aparato militar y policial[vi]. Para imponer el terror son útiles las balas, las milicias bolivarianas, las autodefensas o los aviones supersónicos.

 

No en vano la milicia se rige por la consigna de que “el que piensa, muere”. El que piensa es abortado por la organización y al que pide perdón, se le pide la baja.

El aparato dictatorial fascista militar es violento por esencia. El formato dictatorial fascista concibe la guerra como la forma natural de ejercer su vocación manipuladora. ¡El cementerio es su gran escenario!

El fascismo de derecha colombiano contabiliza siglo y medio de guerra civil gamonal, guerrillera o paramilitar[vii]. Y al de izquierda le cae como anillo al dedo la guerra permanente exterior[viii].

El triunfo del NO en el referendo pacifista de 2016 fue un atentado terrorista contra la democracia. Y la culebra sigue viva, torpedeando la vitalidad de la JEP, de los Acuerdos de Paz y de la reinserción democrática de la ; Y a favor del SÍ también estaban agazapados los favorecedores de la guerra y la insurgencia como caminos.

 

La secta democrática no tuvo argumentos por el SÍ porque no sabe pensar;  defender el NO con gritos y amenazas le resultó cómodo. Pero a favor del SÍ también había partidarios izquierdistas de la guerra; el referendo de 2016 fue el autogol del siglo.

El gravísimo e irreparable error de Santos y de varios millones de ingenuos, fue desconocer las tensiones fascistas de uno y otro lado pretendiendo resolverlas democráticamente. Fue como darle un revólver a un niño.

Cargado de un evidente angelismo democrático, Santos ignoró que él había sido, al tiempo, instrumento de una secta guerrerista y de otra defensora de la utopía insurgente o la «desobediencia civil».

Y se equivocó pretendiendo que su referendo saliera avante ofreciéndoles sonrisas, abrazos y argumentos demócratas a los fascistas de ambos lados.

Por ello Santos se llevó entre sus propios cuernos la que habría sido su mejor obra – así ostente premio Nobel-. Santos le sirvió en bandeja de plata su experimento pacifista a un aquelarre de fascistas de derecha e izquierda.

 

La cereza del postre fue que terminamos eligiendo a un adolescente en 2018. Presentado como la “joya de la corona” elegimos a un burócrata improvisado de politiquero, votado mediante maquinaciones fascistas.

La compra de votos en la región más disfuncional de Colombia, la Costa Atlántica, habría garantizado el número mágico para vencer en las urnas al candidato opositor[ix].

 

Con el agravante de que Petro, conductor del extremismo afecto a la izquierda madurista, era la expresión fascista dictatorial del otro lado.

 

Por eso advertimos a tiempo que Colombia estaba eligiendo entre los peores[x]. Y también que el jefe de la secta derechista había prohibido expresamente votar por Fajardo[xi].

 

Por eso conviene escribir y hablar de fascismo en Colombia. Por eso conviene desnudar las promesas dictatoriales que nos asfixia.

Y por eso el crónico confinamiento coronavírico amenaza continuar sin límites razonables. Porque controlado por tensiones fascistas de ambos lados, sólo les sirve a esos intereses degradantes y violentos.[xii]

 

Congótica. Se queda en el tintero el enlace del aparato: el monopolio.

Congótica 2. El fascismo dictatorial le es funcional al monopolio. La libre empresa es aplastada por el fascismo.

Congótica 3. Sólo los monopolios sobreviven en medio del fascismo dictatorial de izquierda o de derecha.

Congótica 4. Y si a ello le sumamos esta pandemia en la que el dictador de turno elige cuáles empresarios pueden trabajar y cuáles no … ¡Kaput!

[i] Diario El Tiempo, “Lo que dicen las 10.000 muertes…” Agosto 01 2020. Cálculo del blog estimando sólo el primer semestre 2019.

[ii] https://blogs.elespectador.com/politica/bernardo-congote/11-491-muertos-segunda-853-coronavirus-primera

Mayo 29 2020

[iii] Poulanzas, N. (1983). Fascismo y dictadura. México: Siglo XXI.

 

[iv] https://blogs.elespectador.com/politica/bernardo-congote/coronavirus-destaparia-coronavivos

Marzo 27 2020

https://blogs.elespectador.com/politica/bernardo-congote/la-industria-azucarera-engano-politiquero

junio 1 2020

[v] Clavijo, S. (2020) “Debate tributario y capital”. Diario El Tiempo, Agosto 02 2020, Pg. 1.18

[vi]En relación con el tamaño de la población, las colombianas sería unas de las más numerosas si no de América, del planeta.

 

[vii] Congote, B. (2011) La iglesia (agazapada) en la violencia política. Charleston: Edición propia disponible en www.amazon.com

 

[viii] Orwell, G. 1984

[ix] Si existiesen dudas acerca de su disfuncionalidad convendría examinar la etiología geográfica de los expedientes judiciales más gravosos.

https://blogs.elespectador.com/politica/bernardo-congote/familias-tradicionales-empresas-criminales

marzo 10 2020

 

[x] Http://blogs.elespectador.com/politica/bernardo-congote/Eligiendo-entre-peores

Junio 19 2018

[xi] http://blogs.elespectador.com/politica/bernardo-congote/prohibido-votar-fajardo

Mayo 9 2018.

[xii] https://blogs.elespectador.com/politica/bernardo-congote/se-prorrogan-confinamiento-la-dictablanda

Junio 24 2020

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