La calle no pregunta. Tampoco responde.

La calle no piensa. Apenas cree.

La calle se arrodilla. No se levanta.

La calle se deja llevar y traer.[i]

La calle no argumenta. Repite consignas.

La calle no discute. Menos dialoga.

La calle incendia. No apaga.

La calle apedrea. No apacigua.

La calle destruye. No construye.

 

Desde los Nerones y Calígulas no habría algún dictador desafecto al populacho.

La Edad Media silenció cristianamente al pueblo para domarlo como oveja de la Iglesia Católica.

El Renacimiento fue de individuos.[ii]

La Revolución Francesa reabrió el camino de la calle guillotinando e incendiando.

El bogotazo colombiano también.

El incendio chileno no se quedó atrás.

La dictadura argentina amasó la calle para desaparecer y torturar cabecillas.

La “primavera árabe” sólo dejó muertos.

También en Irán, las calles quedaron sembradas de sangre y las cárceles llenas de callejeros.

Venezuela llenó las calles de hambrientos arrodillados ante un régimen que ofrece elegir entre la prisión o un mendrugo de pan.

 

Hay quienes pretenden encasillar aquella revuelta francesa como una especie de “parto democrático”.

Pero, pasados ya algunos siglos, dicha revuelta callejera obstruyó, no facilitó consolidación democrática alguna.

Las cabezas de los reyes en el piso, abrieron el camino a las dictaduras desde Lenin y Stalin.

Ni ellos ni la calle leyeron-entendieron a Marx.

No en vano después del golpe callejero francés y las alucinaciones soviéticas, sus alumnos se llamaron Hitler, Mussolini, Franco.

Luego reverdecieron los devotos de la calle en Europa, América y África.

Podría sugerirse que la llamada “crisis de la democracia” sea necesario buscarla donde casi nadie busca: en la calle.

¿Por qué “Petro el demócrata” le profesa devoción a la calle?

Porque el insurrecto que lleva adentro le hace proclive a la manipulación autoritaria de la calle, antes que a la negociación paciente entre los poderes del Estado.[iii]

Antes que a presentarse a las discusiones gremiales, Petro las acalla o ningunea aplastando incluso al mismo sindicalismo.[iv]

El insurrecto Petro cada vez más aplasta al pseudo demócrata reinsertado, cuyo único activo democrático habría sido, hasta ahora, ganarle unas elecciones por un estrecho margen a Hernández, el autócrata de los platudos.

El insurrecto Petro desvanece el poder legislativo (elegido por el pueblo) lanzando sus aventuradas “reformas” al veredicto de ¡la calle!

Parafraseando a García, el de Petro por la calle se reduciría a un mero amor en los tiempos de la cólera.

[i] Como los numerosos camiones que vi salir de Bogotá “cargando” indígenas el jueves 28 de septiembre en horas de la tarde.

[ii] La biología sintética tiende a probar que la modificación de las especies se lleva a cabo por mutaciones de una célula en estados de máxima entropía (lejanos del equilibrio).

[iii] https://blogs.elespectador.com/politica/bernardo-congote/presidente-urbano-e-insurgente-rural   Octubre 20 2022.

[iv] https://blogs.elespectador.com/politica/bernardo-congote/democratizar-ahora-aplastar   Febrero 26 2023.

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