Minería sin escape

Publicado el Juan Daniel Angulo Argote

La paradoja 728

Se trata más que una cifra numérica y económica, es la historia de dos lugares distanciados a más de 19.000 kilómetros. La razón: tacto, olfato y visión en el uso y distribución de la tierra, el mayor tesoro de la humanidad.

Con tan solo 728,6 kilómetros cuadrados (km²) de superficie y alrededor de 5,5 millones de habitantes, es una de las Naciones-Estado con mayor productividad del planeta, supera con creces a los países del grupo de los siete (G7) “los geriátricos, así se refiere a dichas economías el reconocido y respetado economista y profesor de la Universidad de Cambridge José Gabriel Palma”.

A continuación, menciono ciertas cifras de uno de ellos, los Estados Unidos de América, con una superficie de 9,834 millones de kilómetros cuadrados (km²) y cerca de 331,9 millones de habitantes. ¿Cómo ese pequeño fragmento de tierra, logra romper ese tejado de vidrio “productividad” que le es ajeno encontrar de manera sustentable a toda América Latina y el Caribe?

Se trata de Singapur, un lugar que antes de 1965 era similar en desigualdad, pobreza y violencia a los países de las Antillas, centro América y algunos de América del Sur, caso Colombia (el segundo más desigual de ALC, según el coeficiente Palma). Y es precisamente, donde dos recursos naturales logran transformarlo en menos de cincuenta años, les hablo de la tierra y el agua.

No posee carbón (térmico y metalúrgico), petróleo, gas, esmeralda, oro, cobre, ferroníquel, flores, café, todos los pisos térmicos, páramos, ríos, dos mares, biodiversidad en fauna y flora, por solo mencionar algunas de las riquezas de Colombia, aún, sin perspectiva periférica por parte de los tomadores en las decisiones “sus dirigentes y funcionarios”.

Singapur, gracias a estos dos recursos naturales “tierra y el agua” es autosustentable, generador de riqueza social, ambiental y económica a perpetuidad. Construyeron el puerto de carga de tránsito y la industria de artillería más grande del orbe, es nacional (le aporta el 80% del ingreso público a sus arcas fiscales en un modelo capitalista, pero con un rol de un Estado presente y activo en el manejo de sus propios recursos naturales, nunca esperan encontrar sus soluciones desde la inversión extranjera directa como sucede en Colombia).

El puerto pertenece a todos los singapurenses, tal vez, el celular que está usando para leer estas palabras, fue cargado en dicho lugar con sus enormes grúas fabricadas con manufactura autóctona, no la de otros.

Y ahora, nos trasladamos al otro lado del charco como decimos coloquialmente, a más de 19.000 kilómetros cuadrados (km²). Ese ínfimo espacio se encuentra en Colombia, lo menciono y estoy seguro que habrá muchos lugares en nuestro territorio y en el mundo similares, cuyos propietarios han aprendido y han tomado lectura del buen uso y aprovechamiento de la tierra. Posee una cifra numérica similar al tamaño de Singapur con 723, no kilómetros cuadrados (km²), ¡¡¡ojalá!!!, sino más bien, metros cuadrados (m²).

“Muchas veces pensamos y nos cuesta comprender, la irracionalidad y a la vez irresponsabilidad de nuestros dirigentes con el mal uso y aprovechamiento de los recursos naturales “desde la tierra, el agua, la energía solar entre otros”, a simple vista, les ha quedado grande, lo vemos en los municipios, departamentos y el país entero. Definitivamente Dios le da pan al que no tiene diente”.

Una familia de clase media convencional, trabajadora y sin usufructuarse del erario y lejos de la política, busca asegurar un futuro diferente al tradicional, planearon hace diecisiete años en una noche lluviosa y con tormentas -como es propio de ese lugar en época de invierno, en la calle de las flores del Municipio de Montelíbano, departamento de Córdoba- adquirir un pedacito de tierra bien ubicado en la provincia Sugamuxi, departamento de Boyacá (el lugar con las mejores cifras sociales de Colombia), y su visión de aquel entones se conserva; “preparar el presente, para vivir el resto de la vida diferente”. Todo, gracias al acceso de la tierra, y las enseñanzas propias y ajenas de la vida, sumado a la paradoja 728.

Es la tierra, uno de los recursos naturales que transforma y edifica a sociedades completas a perpetuidad (es lograr encontrar una pensión antes de los 35 años de edad, les cuento que si es posible). No se trata de un golpe de suerte, o por las condiciones climáticas, culturales o ubicación geográfica, ninguna de estas hipótesis es válida, está completamente demostrado en el libro Por qué fracasan los países con un sin número de ejemplos. “La desigualdad es una opción, Joseph Stiglitz”. Somos el fiel reflejo de lo que anhelamos ser, las opciones que elegimos y seguimos eligiendo.

La paradoja 728 es todo lo contrario a esa negación a la acción del buen uso de los recursos naturales, muy común de la gran mayoría de los colombianos. Con tanta riqueza, al final, no ha servido para nada.

La opinión particular de cada individuo, desafortunadamente es heredada de abuelos, padres y familiares, y se sigue autoconstruyendo o destruyendo con ciertas amistades que te rodean, partiendo desde la misma pareja que eliges y los que se hacen llamar guías espirituales, donde muchas veces te enceguecen y te alejan de la realidad, para no romper con ese tejado de vidrio.

Singapur y los 723 (una maqueta con vida que sigue buscando respuestas en la historia de ese pequeño país asiático). Son dos lugares llenos de bendiciones y prosperidades gracias al uso y distribución de la tierra.

Finalmente, mucho se habla de cómo dar ese paso para crear estos ambientes. A partir del año 2023, iniciaremos con charlas motivacionales sobre la paradoja 728, pronto les estaremos avisando.

«Los que se atreven escriben la historia. El resto sólo la lee”, Alex Von Crismar.

 

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