Minería sin escape

Publicado el Juan Daniel Angulo Argote

El Abogado Cirujano

Inician las épocas decembrinas y llega el “Niño Dios” por anticipado con el regalo  marcado desde el 27 octubre. Donde la masa de los buñuelos se termina de retocar, para seguir dorando los candidatos a ocupar los principales cargos públicos a nivel departamental-municipal, después de las gobernaciones y alcaldías. Solo se escucha en cada rincón nacional, medios televisivos y periodísticos, como hacen el rifirrafe de las direcciones en las corporaciones autónomas regionales, las secretarias y gerencias de las empresas de servicios públicos (el gobernante de turno acomoda el perfil profesional, si no eres abogado cirujano, aquí miramos como se enhebra la aguja, y manos a la torta, perdón al erario público). Uno de tantos casos por mencionar, es el reciente nombramiento de un diseñador industrial como director de una corporación autónoma regional. Reitero con mucho respeto, todos tenemos derecho, pero el adagio popular nos dice otra cosa “zapatero a tus zapatos”.

Con todo esto, a Colombia de ahora en adelante la llamaré: “El maizal de las tres C” (compadrazgo, cuates y cómplices, términos acuñados por Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, 2001). Me imagino que muchas veces han escuchado las siguientes frases por parte de la ciudadanía colombiana: fulano de tal es un político de gran trayectoria, obtuvo miles de votos, estuvo al frente de casi todas las secretarias municipales y departamentales, él tiene un talante impresionante, no importa si es bachiller, profesional y en el peor de los casos que haya falsificado títulos (alcaldes) o plagiado tesis (ministros y viceministros), no ha pasado nada, aún no han roto vidrios para indignarse, hasta la fecha nadie dimite, aquí no existe la ética, tremendo ejemplo de esa sociedad para las generaciones venideras, a ellos no les preocupa sus descendientes, eso lo traen impregnado en su ADN. “Ustedes seguirán siendo los reyes de las tres C, mientras a los tuertos «clases media y baja» con las reformas tributarias, ley de financiamiento y demás, los dejaremos ciegos”.

Desde las instituciones políticas y económicas del país se enhebra la aguja con las tres C. Si revisamos los perfiles profesionales dentro del Ministerio de Minas y Energía por solo mencionar, los principales cargos no corresponden con la esencia del sector “conocimiento técnico”, esto sucede en todos los Ministerios y demás instituciones del Estado. Algo que no me sorprende, pero si genera desconfianza, aparte de la melaza oscura, espesa y dulce después de la cristalización del azúcar de caña ¿qué otras sustancias $$$$ existen detrás de esos nombramientos públicos?.

Encontrar profesionales integrales en el sector público no es normal, me refiero al recorrido tanto en lo público y privado, es la mezcla perfecta que debería tener todo profesional que vaya asumir un cargo público de tal envergadura. En las convocatorias y concursos nacionales que no son habituales, y cuando las abren (es como confeccionar un traje con medidas). Donde la trayectoria pública tiene mayor relevancia (puntuación) “cargos con grandes dosis de las tres C, experiencias dudosas”. Mientras en lo privado, casi todos tienen cero bagajes, algunos con un par de años.

¿Qué visión periférica pueden tener estos funcionarios?. Anteriormente, los profesionales se graduaban, e inmediatamente buscaban trabajo y aplicaban el conocimiento, y con esos años de experiencias “vivencia-necesidad», el paso a seguir era perfeccionar esas lecciones aprendidas con posgrados dentro o fuera del país. Hoy sucede todo lo contrario; formación y formación con cero experticias, a la espera de las tres C, para liderar: Ministerios, Agencias, secretarias, direcciones de corporaciones autónomas entre otros cargos. Qué país puede avanzar con “prueba y error”. Ya entienden por qué la corrupción está ligada a la incapacidad con los valores éticos, por eso se les caen los puentes, edificios mal diseñados, hidroeléctricas con estudios incompetentes, desfalcos en la salud, Agro Ingreso Seguro, entre tantas cosas por mencionar y de nunca acabar.

Por otra parte, existe el concepto “tecnología de poder”, donde funcionarios públicos pasan a ocupar cargos privados o viceversa, única y exclusivamente para ser facilitadores entre la empresa y el Estado, como siempre, perjudicando el interés nacional (logrando licencias o permisos ambientales, exenciones tributarias a las grandes empresas por billones de pesos, como sucede con la actual ley de financiamiento).

La gran pregunta ¿por qué no abren concursos para los Ministerios y demás organismos del Estado? con un proceso de selección, supervisado por empresas nacionales e internacionales (headhunters), como sucede en los países desarrollados. A nuestros dirigentes les produce alergia des-aprender para re-aprender, solo les conviene trabajar con personas de su mera confianza, que reciban invitaciones almorzar, souvenir y llamadas de agradecimientos con las tres C.

Está demostrado estadísticamente, cuando se mezclan las tres C, y se manejan ciertos niveles de confianza entre cargos y directivas, solo se obtiene una cosa: ineficiencia. ¿Cuál es el secreto de Dinamarca en su transparencia en anticorrupción y meritocracia?. Lo lograron de la siguiente manera: los que gobiernan no trabajan con personas de su confianza, ya que la mayor parte de la estructura principal que acompaña al gobernante de turno, fue elegida con anterioridad por meritocracia. Los daneses tienen muy claro: los que quieran gobernar nuestro país, saben con anticipación que van a trabajar con personas que no se dejan tocar el hombro, igualito sucede en el país de las tres C.

Pagar favor por favor es la esencia de la política colombiana (coimas, nombramientos de cargos sin tener el perfil, licencias ambientales, exenciones tributarias a las grandes empresas, decretos a favor del interés empresarial, proteger los mercados monopsonios, entre otros). Hoy se generalizó como cultura en el maizal de las tres C.

Para cerrar, se me hace extraño que ninguna facultad de derecho en Colombia, no tenga un posgrado que les permita a los abogados realizar cirugías. Les dejo la inquietud a más de uno, para lanzar la propuesta del primer posgrado en Derecho Cirujano (cuando lo abran, serán filas inmensas como los estrenos de cine, no olviden de darme el crédito). En el territorio colombiano, desde la Guajira hasta el Amazonas, el todo vale es posible. El único lugar de trabajo donde no hay abogados es en un quirófano.

 

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