El bosque es vida- IRI Colombia

Publicado el IRI Colombia

Un llamado a la protección de la Amazonía en esta temporada de sequía

Por: Rev Gloria Ulloa

La gran selva amazónica empezó a experimentar durante las primeras semanas de 2022, uno de los periodos más secos del año. Tal como lo explicó el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) la primera temporada de sequía en la región se extenderá desde diciembre de 2021 hasta finales de marzo. Una situación que no solo pone en evidencia los estragos del cambio climático y el innegable aumento de la temperatura global, sino que se convierte en un llamado de alerta para los departamentos de la Amazonía que son víctimas de una de las principales causas de pérdida de bosque en Colombia: los incendios forestales.

Históricamente, los incendios forestales han estado ligados a la deforestación para expansión agropecuaria. Una actividad que, especialmente en esta época del año, suele salirse de control por la falta de humedad en el suelo y los fuertes vientos que se experimentan en la zona. El Sistema de Información Ambiental Territorial de la Amazonia Colombiana (SIAT-AC) identificó múltiples puntos de calor donde se experimentan altas temperaturas en la región y que coinciden, a su vez, con lugares que presentan pérdida de bosque.  La Iniciativa Interreligiosa para los Bosques Tropicales (IRI Colombia) hace presencia en los cuatro departamentos amazónicos que ofrecen las cifras de deforestación más altas y la mayor concentración de estos puntos térmicos.

El primero de ellos es el departamento de Caquetá donde, según información del SIAT- AC, en el mes de enero y las primeras semanas de febrero se llegaron a identificar un total de 24.921 puntos de calor que potencialmente podrían propagar incendios forestales incontrolables. El departamento del Meta ocupó el segundo lugar con 17.843 puntos, seguido por el Guaviare con 12.471 y el Putumayo con 2.655.  Cifras que, a todas luces, deberían convertirse en una señal de alerta para las comunidades que habitan la Amazonía y son los guardianes de su mayor tesoro: los bosques tropicales.

Desde la Iniciativa Interreligiosa para los Bosques Tropicales (IRI Colombia) tenemos claro que hablar de incendios forestales y advertir lo que representan para la deforestación de la selva amazónica es un tema que debe encabezar la agenda política y mediática del país en el primer trimestre del año. Esto, teniendo en cuenta el daño ecosistémico que representan para la selva tropical más grande del planeta en términos de fragmentación de los bosques y pérdida de cientos de especies de animales, flora y fauna que no logran sobrevivir a esos fatídicos episodios.

De igual forma, como una Iniciativa que también trabaja por la protección de los derechos de los guardianes ancestrales de los bosques, señalamos que los pueblos indígenas de la Amazonía son víctimas directas de las fuertes temporadas de sequía y la deforestación que por estos meses se hace incontrolable ya que sus fuentes de agua resultan afectadas, la calidad del aire cambia y podría causar enfermedades, la biodiversidad se pierde y su principal tesoro, la gran selva tropical, se degrada con rapidez.

No hay que olvidar también que dos de los departamentos que presentan una mayor cantidad de puntos de calor y las tasas más altas de deforestación (Caquetá y Guaviare) están en la zona de influencia del Parque Nacional Natural Chiribiquete, declarado por la Unesco como Patrimonio Mixto de la Humanidad por su valor cultural y natural único para el mundo. La Amazonía es un ecosistema clave para el equilibrio climático de toda la Tierra y su degradación debe ser un tema que llame la atención de todos y más teniendo en cuenta el inminente peligro que corre. Según cifras del IDEAM, durante el primer semestre de 2021 se llegaron a deforestar 42.600 hectáreas del gran bosque tropical en Colombia.

Es claro entonces, el llamado que como organización que trabaja por la protección de los bosques tropicales hacemos, no solo a las autoridades locales sino a las comunidades que habitan estos territorios.  Es nuestro deber como colombianos poner toda la atención y los esfuerzos en proteger uno de los ecosistemas más importantes del mundo que, además, es una de las mejores herramientas contra el cambio climático.

Lo cierto es que, aunque la situación del ecosistema amazónico puede ser causa de desaliento, IRI Colombia también ha encontrado motivos de esperanza que nos permiten ser optimistas sobre el futuro. Esos motivos nacen del compromiso social y espiritual de quienes hacen parte de la Iniciativa y que desde los territorios más afectados demuestran que un cambio de mentalidad hacia la protección de la Amazonía, siempre será posible.

*Rev Gloria Ulloa es presidente del Consejo Mundial de Iglesias para América Latina y el Caribe y es miembro del consejo asesor de la Iniciativa Interreligiosa para los Bosques Tropicales- IRI Colombia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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