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Publicado el El Mal Economista (EME)

Si usted conoce el Cauca, tiene derecho a decidir por él.

Por: Diana Ramírez Rosas.

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Cuando sentimos atracción por alguien, nos fijamos en sus expresiones, que aunque quizá sean similares a las de otros, vienen acompañadas por acciones, pensamientos y emotivas sensaciones, todas reunidas en una misma persona. Así es el Cauca, 29.308 km² de superficie con maravillas del mundo: páramos, costas, ríos, climas, región amazónica, cultura y lenguas. Todas reunidas  en una misma región. La flora del Cauca incluye desde frailejones de páramo hasta selvas de mangle y su fauna comprende desde cóndores andinos hasta ballenas jorobadas.

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Fuente: ver bibliografía.

La expresión “Sí usted conoce el Cauca, tiene derecho a decidir por él”, tiene la intención de resaltar el factor geográfico del departamento y a raíz de este, mostrar algunos factores históricos y económicos que dieron forma a los asentamientos de las comunidades que interactúan, no siempre de manera pacífica, en el territorio. Y de esta manera señalar, que debemos comprender la historia y el raciocinio de las comunidades  afrocolombianas, indígenas y campesinas, así como los intereses políticos y de los empresarios que llegan o son de la región. Para crear políticas que se ajusten al progreso sostenible del departamento sin marginalizar a ningún sector.

Siguiendo la Panamericana de norte a sur, a una temperatura media de 23° C  la oferta  de mandarina, mangos y otras frutas resultarán ideales para calmar la sed, cosechas frescas ofrecidas en su mayoría por afrocolombianos, quienes las cuidan, pese a la amenaza de la acción de los fumigantes que utilizan las plantaciones cañeras. Siendo, el potencial de la caña de azúcar, determinante para señalar a  las tierras del norte del Cauca, las más costosas en el departamento, las cuales pertenecen a inversionistas del Valle del Cauca. En lo que queda para otras actividades agrícolas, conviven comunidades entre ellas afrocolombianas que accedieron hace muchos años a la tierra, como terrazgueros, arrendatarios, jornaleros de los amos y propietarios, y deben en parte su formación de campesinos afrocolombianos, a las crisis de las haciendas en el siglo XIX y a la rebeldía de la población.

Un poco más cerca de la Cordillera Central en límites con el Tolima se encuentra una de las variedades de páramos de la región. Se trata del páramo Santo Domingo que alberga  bosques inmensos de palma de cera-las más altas del mundo y símbolo nacional-, las cuales fueron testigos  del proceso de reinserción a la vida política y civil del movimiento guerrillero M-19 en 1990. A propósito de los tratados de paz de estos días, en especial a los puntos de la agenda de La Habana concernientes al: desarrollo agrario integral y a la solución al problema de las drogas “ilícitas”, los presento a consideración en este breve recorrido caucano debido a que:

El desarrollo agrario integral por un lado, tiene a la tierra como eje central, siendo percibida para unos grupos como un recurso explotable, mientras, para otras comunidades con identidad étnica, más que tierra es su  territorio; función central de su cultura, medio de sustento y espacio para ejercer autoridad. Además de competernos a todos, pues no podemos arriesgar la soberanía alimentaria entregando nuestras tierras a inversionistas que trasladaran al campesino a un simple asalariado. Lo que se busca es que sea el mismo campesino quien siembre, coseche, trasforme y comercialice, en continuo desarrollo con sus saberes cosmológicos.

Por otro lado, debido a la numerable existencia de “cultivos ílicitos”  en el departamento. Considero que es un factor de análisis desde distintas perspectivas (identidades étnicas, económicas, sociales) para incluirlas en políticas nacionales diferenciadas. Y, comparto con Carlos Ariel Ruíz cuando expone que: cualquier tratamiento de la problemática de los cultivos ilícitos que no dé cuenta de los proyectos étnicos que están en juego está condenando al fracaso y a perpetuar los traumatismos de una interculturalidad azarosa.

Así, en pocos minutos de camino usted percibirá distintos climas, culturas y ecosistemas. Sobre un valle alto en la Cordillera Central se encontrará con el municipio de Silvia, donde predomina la etnia guambiana caracterizada en su traje siempre vistoso y elegante.  Siguiendo la misma cordillera, si se siente encerrado por las montañas y en la presencia de indígenas paeces, es porque llegó al Parque Arqueológico Nacional de Tierradentro, donde podrá conocer una parte de la cultura precolombina y de las reservas arqueológicas de Colombia, como hipogeos y estatuas. Si quiere penetrar en las montañas en busca de silencio y paz, no dude en visitar este parque en donde, por su tranquilidad, sin duda las encontrará.

La Cordillera Central y Occidental tienen origen, en El macizo conocido también como nudo de Almaguer o estrella hidrográfica de Colombia. Situado en los departamentos de Cauca y Huila, en él nacen los ríos más importantes del país: el Magdalena, el del Cauca y el Caquetá. Hacia el occidente del Macizo, se desprenden los poderosos ramales volcánicos de la Sierra de los Coconucos donde habita una etnia con el mismo nombre. Destinos como el volcán Puracé, la Cascada de San Rafael, las lagunas del Buey y la Magdalena, el Parque Nacional Puracé, los Valles de Frailejones o lugares estratégicos para avistar al cóndor de los Andes, son custodiados celosamente por los espíritus de la montaña, quienes pueden cambiar un día despejado a una enceguecedora neblina mientras se acerca a las montañas o a las lagunas.

Debajo de las chimeneas de los volcanes están los páramos con formas elementales de vegetación, adaptadas para sobrevivir a las temibles heladas. A medida que se desciende, los parches de suelo se hacen más frecuentes, más densos. Los musgos esponjosos se cargan de agua, de gramíneas y, de orquídeas minúsculas de tierra. Además, es también el hábitat del cóndor y de los osos de anteojos. La atmósfera en los páramos está cargada de agua.  Todo en los páramos confluye para guardar la humedad (Wilches 1991).

Siguiendo el camino de norte a sur por la Panamericana, cuando se abre al valle de Pubenza encontrará la hermosa ciudad blanca, Popayán capital del Departamento del Cauca, donde cada año reúne a propios y visitantes en la celebración religiosa de Semana Santa. Historia, artesanías, delicias culinarias y el reconocido Aguardiente Caucano, ganador del premio a la calidad: Monde Selection de Bélgica 2015, le ofrece la ciudad mientras la conoce, y sí es de su preferencia los jóvenes de la organización Get Up and Go Colombia lo acompañan gratuitamente, presentando en varios idiomas lo atractivo de una ciudad colonial.

Hacia el Oeste de la capital, separados del Pacifico por  la cordillera Occidental, se encuentra el Parque Nacional Natural Munchique el cual cuenta con un área de 44mil hectáreas, un gran número de quebradas y ríos que se originan en la parte alta de la cordillera. El ecosistema es sitio de sobrevivencia de algunos animales amenazados de extinción, el oso negro y el colibrí de calzoncitos blancos son unos de ellos, que deslumbran con su presencia en los tres tipos de vegetación predominantes en el parque: la selva baja o bosque pluvial tropical de piso cálido, la selva subandina y la selva andina o bosque nublado.

Desde la meseta del templado Popayán, por la carretera al sur está vigilante el imponente cerro de Lerma que indica la llegada al valle del ardiente Patía. Vigilante también, de la continuidad del río Patía cuando rompe la Cordillera Occidental y se interna en las selvas pluviales del Pacífico; llevando aguas con nutrientes al mar preferidas por las  ballenas cada año, para manifestarse su amor. Actos majestuosos, amenazados por la minería ilegal en las que no solo tienen incidencia los civiles, que por su condición de pobreza ejercen presión sobre los recursos, sino que grupos armados hacen presencia en las zonas auríferas (de todo el departamento) y que en los últimos meses ha causado temor entre los líderes que luchan en la defensa de los derechos humanos, por los sucesos presentados.

Las aguas del Patía caen al Océano Pacífico hasta las islas de Gorgona y Gorgonilla,  más conocidas hasta 1985 como “presidio tenebroso”. Del pico Trinidad, el más alto de la isla, se desprende una enorme cantidad de fuentes de agua entre ellas aguas termales. La pequeña isla de Gorgonilla con su altura máxima de 90 metros, se encuentra separada de Gorgona por el paso de Tasca. El tipo de vegetación dominante la constituye la selva tropical húmeda de tipo térmico cálido y, cuenta con variada avifauna y mamíferos que circundan Gorgona observados con frecuencia como, delfines, marsopas, cachalotes y ballenas, entre variadas cantidad de peces. Pero hay que decirlo, las maravillas de la isla se encuentran debajo de sus aguas.

Sí de lugares desconocidos y fascinantes se trata, de los más desconocidos en el Cauca es la región amazónica, ubicada en la bota Caucana con la Serranía de Los Churumbelos, que para efectos científicos está  casi totalmente inexplorada. En sus bosques primarios y selvas primigenias e impenetrables conviven infinidad de especies que poco a poco llaman la atención de científicos colombianos y extranjeros. Es lamentable que encima de tanta riqueza sobrevivan comunidades olvidadas, quienes tienen que lidiar con actividades como la tala insostenible de la selva, los cultivos de coca y amapola o una agricultura precaria.

Para tomar decisiones de tan diversos escenarios se requiere conocerlos y valorarlos ya que el Cauca no puede someterse a las medidas nacionales, sino que requiere políticas regionales tan únicas como lo es el departamento. En su potencial se buscan mecanismos que beneficien a todos los actores sociales, y demás seres vivos, que de igual forma componen su diversidad.

De esta manera, se debe conservar los que nos brinda el territorio, el cual:

En sus aguas dulces o azufradas, en sus montañas y en sus costas, en su flora y en su fauna, en su cielo estrellado y en sus tempestades, en sus ciudades y en sus páramos, en sus cañones y en sus valles, en su biodiversidad de gentes y de historias el Cauca no sólo tendría en su naturaleza todo el potencial necesario para el llamado “desarrollo sostenible” en términos convencionales sino para convertirse en un mosaico de regiones “terapéuticas”, poseedoras del don de la sanación, capaz de devolvernos a los seres humanos la salud del cuerpo y la salud del alma (Wilches, 2001:41).

 

BIBLIOGRAFIA

WILCHES, Gustavo. (2001), “Territorios posibles; El Cauca con todos los sentidos” ed. Universidad del Cauca

Semana Santa en Popayán/Foto: elpueblo.com.co

Isla Gorgona/Foto: mundonets.com

Guambianos en Silvia/Foto: Jose Fernando Duarte

Avistamiento del cóndor/Foto: espaciodeprueba.com/es

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