Ya sea en este periodo, o luego de que pase la crisis, la evidencia muestra que Colombia tendrá un boom de embarazos. Las condiciones socioeconómicas impulsarían este fenómeno.
- Por:Natalia Rodríguez Pineda
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La pandemia del coronavirus ha cambiado por completo la cotidianidad de los colombianos. Con el fin de prevenir la propagación del COVID-19, nos hemos visto forzados a permanecer la mayor parte del tiempo en nuestros hogares y a cambiar nuestras actividades diarias. Dadas estas limitaciones de movilidad y de actividades por realizar, es inevitable preguntarse si habrá un boom de embarazos que conlleve a que, a finales del 2020, tengamos un aumento significativo en la tasa de natalidad del país.
Hay varios razonamientos que los ciudadanos pueden considerar en esta época frente a tener hijos. Por ejemplo, el hecho de que los padres se hayan visto forzados a pasar más tiempo a solas con sus hijos, sin el apoyo de la niñera o de los profesores del colegio, puede que les recuerde la responsabilidad que implica un hijo y, por ende, se cohíban de tener otro en un futuro cercano. Asimismo, el encierro causado por la cuarentena contribuye a que haya más problemas de convivencia en el hogar. Esto, a su vez, puede corresponder a menos relaciones sexuales entre las parejas y menor probabilidad de enfrentar aumentos en la tasa de natalidad al finalizar el año.
En este mismo sentido, se podría pensar que las personas son conscientes de la crisis económica que se viene para el país y para el mundo. Muchos han empezado a notar disminuciones en los ingresos económicos del hogar y problemas sociales como las limitaciones del sistema de salud. De esta forma, se pensaría que lo más lógico sería esperar para tener hijos en un momento donde la situación estuviese mejor. Por tal razón, es relevante analizar cómo ha sido el comportamiento de los embarazos en otros eventos históricos con alta mortalidad.
De acuerdo con un estudio realizado por el Institute for Family Studies (IFS) se puede afirmar que está comprobado que eventos con alta mortalidad como terremotos, hambrunas, olas de calor y enfermedades reducen los nacimientos nueve meses después, situación que se evidenció en la gripe española y los tres huracanes más importantes en los Estados Unidos.
Sin embargo, también mencionan que hay evidencia de que después de la caída en el número de embarazos, hay una recuperación. Por ejemplo, en países como los Estados Unidos o India, la gripe española redujo los nacimientos justo después de la pandemia, pero a partir del año siguiente y durante los cinco años que vinieron luego, aumentaron los nacimientos. Suponiendo que conseguimos superar el coronavirus, podría esperarse entonces que no hubiese un aumento de nacimientos en el 2020, pero sí (posiblemente) en el 2021-2022.
Por otra parte, están quienes piensan que a pesar de esto sí habrá un boom de embarazos. Una de las principales razones para pensarlo, es que la mayoría de los estudios que argumentan lo contrario analizan países con condiciones socioeconómicas muy diferentes. De acuerdo con una publicación del Fondo de Población de las Naciones Unidas, hecha el 28 de abril, un encierro de seis meses podría dejar a 47 millones de mujeres en países de bajos y medianos ingresos sin la posibilidad de utilizar anticonceptivos modernos, lo que resultaría en 7 millones de embarazos no deseados adicionales.
Por ejemplo, según el DANE, el 72.3% de los hogares colombianos con pobreza multidimensional reciben ingresos del trabajo informal. Teniendo en cuenta que la mayoría de los trabajadores informales viven del día a día, se puede esperar que estos hogares tengan una reducción significativa de sus ingresos al no poder trabajar durante la cuarentena. Este cambio en los ingresos ha generado la necesidad de establecer prioridades y destinar el dinero a compras de subsistencia, como el alimento. Así, es de esperarse que familias con bajos ingresos no tengan los recursos suficientes para invertir en métodos anticonceptivos durante la cuarentena. Entonces, ¿cómo se están protegiendo estas familias?
Una alternativa serían los mercados que está entregando la Alcaldía de Bogotá. Sin embargo, de acuerdo con lo mencionado en su página, estos mercados incluyen algunos alimentos y elementos de aseo, mas no métodos anticonceptivos.
Otra alternativa son las personas que reciben métodos anticonceptivos por parte de su EPS o que utilizan los servicios prestados por Profamilia. Aunque las EPS deben seguir garantizando la dispensación de medicamentos, y Profamilia sigue operando, es probable que algunas personas no estén informadas al respecto. Asimismo, puede que las personas, ante el miedo de ser contagiados de COVID-19, prefieran no desplazarse a reclamar los métodos anticonceptivos.
Por otra parte, un problema que se suma a la hora de utilizar métodos anticonceptivos durante la cuarentena es la escasez de aquellos de más fácil acceso: los condones. El mayor productor de condones del planeta, Karex Berhad, afirmó que debido a los cierres de empresas que se han dado de forma preventiva, se estima que el mundo enfrentará escasez de este tipo de anticonceptivos. De igual manera, otras grandes empresas productoras de condones también se han visto afectadas por la pandemia, pues varias de ellas tienen sus fábricas en China. Adicionalmente, la demanda de condones también ha aumentado, lo que contribuiría a la carestía de este producto.
Se puede concluir que lo más probable es que Colombia tendrá un boom de embarazos como consecuencia del coronavirus. Aunque no se conoce con certeza si este boom se dará en el corto o en el largo plazo, es evidente que las condiciones sociodemográficas del país nos hacen más vulnerables ante los cambios que ha traído la pandemia.