Desde la Academia

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Thomas Piketty y la primavera latinoamericana

El libro Capital en el siglo XXI de Thomas Piketty (2014) avivó el debate público y académico sobre la riqueza y la desigualdad de ingresos. En ámbito académico han surgido críticas a la consistencia interna de la teoría, pero, en general, estas críticas han ignorado dos ideas clave para comprender la persistencia de la desigualdad: herencias y diferencias entre los precios de los factores y la productividad marginal de los factores.

En un trabajo reciente con Andrés Alvarez y Camilo Gómez, presentamos un modelo de generaciones traslapadas, esto es, existen jóvenes trabajadores y adultos mayores que no trabajan.  Todos los jóvenes reciben un salario por su trabajo, consumen y ahorran para su vejez.  No obstante, dependiendo de la riqueza de sus padres, algunos jóvenes reciben una herencia y otros no. Los adultos mayores usan el rendimiento de sus ahorros para consumir y, dependiendo del nivel de ingreso, pueden dejar una herencia.

Además, en el modelo consideramos dos bienes, uno esencial y el otro no esencial, de manera que los agentes deben consumir un mínimo de bienes esenciales antes de consumir bienes no esenciales o dejar herencias.

En estas circunstancias, las herencias son el elemento central para explicar la persistencia de la desigualdad.

¿Bajo qué condiciones es posible que haya dinastías que nunca dejan herencias y dinastías que siempre lo hacen? ¿Es posible que esto suceda en un contexto de salarios crecientes?

La respuesta a estas preguntas depende de la evolución de los precios de los bienes esenciales. Si el aumento en el precio de los bienes esenciales es muy alto, los aumentos en salarios deben destinarse en su totalidad al consumo de dichos bienes de tal forma que las dinastías menos favorecidas nunca logran dejar herencias ni consumir bienes no esenciales. Esto último sucede si la producción de bienes esenciales es muy intensiva en trabajo y por lo tanto, el costo salarial es el principal componente del costo de producción de dichos bienes.

¿Qué tipo de bienes exhiben estos patrones tecnológicos y de evolución de precios?

En muchos países, los precios de la vivienda han aumentado desde la segunda mitad del siglo XX (Belfield et al., 2015; Albouy et al., 2016; Knoll et al., 2017; OCDE, 2019) y la parte del ingreso que los hogares dedican a este bien también ha crecido (Albouy et al., 2016).

También existe evidencia que indica que los precios de los servicios de educación y la atención médica han aumentado más que el IPC (McPherson et al., 1989; Archibald y Feldman, 2008; Baumol, 1993)

¿Y las protestas?

Varios países latinoamericanos han experimentado manifestaciones de descontento social, protestas y paros. No obstante, el caso de Chile es el más llamativo. Chile ha sido el ejemplo de una economía latinoamericana exitosa desde los 90. El ingreso per cápita crece rápidamente, el nivel de pobreza monetaria se reduce y la desigualdad medida con el Gini también cae. Entonces ¿cuál es la causa del descontento?

El mercado de la vivienda y los servicios de transporte son dos de los impulsores de protestas y disturbios en Chile. Según la Encuesta de Presupuesto Familiar de Chile, después de la comida, el transporte es el segundo gasto más importante de las familias, seguido de la vivienda y los servicios básicos. De acuerdo con el «Índice de acceso a la vivienda», publicado por la Cámara de Construcción de Chile un hogar promedio debe asignar 7.6 años de sus ingresos para financiar una propiedad. Además, el costo de comprar una casa o apartamento ha aumentado en casi un 68% en ocho años, mientras que el ingreso familiar ha crecido un 24.7%.

Tal vez vale la pena analizar la evolución de los precios de bienes y servicios esenciales en Colombia y compararla con la evolución de ingresos salariales para interpretar mejor las razones de las protestas recientes.

Archibald, R. and Feldman, D. (2008). Explaining increases in higher education costs. The Journal of Higher Education, 79(3):268–295.

Albouy, D., Ehrlich, G., and Liu, Y. (2016). Housing demand, cost-of-living inequality, and the affordability crisis. Discussion Paper, University of Illinois.

Baumol, W. (1993). Health care, education and the cost disease: A looming crisis for public choice. Public Choice, 77:17–28.

Belfield, C., Chandler, D., and Joyce1, R. (2015). Housing: Trends in prices, costs and tenure. The Institute for Fiscal Studies, Election Briefing Note BN161.

Knoll, K., Schularick, M., and Steger, T. (2017). No price like home: Global house prices, 1870-2012. American Economic Review,, 107(2):331–353.

McPherson, M., Schapiro, M., and Winston, G. (1989). Recent trends in u.s. higher education costs and prices: The role of government funding. The American Economic Review, 79(2):253–257.

Piketty, T. (2014). Capital in the Twenty-First Century. The Belknap Press of Harvard University Press.

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