Fotos: @Libertadores
El fútbol colombiano tiene un reto fuerte en la fase de grupos de la Conmebol Libertadores 2024, pero sus equipos, en principio, se ven con poquita ropa para figurar. Aunque la verdadera prueba no comienza oficialmente, con la fase de grupos sorteada este lunes las expectativas en el país futbolero son moderadas, por no decir nulas. En el centro de atención se encuentran Millonarios y Junior, los únicos clasificados para esta ronda, gracias a sus títulos en las ligas del año pasado. Sin embargo, la falta de visión y rigor dirigencial ha resultado en la conformación de plantillas poco competitivas para un torneo de tal envergadura.
Y así se evidenció con Atlético Nacional, que hace ya varias semanas tuvo una actuación decepcionante y mediocre en la fase previa de la Libertadores, un episodio que seguramente sigue rodando por la cabeza de los aficionados, pues esta desafortunada presentación no solo afectó a sus seguidores, sino que dejó nuevamente una mala impresión del fútbol nacional en el continente; algo inesperado del denominado equipo “más grande” del país, especialmente considerando su historial de títulos.
Ahora bien, en la parrilla también estuvo Águilas Doradas, de quien se esperaba poco o casi nada por su poca historia, y ahora aparece el Junior de Barranquilla, que sin tener una nómina top, por lo menos intentó contar con jugadores de bagaje para alcanzar una presentación decente. El sorteo fue, quizá, condescendiente y ojalá su camino por la copa le alcance para apartar la mala imagen que los últimos años, excepto lo hecho por el Deportivo Pereira en 2023, han dejado los clubes colombianos.
¿Y Millonarios? Pues su historia lo pone con la mayor responsabilidad, aunque las expectativas no sean altas. Conversando con el periodista de ESPN, Nicolás Samper, consideró que “en los sorteos de Libertadores siempre podrá ser todo peor, o esa es la conclusión de este: Flamengo, uno de los equipos más poderosos del continente. Bolívar, que armó un buen camino con Beñat San José y que fue protagonista de la anterior Libertadores, ahora con Flavio Robatto. Y Palestino, un equipo interesante aunque de extraños picos altos y bajos (lo demostró ante Nacional de Paraguay) serán los rivales”.
Aparte de los complicados contrincantes, un aspecto para tener en cuenta es la baja futbolística del equipo durante este semestre, lo que se evidencia en sus bajos números. Hoy, los embajadores están en el puesto 15, con 12 puntos y solo tres juegos ganados. El principal problema de Millonarios se divide en dos -dice Samper- pues “sus mejores jugadores andan en un muy mal momento futbolístico y la carga de lesiones lo ha llevado a tratar de encontrar soluciones que antes funcionaban y hoy no. Flamengo, primero; y Bolívar, después, parecen los que inicialmente parten con ventaja. De Millonarios dependerá que así no sea”.
Con respecto a los azules de Bogotá, más exigente y mordaz se muestra el editor de Deportes de El Espectador, Luis Guillermo Ordóñez Olano, quien aseguró que: “Millonarios no tiene ropita para ser protagonista en la Libertadores. Incluso si sus jugadores estuvieran en buen nivel, no tendría cómo pelear arriba, la verdad. Si acaso pasar la fase de grupos, pero no más”.
Y basa su arriesgado concepto en que los embajadores tienen un plantel cansado, maltratado, con muchas lesiones y muy poquitas alternativas. “Yo hubiera priorizado la liga, pero ya tampoco le va a alcanzar el semestre y, probablemente, el año. Lo salva la Superliga, que finalmente es un título. En este siglo Millonarios solo ha sido campeón de algo en 2001 (Merconorte), 2011 y 2022 (Copa), 2012, 2017 y 2023 (Liga), 2018 y 2024 (Superliga). De 25 años, con el 00, solo en ocho ha levantado trofeos”, remató.
Dejando tranquilo a Millonarios, por un rato, veamos el panorama de Junior, que quizá tenga un grupo más asequible. De acuerdo estoy con José Orlando Ascencio, subeditor de Deportes de El Tiempo, que dice: “Junior tiene un grupo bastante cómodo para buscar la clasificación a octavos de final, pues Botafogo no es de los más complicados en Brasil así haya luchado el título en su país, y con Liga de Quito y con Universitario debería pelear la clasificación mano a mano”.
Dice Ascencio, con más prudencia y menos fatal que yo, inclusive que los otros colegas citados en este artículo, que los capitalinos podrían tener opción: “En el caso de Millonarios, aunque creo que tiene opciones de avanzar; hay varios factores que debe superar. Primero, su nivel futbolístico que es bastante flojo, y Gamero tiene que recuperar a su equipo en el aspecto físico y mental. Tendrá que afrontar retos jodidos, la altura de la Paz y Flamengo, que es uno de los grandes del continente, que ha llegado a tres de las últimas cinco finales y, además, contrató a Tite”.
Y eso es cierto, parece en el papel, que los barranquilleros tienen más opción, mientras que Millonarios tendrá que resolver juegos de mayor exigencia física y futbolística. De todos modos, no será imposible si logran recuperar esa memoria futbolística de los últimos años; aunque no tener esa nómina amplia y de primer nivel que exige este torneo, con jugadores de cartel, es el principal lunar. A la Libertadores van los mejores de cada país, y lo más importante no es el dinero, que es demasiado esta vez. Lo importante es competir, ganar, avanzar.
Si aspiramos a destacar en el fútbol sudamericano de clubes, una necesidad evidente considerando que nos hemos quedado rezagados durante varios años, equipos como Junior, y especialmente Millonarios, no pueden conformarse con ser meros animadores de la fiesta de otros; esa no es la reputación tradicional que han construido en el fútbol de esta región. Sus rivales deberían reconocer su valía y no subestimarlos como ha sido la tendencia con los representantes colombianos en los últimos tiempos.
Ahora solo resta esperar que ruede la pelota, y aunque el camino en la Conmebol Libertadores 2024 se presenta desafiante, aún queda por verse si Junior y Millonarios pueden superar las expectativas. Somos conscientes de que en esta copa el fútbol colombiano enfrenta un desafío considerable, y aunque quizás no parezca que esté preparado para enfrentarlo, esperamos ver a dos equipos que jueguen con pasión, con verraquera y determinación, que muestran la calidad que siempre ha caracterizado al futbolista colombiano. El fútbol es impredecible, y ojalá nos sorprendan gratamente.
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Por: @nossadeportes