http://www.youtube.com/watch?v=rbC6ytJpiPo&feature=fvwk
“Si hace unos años al Real Madrid lo llamaban “Galàctico”, còmo llamamos a este Barcelona?”. Se preguntaron los italianos maravillados despuès de la majestuosa exhibiciòn del Barça. Y es cierto. A este equipo le caben todos los adjetivos, aunque en realidad es dueño de un sustantivo: fùtbol. Barcelona es eso: simplemente fùtbol. No hay otro grupo de hombres en el planeta capaz de ejecutar una idea de manera tan clara y consecuente. Hablan poco, juegan mucho. Los adjetivos sòlo sirven para decorar cada detalle de esta obra maestra. “Una cosa mai vista” (una cosa nunca antes vista) continuàn incrèdulos en la penìnsula itàlica. Ni ellos mismos, amantes de la tàctica y el juego de pizarra, pueden resistirse a la tentaciòn de lanzar un elogio a este Barça, un verdadero antònimo del “catenaccio”.
Fue monològo de principio a fin. Real Madrid no emitiò un solo murmullo en un Camp Nou sintonizado con la dulce sinfònica. Los duelos personalizados, esos que invitaban a medir en una balanza kilo por kilo la calidad de los pesos pesados, fueron tan desiguales como aquellos en la històrica goleada en Almerìa. El tiki-taka martirizò a los merengues durante largos pasajes del partido. Kedhira y Xavi Alonso corrìan sin rumbo, imantados por el desplazamiento de la pelota, sin armas para sostener un medio campo abanderado por los sabios Xavi e Iniesta. Ni siquiera el auxilio de Lass Diarra ayudò a equlibrar la pelea. La defensa terminò descontrolada. Los pases de Messi y las diagonales de Villa desarticularon algo que a priori se mostraba como un punto fuerte y edificado. Nada pudo hacer Casillas, que resignado se comiò cinco en su primer clàsico como capitàn. Y Cristiano? Nada. El partido del portuguès se resume en un empujòn, algunos firuletes y miles de gestos. Barcelona sigue siendo su cuenta pendiente. Y Ozil? Su delicada zurda fue presa fàcil de la foribunda energìa de Dani Alves. Y Di Maria? Protagonizò el remate màs exigente para Valdes en toda la noche. Y Benzema? Pura apatìa.
“Special one” se rindiò ante la grandeza del “Special team”. Es la primera vez que sufre en carne propia un goleada de tales dimensiones. Una afrenta para su ego, tan grande como su sentido competitivo. El Camp Nou sigue siendo un plaza invulnerable para sus equipos. Acostumbrado a dominar la escena en las grandes citas, esta vez el estratega de Setubal no tuvo màs opciòn que caminar hacia su banquillo, resguardarse de la lluvia y esperar a que cesara la granizada de goles. El Real apenas perdiò un partido, pero el dolor y la impotencia reflejaron una (casi) sentencia de la Liga. Surgiràn la voces consoladoras pregonando que aùn queda torneo y que en cinco meses se volveràn encontrar en el Bernabèu. Mirando el calendario es cierto. Mirando el fùtbol del Barça, el calendario no es nada màs que un pobre argumento.
Despuès del 6-2 parecìa fantasioso pensar en una nueva exhibiciòn. Sin embargo, este Barcelona nos volviò a regalar una catèdra de futbol. Con humildad y coherencia este històrico grupo sigue demostrando que sòlo se habla y se discute en la cancha. Como llamarlos? Es lo que menos importa. Ya no hay adjetivos. Este Barça, es simplemente fùtbol.