Ciclismo con J

Publicado el Jhon Jaime Osorio

Vuelta 2021 – Día 15: Majka saltó como una cabra por los riscos de Gredos

El polaco Rafal Majka hizo hoy una moñona histórica. Lo ganó todo en la etapa 15 de la Vuelta. Pasó primero en los cuatro premios de montaña del día, en el esprint intermedio y en la línea de meta. Jornada épica; por los conseguido y por la forma como lo hizo.  Se metió en la fuga del día, atacó tempraneramente con Fabio Aru y terminó la faena con una cabalgata en solitario de 72 kilómetros. La Sierra de Gredos fue el escenario que escogió el pedalista del UAE para volver el ciclismo como le gusta, en estado puro.

La Sierra de Gredos, o «greos», que se traduce como gritos, debe su nombre a los misteriosos ruidos que salían de la Laguna Grande en los días en que el cielo estaba sereno y el aire en calma. Es una cadena montañosa en el centro de la península, constituida por rocas graníticas de gran volumen. Por sus riscos solo se mueven con comodidad las cabras y uno que otro aventurero. Hoy Majka dominó las subidas de esta sierra, las últimas de la Vuelta antes del segundo día de descanso, y antes de viajar al norte del país. El polaco saltó de puerto en puerto, dominó la etapa a su antojo y entró a la historia de las grandes gestas conquistadas en las duras carreteras españolas.

La etapa 15 viajó desde Novalmoral de la Mata en la diputación de Cáceres hasta El Barraco, un pequeño pueblo de tradición ciclística en la provincia de Ávila, inédito como llegada en la historia de la carrera española. La jornada tenía 197 kilómetros y 3.800 metros de desnivel. En el recorrido había cuatro premios de montaña largos, pero no de mucha inclinación, y con descensos complicados.  La fuga se demoró 70 kilómetros en armarse por el intenso ritmo que tuvo el grupo desde la salida.  El polaco se coló entre los 18 aventureros, pero no se demoró mucho en armar la fuga dentro de la fuga, en compañía del italiano Fabio Aru. Los dos ciclistas coincidían en un brillante pasado, un nombre ganado a partir de grandes gestas y un presente dudoso por la ausencia de victorias y figuraciones importantes en los últimos años. Los dos necesitaban de una exhibición brutal para volver a gritar fuerte en el pelotón. Majka lo hizo al paso por la Laguna Grande de Gredos.

Aru va saliendo de una semana con muchos problemas de salud y Majka va entrando en ritmo con el paso de los días.  Aru perdió el paso después del primer premio de montaña largo; Majka encontró el suyo en los puertos restastes en una faena de 72 kilómetros en solitario.  Recordó su clase. Saltó de puerto en puerto como las cabras montesas que habitan en el sector y que están en vía de extinción por ser alimento de lobos, trofeo absurdo de cazadores y alimento de lugareños. También están desapareciendo los ciclistas de grandes gestas, los que atacan en solitario, los que se tragan el pavimento en búsqueda de la gloria, los que corren por sensaciones, los que atacan porque quieren, los que mueven las carreras con esfuerzos atrevidos. La cabalgata de de Majka salvó la jornada. En el grupo principal, una vez más los jefes de filas se dedicaron a salvar el día.

En la línea de meta, Rafal Majka dejó salir una efusiva sonrisa antes de entrar a la última meta. Después soltó lágrimas mientras señalaba al cielo, dedicando su triunfo a su padre. Después entraron Kruijswijk y Hamilton, que sobrevivieron de la fuga. El cuarto lugar fue para Yates, que atacó sobre el final para sacarle 15 segundos a sus rivales de clasificación general.  El resto esperará la tercera y última semana para ver qué fuerzas quedan. El sorpresivo Eiking, que tomó la camiseta de líder en el inicio de la segunda semana, continúa al frente de la carrera con un trabajo impecable de su equipo, el Intermarché. Mañana es el segundo descanso y el desplazamiento al norte, donde esperan la lluvia, los lagos de Covadonga, el Gamoniteiru y la contrarreloj. Hay carretera y hay ciclistas. Ojalá el espíritu épico de Majka contagie a los demás.

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