En la región de las Ardenas Napoleón Bonaparte dio sus últimas batallas, con las que llegó al final su imperio y se restauraron los Borbones en el trono de Francia. Es un terreno sinuoso, lleno de pequeñas colinas, que hoy en día está en la frontera de Francia con Bélgica y Luxemburgo. La sexta etapa del Tour aprovechó el área para hacer por ella una etapa maratónica, la más larga de esta edición, en la que Wout Van Aert expuso y perdió su camiseta amarilla de líder con una fuga espectáculo y en la que Tadej Pocgacar aprovechó para reclamarla con un potente cierre.
Anoche, el pelotón completo viajó a Binche en Bélgica, para tomar la partida hoy con 219,9 kilómetros por delante. La etapa de ayer en el pavé obligó los tres primeros abandonos: Jack Haig por fractura de escafoide, Michael Gogl con clavícula y pelvis rotas y Daniel Oss con problemas en una vértebra cervical. Los 173 que quedaron en competencia salieron rumbo a los bosques de las Ardenas, donde han brillado los mejores clasicómanos del mundo en un trío de carreras de un día que se realizan en la zona generalmente en mitad de la primavera en abril. Hoy, con el verano en todos su esplendor, fue justamente un puncheur eximio el que se encargó de hacer entretenida la etapa desde el comienzo hasta el final. Wout Van Aert atacó desde la salida, pero solo pudo armar un colectivo de fuga cuando habían pasado 40 kilómetros.
Cuando Napoleón llegó a las Ardenas regresaba a Francia después de fugarse de la isla de Elba, invadió a Bélgica y fue recibido como un héroe. Luis XVIII había huido de París. Los monarcas europeos de Gran Bretaña, Prusia, el Imperio ruso, Austria, Suecia, los Países Bajos, España y algunos estados alemanes querían impedir la expansión del imperio y formaron la llamada Séptima Coalición. Napoleón luchó hasta el final en las Ardenas, pero perdió las batallas y de paso su imperio. En esas mismas colinas, hoy Wout Van Aert perdió la camiseta amarilla de líder después de dar una batalla larga en la fuga. Estuvo al frente durante casi 4 horas, a casi 50 kilómetros por hora en promedio y a lo largo de 150 kilómetros. En la fuga estuvo acompañado por Jakob Fulgsan y Quinn Simmons, que lo abandonaron en el camino. Los últimos 40 kilómetros, y hasta 8 de la línea de meta, los hizo en solitario. Van Aert aguantó solo, se defendió con fortaleza y orgullo, y provocó una coalición del UAE, el EF Education, el Bora y el Ineos, que trabajó a fondo para neutralizarlo. Espectáculo puro.
El final de la jornada fue explosivo. El trazado tenía 4 subidas cortas y duras, dos de ellas categorizadas, en los últimos 15 kilómetros. En ese encadenado de ascensos el grupo principal quedó reducido a solo 23 pedalistas. El UAE, que había trabajado todo el día, guardó a dos hombres para lanzar a Pogacar en el remate de la etapa. Controlaron un ataque lejano de Villermoux y un intento de esprint largo de Roglic. Finalmente, el doble campeón subió el vatiaje, celebró en la línea y se vistió de amarillo en el podio. El esloveno de 23 años llegó a 7 victorias en el Tour de Francia, a 41 victorias como profesional y refrendó el gran favoritismo con el que llegó a la carrera. Fue escoltado en la meta por Michael Matthews, David Gaudu, Thomas Pidcock y Nairo Quintana.
Mañana la etapa 7 llega a La Super Planche des Belles Filles, el coloso de los Vosgos. Será la primera llegada en puerto de montaña de primera categoría. Saldrán de Tomblaine y recorrerán 176 kilómetros, con 3 ascensos categorizados en los últimos 76, dos de tercera categoría, previos a la llegada. El Ineos tiene 4 hombres en los 10 primeros de la clasificación general. Se espera la primera gran batalla de escaladores, la primera defensa de la camiseta de Tadej Pogacar, la depuración de la clasificación general, y ojalá un espectáculo único, como el de hoy.