Ciclismo con J

Publicado el Jhon Jaime Osorio

Tour 2021 – Día 14: Mollema tuvo buenas sensaciones en el país cátaro

Bauke Mollema corre sin potenciómetro, algo extraño en el ciclismo moderno. No atiende a los datos sino a sus sensaciones. En noviembre cumplirá 35 años de edad, siente que está en el otoño de su carrera y se resiste a depender de la ayuda tecnológica para brillar en la carrera del verano francés. El calor tórrido de la la etapa 14 lo golpeó tanto como a los otros 148 sobrevivientes, que pedalearon angustiados por el sofoco y la cantidad de vatios que demandaban los casi 184 kilómetros de hoy entre Carcassone y Quillan, que eran apenas el aperitivo amargo de los Pirineos en esta edición. Mollema no midió fuerzas, se metió en la fuga, se dejó llevar por sus sensaciones y atacó a 42 kilómetros de meta para levantar los brazos en la meta.

La etapa tenía final en descenso, pero todo el trayecto fue un sube y baja constante. Era un día de terreno exigente y tramposo. El suelo ardía y el particular asfalto de esta región textilera cerca de la frontera con España parecía derretirse. La salida fue una locura porque la fuga se demoró en armarse. Pasaron casi 80 kilómetros, más de una hora y media, entre intentonas y arrancones. Hubo que esperar hasta el Col de Montségur, de segunda categoría, para tener un movimiento definitivo. Michael Woods y Wout Poels querían quitarle la camiseta de lunares rojos a Nairo Quintana y después de varios intentos abrieron hueco. A ellos se sumaron de forma escalonada otros 12 pedalistas, entre ellos los colombianos Esteban Chaves y Sergio Higuita. Todos tenían en mente la victoria de etapa, pero algunos tenían objetivos diferentes: el francés Martin quería puestos en la clasificación general y pasó del noveno al segundo, y el canadiense Woods asumió el liderato de la montaña.

Hoy la etapa se paseó por el sur de Francia, en la llamada «región cátara». El premio de montaña más importante del día estaba en Montségur, una pequeña villa que nueve siglos después no olvida sus mártires en la cruzada ordenada por el Papa Inocencio III contra sus pobladores, que en el año 1200 optaron por una vida religiosa al margen de la Iglesia oficial.  Luego de ser asediados y sometidos, las tropas de Huges de Narcis quemaron vivos a 210 personas que se habían refugiado en el castillo y que se negaron a ajurar el catarismo.  Frente al Camp des Cremats, que recuerda a los inmolados, pasó hoy el grupo principal a más de 5 minutos del grupo de la fuga. Todos, menos algunos rebeldes como Mollema que profesan otra creencia y prefieren las sensaciones del cuerpo a los datos del potenciómetro, medían y calculaban los vatios para el cierre de la jornada.

El día fue agónico, pesado. A partir de Montsegur la carretera parecía una montaña rusa. No hubo descanso. Fue otro día exigente, con un recorrdio ondulante, antes del cierre de la segunda semana. A 42 kilómetros de la meta, en un tramo de descenso en los acantilados de Gorges de Saint Georges, el más célebre hijo del pueblo de Groninga en los Países Bajos se lanzó en solitario para buscar lo que parecía imposible. Le quedaban por delante el Col de Saint-Louis, de segunda categoría y la consagración. Las sensaciones fueron muy buenas. También lo fueron el día del doble paso por Mont Ventoux, cuando también se metió en la fuga y atacó al inicio de la segunda subida, sin poder consagrarse por culpa de una mayor potencia de Van Aert, que tuvo como gastar más vatios. Hoy sus rivales no pudieron.

Era el día del neerlandés, un clasicómano eximio y un ciclista clásico. Ganó en una jornada de desgaste, de media montaña y de mucho calor. Fue su segunda victoria en el Tour en once participaciones, cuatro años después de levantar los brazos en Le Puy en Velay con un ataque a 25 kilómetros de meta. Hoy su equipo, el Trek Segafredo, celebró su primera victoria en estos 14 días de Tour. Sus compañeros de fuga llegaron 1’04» después con segundo lugar de Konrad y tercero de Sergio Higuita. En el pelotón, mientras tanto, no hubo movimientos, solo cálculos de cara a la llegada mañana a Andorra y licencia para Guillaume Martin, el filósofo francés que metido en la fuga se acomodó segundo en la clasificación general a 4’04» de Pogacar. Mañana se sabrá si es o no es, después del esfuerzo supremo de hoy.

La etapa 15 tendrá 191 kilómetros y saldrá de Ceret, en Francia, para terminar en Andorra, con tres puertos de primera categoría en el camino. el último será en Beixalis, con 15 kilómetros en descenso hasta la meta. En el kilómetro 148 pasarán por el Port de Envalira, a 2.408 metros de altura sobre el nivel del mar, el punto más alto este año. El lunes es la jornada de descanso, la de mañana los dejará exhaustos. Todos ruegan por tener buenas sensaciones.

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