El macizo de Chartreusse es una cadena montañosa en el sureste de Francia. En sus colinas se organizaron las fuerzas francesas del interior que hicieron parte fundamental de la resistencia durante la segunda guerra mundial. Eran organizaciones clandestinas de carácter militar que apoyaron a las fuerzas aliadas. Por estas montañas de piedra caliza pasó hoy la etapa 16 del Tour, en la que los equipos sin victorias armaron un batallón resistente. Bora, FDJ, Arkea, Movistar, CCC, B&B Hotels, Ineos y otros 5 equipos se aliaron en la fuga del día. 23 aventureros. La más numerosa de esta edición de la carrera francesa. Recogieron todos los puntos en las metas intermedias y resolvieron entre ellos la victoria final.
Fue una fuga con salvoconducto, pues no representaban ninguna amenaza para el poder del Jumbo, aunque sí para los dueños de las demás clasificaciones. El esprint intermedio lo ganó Mateo Trentin, metido en el grupo de aventureros, y llegó a 212 puntos. Peter Sagan suma 224 y Sam Bennett defiende la camiseta verde con 269. La lucha parece que seguirá en firme hasta las calles de París. Pierre Rolland ganó dos premios de segunda categoría y arañó puntos en el de primera. Igualó a Benoit Cosnefroy con 36 puntos en la clasificación de los escaladores. Además, el Movistar metió dos hombres en la fuga y amplió en tiempo su diferencia sobre el segundo en la clasificación de los equipos. Al final, con más de 15 minutos sobre el grupo principal, en el penúltimo puerto se acabó el acuerdo de los equipos de la resistencia. Richar Carapaz saltó por la etapa, pero se llevó a rueda al alemán Lennard Kamna, que lo contraatacó a 20 kilómetros de meta para levantar los brazos en Villard De Lans.
En este sector de Francia, que hace parte del Parque Nacional Natural de Vercons, no solo se organizaron grupos de resistencia militar sino también civil. En Saint Nizier du Moucherotte, a 21 kilómetros de la llegada de hoy, hay un monumento que recuerda a 98 miembros de este movimiento que fallecieron en su lucha en una de las colinas del macizo. Curiosamente hoy en la carrera, en el mismo sector, también sucumbieron en su intento Guillaume Martin y Jesús Herrada, ambos del Cofidos, que fueron los únicos que se atrevieron a retar con un ataque el poderío del poderoso equipo de Primoz Roglic.
El grupo principal llegó a la meta 186 minutos después del ganador. Sin mayores novedades. La clasificación general no se movió. En el último kilómetro Tadej Pogacar quiso sorprender a Roglic, pero el líder estaba atento. Al final Miguel Ángel López quiso sorprenderlos a todos, pero Pogacar le controló. La munición parece agotada. Las palabras «emboscada», «tiro de gracia», «aliados», «ataque sorpresivo», «celada», «kamikazes», «resistencia» y «desembarco» son los términos militares que ahora se apropian en la carrera francesa de cara a las dos etapas de montaña que quedan.
En el mismo macizo por el que pasó hoy el Tour está el Monasterio del Grand Chartreuse. Se trata de una casa de clausura de la orden de los cartujos, establecida allí desde el año 1084 cuando San Bruno fundó esta comunidad. Es un sitio de reflexión y soledad; las mismas que acompañaron hoy al actual campeón Egan Bernal. El dolor lumbar sigue, hoy cedió 10 minutos con el grupo principal y sus meditaciones deben estar enfocadas en el recorrido de mañana, con dos puertos fuera de categoría al cierre de la jornada. Mañana será un día duro para todos. La Madelaine y la Loze dictarán sentencia con sus pasos a más de 2.000 metros de altura sobre el nivel del mar. Día para resistir.