Ciclismo con J

Publicado el Jhon Jaime Osorio

No es mala sino normal la Libertadores del 2017 para Colombia

El campeón defensor de la Copa Libertadores, Atlético Nacional, se fue en blanco en las dos primeras fechas de la fase de grupos.  Preocupante inicio por la expectativa creada luego de que apareciera calificado como el mejor equipo del mundo según el ranking de la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol, IFFHS.  Demasiado temprano para sacar conclusiones, pues en cuatro fechas que faltan la historia puede ser otra; pero es momento oportuno para mirar este hecho en contexto y concluir que lo que hacen los equipos colombianos en la Libertadores no debe extrañarnos mucho.

Hasta el 2016 Colombia tenía tres cupos en la Copa. Este año la cuota subió a cinco, pero en las fases de enfrentamientos directos se quedaron por fuera Junior y Millonarios. Como quien dice, los cupos de más no significaron mejores resultados. Colombia llegó a la fase de grupos con lo habitual: tres representantes.

Calificar de mala la actuación de este año puede ser un sofisma; pues la historia inmediata muestra una realidad: lo común es que los equipos Colombianos se queden en la fase de grupos o en una fase siguiente. Lo poco común es que avancen hasta la definición del título.

Si bien en el 2016 Colombia tuvo al campeón, de los tres que estuvieron en fase de grupos solo avanzó Nacional. En 2015 avanzaron dos, pero salieron en las fases siguientes: en octavos Nacional y en cuartos Santa Fe. En 2014, de los tres solo pasó Nacional que salió en cuartos. En 2013, de los tres avanzó solo Santa Fe y llegó a semifinales. En 2012 solo avanzó Nacional y se quedó en octavos. En 2011, avanzaron Junior y Caldas pero se quedaron en octavos y cuartos respectivamente. Y en 2010, solo avanzó Caldas y se quedó en octavos. Como quien dice: el filtro es duro con los equipos colombianos. Lo de este año no es la excepción: Nacional y Medellín no han sumado en dos fechas, y Santa Fe es el único parcialmente clasificado, con una derrota y una victoria.

Hablar de circunstancias para explicar lo ocurrido es fácil: a Medellín le afectó mucho la lesión de Juan Fernando Quintero, a Santa Fe no le ayuda que cada semestre las inversiones sean bajas, y Nacional está en un proceso de transformación en lo administrativo que pareciera que lo está afectando en la cancha. Explicaciones válidas, sí; pero no se puede olvidar el contexto: Colombia no ha sido el protagonista habitual a nivel de clubes en las Copas del sur del Continente.

Ah, y por si acaso, en la Suramericana Rionegro y Patriotas van perdiendo sus series, y Cali y Tolima ganaron de forma apretada, en casa, los juegos de ida.

Las estadísticas pueden decir que la liga colombiana es la segunda del mundo; pero a la hora de competir a nivel suramericano eso no se ha ratificado, por lo menos no con continuidad. Lo excepcional, no lo habitual, es que un equipo de los nuestros sorprenda; recientemente pasó con Nacional en la Libertadores y con Santa fe en la Suramericana. Ojalá la historia cambie y en este 2017 los nuestros vuelvan a sorprender, aunque por ahora no parece.

 

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