Ciclismo con J

Publicado el Jhon Jaime Osorio

La Vuelta-Día 18: Con la cruz a cuestas…

En la corta y explosiva subida al Monasterio de Santo Toribio de Liévana más de uno terminó hoy cargando una cruz. El libro de ruta anunciaba 3,2 kilómetro en ascenso, pero fueron realmente 2.  También decía que la inclinación media era de un porcentaje del 6,4 pero la rampa era del 11%.  Quienes fueron fieles creyentes a lo que decía el mentiroso papel, vivieron un purgatorio en esos metros finales, más duros de lo que muchos esperaban.

Nibali y de La  Cruz cedieron 21 segundos ante Froome, Meintjes 29 y Miguel Ángel López 37 y Esteban Chaves 1’11». Hasta Kelderman y Zakarin pagaron una penitencia menor de 4 segundos. Froome atacó en los últimos metros para cuadrar la caja de ayer, y solo le respondieron Contador y Woods. El de Santo Toribio es un Monasterio franciscano donde se encuentra el Lignum Crucis, el trozo más grande conocido de la cruz donde murió Jesucristo.  Es un sitio de devoción y peregrinaje.  La Vuelta es una larga procesión de tres semanas, que a falta de tres etapas se ha convertido en un calvario para muchos de los que sueñan con terminar en Madrid el próximo domingo.

La victoria de la etapa fue para la orden de los fugados que en número de 20 se lanzaron en romería con la venia de los poderosos para sortear los cuatro ascensos cortos y encadenados que tenía el camino en los últimos 60 kilómetros. Ganó el belga Sander Armee, que hizo un gran sacrificio de fuerzas para poder celebrar su primera victoria profesional. Aldemar Reyes, del Manzana Postobón, estuvo en la fuga y arribó en el puesto 12. Luego llegó la caravana de los favoritos con Fabio Aru unos segundos adelante intentando un milagro que no se salió, y el líder Froome a la rueda de Alberto Contador, que una vez más recibió todas las ofrendas como gran batallador.

Cuando se llega al Monasterio se encuentra de frente la Puerta del Perdón, donde Froome lavó hoy sus pecados de ayer y volvió a distanciar a sus rivales.  El recinto religioso es Patrimonio de la Humanidad, luego de que los caminos del Norte de España fueran incluidos como una extensión del Camino de Santiago de Compostela. Hoy,  camino a Madrid, la Vuelta hizo allí su parada y en medio de devotos y feligreses se vieron muchos pedalistas orando y pidiendo protección para la ruta que falta.

Mañana van a Gijón. Son 149 kilómetros. De entrada habrá un premio de montaña de primera categoría en el kilómetro 29, y luego un terreno ondulado con tres premios de tercera. Aparentemente, una etapa para tomarla con calma y pensar en el ascenso a L’Anglirú el sábado; pero podría ser una etapa tramposa, suplicio para muchos y condena para el que no amanezca bien.

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