Ciclismo con J

Publicado el Jhon Jaime Osorio

La Vuelta-Día 13: En un patio de Sevilla…

«Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla
y un huerto claro donde madura el limonero…»

Así comienza el poema «Retrato», de Antonio Machado, el más joven representante de la llamada «Generación del 98»; poeta español, hijo ilustre de Sevilla, la capital de Andalucía. Al patio de esta ciudad llegó hoy la etapa número 13 de la Vuelta. Allí, el italiano Mateo Trentín maduró su tercera victoria en esta versión de la ronda española, la quinta de su equipo, el Quick Step Floors.

El camino a Tomares desde Coín tenía 198,4 kilómetros. Etapa número 13, número cabalístico para muchos. Era un recorrido plano sin mayores incidentes. Fue una etapa tranquila, por suerte sin un solo accidente. El sitio de meta, Tomares, es una ciudad a solo cuatro kilómetros de Sevilla, metida en su área metropolitana pero separada de ella por un puente sobre el Rio Gudalquivir. En la ruta a Tomares se dejaron hoy las estelas en el mar Mediterráneo y la carrera se metió por fin hacia el interior del continente.  La etapa se resume en calor, sofoco, cansancio y una ruta larga y monótona.

A propósito de senderos, del sevillano Machado es también «Caminante no hay camino», extracto de «Proverbios y cantares», escrito en 1909, musicalizado e interpretado por Serrat en 1969, en su segundo elepé.

«Al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar».

La etapa tenía un libreto rígido y estricto, nada literario,  que se cumplió casi al hilo. Se pronosticó alta temperatura; el termómetro no bajó de 37 grados celsuis. Se esperaba una fuga controlada a la que se le daría cacería en los últimos 20 kilómetros; así ocurrió. Se preveía un final al sprint; ganó Trentín. Se aguardaba que los primeros de la general no tuvieran sobresaltos; un pequeño corte del lote en la llegada le facturó siete segundos a David De la Cruz, Ilnur Zakarin y Miguel Ángel López fue la única novedad.

«¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!»…

«Yo voy soñando caminos», escribió Machado. Mañana vuelven las colinas y el verde de los pinos. Mañana el camino es hacia la Sierra de La Pandera, en la llegada, será el primero de los cuatro premios de montaña de categoría especial que tiene la Vuelta. Por más que el Sky quiera controlar, es de esas etapas sin letra previa, en la que cualquier atrevido como Contador hace poesía en el ascenso.  Examen duro cuando ya las fuerzas en todos empiezan a flaquear. Es hora de revisar qué le queda a cada quien. Es tiempo de escribir poemas en la bici.

 @jhonjaimeosorio

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