Turín es la ciudad triste de la literatura, y al mismo tiempo es la ciudad del ciclismo alegre. En ella se suicidaron los escritores Cesare Pavese y Primo Levi, y se escenificaron los crudos relatos de Natalia Ginzburg sobre la brutalidad fascista. En esas mismas vías desemboca todos los años la Milán-Turín y se ha vivido la fiesta del Giro de Italia en 45 ocasiones, con 45 salidas y 40 finales. La bohemia, la melancolía y la niebla densa que describen las letras turinesas le dan paso al color, el griterío y la emoción que significan las bicicletas en competencia para los italianos, sobre todo en el Giro, uno de sus orgullos nacionales. Hoy, en la apertura de la «corsa rosa», las mejores letras fueron para Filippo Ganna, un ciclista de la casa que estalló el cronómetro en los 8,6 kilómetros de la primera etapa.
La novela de hoy en el primer capítulo del Giro tuvo como protagonistas a un puñado de ciclistas jóvenes. Ganna, de 24 años, rodó a más de 58 kilómetros por hora y se llevó todos los titulares al parar el reloj en 8’47». Edoardo Affini, también italiano y con la misma edad, usó 10 segundo más. Tobías Foss, noruego de 23, fue el tercero a 13″. El cuarto fue Joao Almeida, portugués de 22, uno de los candidatos a pelear la clasificación general, a 17″. Y con un buen registro, a 19 segundos del ganador, en el séptimo lugar, marcó su tiempo Remco Evenepoel, el belga de 21 años que fue imparable en su debut en el ciclismo profesional hasta la caída en el Giro de Lombardía el 15 de octubre del año pasado, fecha desde la que no competía. La contrarreloj la dominaron los jóvenes, la nueva generación, aquellos que están en tránsito de la adolescencia a la madurez, y que se quieren tragar el mundo. Claro, a esa edad hay más velocidad y explosividad, recursos indispensables en una etapa corta y de esfuerzo individual como la de hoy.
La triste ciudad de las letras guardó sus páginas hoy para respetar la fiesta deportiva. Hoy la contrarreloj dejó ver la Turín de los castelos, las fortalezas, el borgo, las piazzas, los parcos y las iglesias. El recorrido serpenteó el corazón de la ciudad a ambos lados del Río Po. La Turín alegre del ciclismo se mostró orgullosa de conservar su historia. Al mismo tiempo ocultó los pequeños cafés, los puentes lúgubres, el viejo edificio donde saltó al vacío Primo Levi después de dejar testimonio en letras como sobreviviente de Auschwitz y la fachada del Hotel Roma donde se dio un tiro en la cabeza Pavese. Este último inmortalizó a Turín en «El bello verano», una novela que relata la pérdida inevitable de la inocencia de Ginia, su protagonista, que, ingenua y adolescente, llega a la ciudad cargada de expectativas y vive un amor desesperante a medida que hace su paso a la madurez. La Turín literaria y la ciclística tienen en común a los jóvenes como personajes principales.
Después del primer capítulo del Giro 2021, al igual que el año pasado Filippo Ganna arranca como dueño de tres camisetas: la rosa de líder, la maglia ciclamino de la clasificación de puntos y la blanca de líder de los jóvenes. Su equipo, el Ineos, tendrá que asumir mañana mismo el control de la carrera. Tiene un equipo armado para hacerlo. En los libros de cuentas, la lucha por la clasificación general marcó unos segundos valiosos a favor de Almedia, Evenepoel y Alexander Vlasov. Los demás estuvieron en un margen estrecho.
El capítulo 2 del Giro, con 179 kilómetros llanos entre Stupinige y Novara, está escrito para los esprinters. La Turín de las atribuladas páginas literarias sigue esperando buenos lectores; la Turín ciclística de las emociones altas despide la gran fiesta del pedal, pero la observa de cerca en las siguientes dos jornadas que recorrerán las carreteras de la región de Piamonte.