Los Alpes Cárnicos separan a Italia de Austria. Están entre las Dolomitas y los Alpes Julianos. Fueron bautizadas con este nombre en el imperio romano por estar ubicados en la provincia de Carnia, nombre de origen celta que ya tenía esta región cuando fue invadida. En estas montañas rocosas, en las que se han construido múltiples pistas para la práctica del esquí, se corrió hoy la etapa número 15 del Giro de Italia. Era la última batalla antes del segundo descanso, la tercera llegada en alto, la del día después del esfuerzo en la contrarreloj individual. 185 kilómetros con tres premios de montaña de segunda categoría y uno de primera en la llegada a Piancavallo. Estaba anunciada como una jornada de ataques, pero terminó siendo uno de los episodios de defensa más espectaculares de los últimos tiempos en las grandes vueltas. Almeida está aferrado a la camiseta rosa.
La de hoy fue la tercera etapa de alta montaña. No era la más exigente del Giro, pues sus cuatro puertos en la cadena montañosa cárnica están separados por descensos muy largos y zonas de tránsito en terreno plano. El cansancio de dos semanas de carrera, el esfuerzo de ayer, el ritmo de competencia puesto por el equipo del Sunweb y el desnivel del terreno fueron acumulados que hicieron que la jornada fuera dura y difícil. el colombiano Juan Sebastián Molano no tomó la partida por el accidente de ayer, el italiano Gianluca Brambilla abandonó por enfermedad unos kilómetros después de la salida en la base militar del Rivolto, y tras una fuerte caída se quedaron por fuera el ecuatoriano Jhonatan Narváez y el francés Nicolás Edet dejaron el lote reducido a 138 pedalistas.
La etapa tuvo fuga. Las subidas a Sella Chianzutan y Forcella Di Monti le permitieron Giovani Visconti sumar los puntos suficientes para quitarle la camiseta de líder de la montaña al portugués Rubén Guerreiro. Junto a él se embarcaron otros 10 pedalistas, entre los que se destacó por su aguante el australiano Rohan Dennis. Ayer había sido segundo en la etapa y hoy aguantó en solitario la subida a Forcella Di Pala y parte del Ascenso final a Piancavallo. En la mitad de la subida fue sobrepasado por un reducido grupo que se fue desgranando poco a poco gracias al fuerte paso del equipo del Sunweb, cuyo objetivo era llevar a Wilco Kelderman al liderato de la carrera.
Los Alpes Cárnicos están en la región del Friuli, una zona que fue declarada reserva natural luego de ser devastada por un terremoto en 1976. El colectivo del Sunweb forzó el paso en el último ascenso, puso un ritmo asfixiante, destrozó el grupo principal, acabó con las ilusiones de título de algunos favoritos y puso contra las cuerdas al líder de la clasificación general, Joao Almeida, que tuvo que aguantar en solitario los seis kilómetros finales. Por detrás de él quedaron todos sus rivales de clasificación general. Por delante, se marcharon Jai Hindley, Wilco Kelderman y Tao Geoghegan Hart. Dos del Subweb y uno del Ineos. Almeida los tuvo en la visual varios kilómetros, buscó su propio paso, se reguló, gesticuló y sufrió; pero matizó la pérdida de tiempo y sobrevivió. Llegó a la meta a 37 segundos del ganador y conservó la camiseta por 15 segundos ante el holandés Kelderman, que a pesar de ir con su compañero de equipo en el trío de punta, no pudo cerrar con la victoria parcial el trabajo del colectivo. En el dos contra uno, el vencedor en la etapa fue el pedalista del Ineos.
El portugués Joao Almeida tiene 22 años, está corriendo por primera vez una carrera de tres semanas, nunca ha ganado una carrera por etapas, se estrenó este año en el World Tour con el equipo del Deceuninck y está aferrado a la camiseta rosa. Hoy se defendió agónicamente, terminó exhausto, tirado en el piso; pero dormirá la noche antes del descanso vestido de rosa. Honró la camiseta. Este «veinteañero» se hizo líder en el ascenso al Etna en la tercera etapa. Once días después sigue ahí.