Saboya es una de las regiones históricas más importantes de Francia. Su nombre lo tomó en el Siglo XI cuando se instaló allí un territorio feudal la Casa Real con este nombre, la más duradera de toda Europa. La misma que ocho siglos después de su creación llegó a ostentar las coronas de los reinos de Italia y España. A Saboya llegó hoy el Criterium Dauphiné con su tercera etapa. En sus laderas, expuso su corona como monarca de la ruta del momento el esloveno Primoz Roglic. La expuso, pero no la arriesgó. Al contrario, se fortaleció en el trono y controló todos los movimientos de su reino.
La etapa era corta. Dos subidas importantes se destacaban en los 157 kilómetros. En la mitad tenía que subir al mítico Col de la Madeleine, premio de montaña de categoría especial, y la línea de meta estaba en Saint Martin de Belleville, un premio de primera categoría donde está uno de los tres complejos turísticos de la zona, junto a Val Thorens y Les Menoires. Aunque hubo licencia para una fuga de la que sobrevivió el ganador de la etapa, la guardia pretoriana del Jumbo Visma no tuvo dificultades para defender el imperio que han venido construyendo en la postpandemia del ciclismo. Lo controló todo.
La fuga fue de ocho. Se armó en los primeros 20 kilómetros. Parecía fuerte, pero en la primera gran subida se disgregó. El campeón nacional de Italia Davide Formolo fue el único que aguantó. Se lanzó en solitario más de 60 kilómetros. Ganó de lejos. Cuando arrancó su renta era de casi seis minutos. A la meta llegó con solo 33 segundos, tiempo suficiente para levantar los brazos y de paso convertirse en nuevo líder de la clasificación de la montaña. Entre tanto, en el grupo principal, el sacro imperio del Jumbo puso un paso tan fuerte que no permitió ningún ataque, seleccionó totalmente el grupo y dejó a su jefe de filas acomodado para el kilómetro final del ascenso.
Saint Martin de Belleville hizo historia hoy con el ciclismo. Es una población turística de la que se habla poco, pero en la que se disfruta mucho. Para sus habitantes, su presencia literaria como escenario de la novela «Los 120 días de Sodoma» del Marqués de Sade no es una buena referencia. Tampoco lo es tanto la referencia histórica del paso por allí de las tropas del imperio romano germánico. El paso de los ciclistas hoy y la nueva exhibición de Roglic al final hicieron que la bella villa de calles estrechas, un gran campanario en la iglesia y muchas granjas y hostales de verano se estrenara como llegada pintoresca para este deporte.
Del top 10 el único que se atrevió a desafiar a Roglic fue el colombiano Daniel Martínez. Atacó y sacó de rueda al remanente del grupo. sin embargo, de la casa real eslovena salió Roglic a recoger la bonificación del segundo puesto en la etapa y a cobrarle un nuevo impuesto en tiempo a todos sus rivales. Sigue aferrado al trono, ahora con 14 segundos sobre Pinot, 20 sobre Buchmann, 24 sobre Guillaume Martin , 2 sobre Landa y Daniel Martínez, 31 sobre Egan, 32 sobre Superman y 35 sobre Nairo y Porte. Diferencias cortas, pero la exhibición de Roglic en todas las llegadas hace ver muy fuerte su reinado.
Mañana la corona la tiene la cartografía del día. El mapa indica que es la etapa reina. Hay ocho premios de montaña en 155 kilómetros. Uno de categoría especial, uno de primera, uno de cuarta y cinco de segunda categoría. Los tres últimos de segunda categoría están encadenados en los 50 kilómetros finales hasta la meta.