Cuero a sol y sombra

Publicado el Jaime Santirso

Abidal, Messi y otros protagonistas de grandes historias

Una sonora ovación acompañaba sus calentamientos bajo el sol de una tarde gallega. Entre la celebración y el reconocimiento, Abidal despertaba las palmas de los aficionados del Celta. Por primera vez desde su trasplante, el francés volvía a ser incluido en una convocatoria. Pero no es su nombre el único que destacó en el empate de hoy. El calendario empañó este partido al colocarlo entre Milán y París, pero también convirtió en protagonistas a actores poco habituales, cada uno de ellos con su propio hilo argumental. Aunque envueltas en un partido casi irrelevante, en la tarde de hoy se cruzaron muchas historias.

Actores poco habituales la mayoría, que no todos. Como si el silencio le acomplejara y buscara la atención de manera enfermiza, Messi reclamó su cuota de atención. Con el de hoy, establecía un nuevo récord: toda una vuelta marcando. 13 goles en las primeras 10 jornadas y 30 en las últimas 19. 43 goles en 29 partidos en lo que va de temporada, 16 más que todo el equipo que tenía enfrente. Leo sigue batallando contra los números mientras agota récords y adjetivos. A sus 25 años, ya solo compite contra sí mismo. Poco más se puede decir.

Contemplando al equipo al completo, se hace patente que el Barcelona se ha aburguesado. La lucha contra la comodidad es exigente y tediosa, pero es la única a la altura de este equipo. La distancia abismal en Liga no ayuda y pasa factura en el resto de las competiciones. Resulta complicado estar saciado y tener un hambre voraz a la vez. Que no haya sido la mejor noche de sus suplentes-estrellas tampoco ayuda. Solo se salva de la quema Tello. El joven extremo dispara a matar con las pocas balas que le dan y ya se cobra cinco víctimas. Está dotado de unas habilidades únicas: una velocidad endiablada y un uno contra uno descarado y prometedor. Su principal enemigo es la superpoblación de la tercera línea azulgrana. Mientras otros deciden su futuro, él aprovecha sus oportunidades en tardes como las de hoy.

Otros se mueven en tierra de sombras. De ida y vuelta entre la brillantez y la espesura, el problema de Cesc parece estar en el lugar. Como si no encontrara su sitio, se muestra irregular, a veces vital, a veces irrelevante. El equipo se transforma poco a poco, preparándose para el momento el que Xavi ceda la batuta al hijo pródigo de Arenys. Para cuando se produzca ese salto, que tan bien describe Martí Perarnau, el juego del Barcelona habrá cambiado. Las orquestas siempre tienen el toque personal de su director. Pero Cesc no está cómodo, como si la expectativa de recibir la batuta pesara demasiado. El paso de la horizontalidad a la verticalidad llevado a cabo por Vilanova parecía ajustarse como un guante a su estilo, pero Fábregas ha tropezado de nuevo en la temporada que parecía la de su confirmación. La lucha de Villa le ha llevado al banquillo. Pero su camino es distinto. De momento, él corre una carrera de larga distancia.

Por último: Abidal. El francés volvía a ir convocado tras su enfermedad, que le ha hecho menos futbolista y más referente. En una sociedad hambrienta de ídolos, el francés ha sido entronizado. Sus halagos provocan en ocasiones reacciones airadas y menciones hacia los miles de personas anónimas que luchan contra el cáncer de manera silenciosa. Cierto es que su lucha es igual de encomiable, pero es lógico que una persona que desempeña una profesión notoria reciba un apoyo igualmente notorio. Como suele olvidarse, halagar a una persona no significa criticar a la de al lado. Lo cierto es que Abidal se fue, volvió, y Puyol le cedió el brazalete para que levantara la Champions. Para alegría de todos, parece a punto de vestir de corto otra vez.

Volviendo al fútbol, no todo es azulgrana. El Celta arrancó un punto inesperado que le coloca un poco más lejos del descenso. Hace un año que los celestes volvieron del infierno y no quieren volver. Si a alguien le deben el empate de hoy es a Borja Oubiña. Un inicio de carrera fulgurante le llevo a debutar con la Selección Española. El drama de las lesiones le obligó a luchar de manera silenciosa. Hoy marcó, y llevaba seis años sin hacerlo.

El fútbol está lleno de grandes historias. Muy pocas son conocidas, y muchas suceden en tardes irrelevantes como la de hoy.

Jaime Santirso

@jsantirso

 

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