Los Ministerios de Relaciones Exteriores de Colombia y Perú, la Fundación Nacional Batuta y Sinfonía por el Perú hicieron posibles dos conciertos en la Amazonía para promover la integración fronteriza.
Un coro conformado por 100 niños y niñas pertenecientes a los programas de formación de la Fundación Nacional Batuta y de Sinfonía por el Perú, se presentaron el 4 y 6 de noviembre en Leticia (Colombia) y Caballococha (Perú), como parte del proyecto Sonidos de la frontera, implementado en ambos países.
El proyecto Sonidos de la Frontera fue desarrollado por la Fundación Nacional Batuta y Sinfonía por el Perú, con aportes realizados por los Ministerios de Relaciones Exteriores de Colombia y Perú que son administrados por el Banco Interamericano de Desarrollo-BID, y tienen como objetivo contribuir a la inclusión social y al fortalecimiento de la interculturalidad a través de la integración regional y la construcción de una comunidad de frontera mejor articulada y cohesionada a fin de lograr el desarrollo con identidad en los municipios de Caballococha y Cushillococha en el Perú y Puerto Nariño y Leticia en Colombia.
El proyecto beneficia a 280 niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad por medio de un proceso de fortalecimiento de su identidad local y cultural, a través del fomento de la música. De ellos, 100 conforman el coro binacional que protagonizará los conciertos que tendrán lugar el 4 y 6 de noviembre en Leticia (Colombia) y Caballococha (Perú), y que interpretará música tradicional indígena y obras compuestas por maestros de la Amazonía colombo-peruana. Los conciertos tuvieron entrada libre para las comunidades de los municipios y pusieron en escena música que le cantó a la riqueza y la diversidad del Amazonas, resaltando la apuesta de entidades como Batuta y Sinfonía por el Perú, de llegar a los rincones más apartados de ambos países y de circular la música y la tradición que en ellos tiene lugar.
LA FUNDACIÓN NACIONAL BATUTA SE UNE AL GRAN ESTALLIDO CULTURAL POR LA PAZ Y POR LA VIDA
18.600 niños, niñas, adolescentes y jóvenes del programa Sonidos de esperanza, desarrollado por Batuta y el Ministerio de Cultura, se presentaron de forma simultánea los días 3, 4 y 5 de noviembre desde 135 centros musicales ubicados en los 32 departamentos del país.
Con canciones sobre paz, reconciliación, diversidad y cuidado del planeta, compuestas de forma colectiva por los niños, niñas y sus maestros durante los procesos de formación musical que implementa Batuta en todo el territorio nacional, las voces de 18.600 participantes de Sonidos de esperanza se unieron los días 3, 4 y 5 de noviembre mediante su participación en el Gran Estallido Cultural por la Paz y por la Vida.
Durante estos 3 días tuvieron lugar 135 muestras musicales en las que se presentaron ante las comunidades de 86 municipios ubicados en los 32 departamentos, los resultados artísticos de la práctica musical colectiva con la que la Fundación Nacional Batuta lleva, desde hace 31 años, el poder transformador de la música a todo Colombia.
Cada centro musical está conformado por 140 integrantes, quienes interpretaron de forma simultánea un repertorio que hace parte de la memoria musical de Batuta y que está orientado a exaltar la importancia de una cultura de paz y de no violencia en el país. Además, cada agrupación presentó una canción inédita compuesta por los niños y niñas durante este año.
Batuta también ha diseñado e implementado, como parte fundamental de su participación en el Gran Estallido Cultural por la Paz y por la Vida, una metodología denominada Encuentros por la Paz, en la que 1000 niños y niñas de 25 ciudades, han reflexionado por medio de talleres orientados por un equipo compuesto por profesionales de Gestión sobre el significado de la paz en sus vidas, sus familias y sus comunidades y territorios.
Con el fin de visibilizar el alcance del Estallido y la cobertura territorial, la Fundación Nacional Batuta realizó una transmisión en vivo por su canal de YouTube, en la que cada uno de los 135 equipos, con los niños, niñas y sus familias, se conectaron desde todas las regiones de Colombia, para contarle a la audiencia cómo vivieron el Gran Estallido Cultural por la Paz y por la Vida.
SOBRE EL PROGRAMA SONIDOS DE ESPERANZA
El programa Sonidos de esperanza, implementado durante más de 20 años por el Ministerio de Cultura y la Fundación Nacional Batuta, contribuye al mejoramiento de la calidad de vida, la promoción de los derechos culturales, el desarrollo integral y la recuperación social y emocional de 18.600 niños, niñas, adolescentes y jóvenes en condición de vulnerabilidad, víctimas, o con discapacidad. El objetivo del programa es ofrecer espacios para la formación, práctica y disfrute de la música desde una perspectiva de inclusión social y garantía de los derechos culturales para los beneficiarios directos, sus familias y contextos territoriales en 86 municipios del país. El programa se ofrece a través de un modelo de formación musical colectiva y de atención psicosocial que contribuye al desarrollo integral de los colombianos.
Por otra parte, la implementación de las acciones de acompañamiento psicosocial, con un enfoque diferencial y de derechos, tienen en cuenta las dinámicas sociales y culturales de las comunidades. Los valores que se agencian en la implementación del programa Sonidos de esperanza se relacionan con el trabajo colaborativo, el respeto por la diferencia, la solidaridad, la responsabilidad y el establecimiento de relaciones interpersonales basadas en el buen trato y una mejor convivencia.
SOBRE LA FUNDACIÓN NACIONAL BATUTA
Es una entidad sin ánimo de lucro creada en 1991 con el objetivo de contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de Colombia, mediante una formación musical de excelencia, centrada en la práctica colectiva, desde una perspectiva de inclusión social, derechos y diversidad cultural.
Con acciones prioritarias hacia aquellos menos favorecidos o vulnerados, la Fundación Nacional Batuta trabaja de la mano con el Gobierno Nacional, los gobiernos locales, la empresa privada, cooperación internacional y otras organizaciones sin ánimo de lucro mediante equipos de trabajo constituidos por maestros de música y profesionales de diversas disciplinas.
Batuta trabaja por el desarrollo integral y la mejora de la calidad de vida de niños, niñas, adolescentes y jóvenes en zonas vulnerables, por la construcción de tejido social, la generación de espacios de reconciliación y convivencia, la construcción de capacidades individuales útiles para ejercer una participación activa en la sociedad. De igual forma, por la democratización del acceso de los participantes y sus comunidades a una oferta cultural; por la integración social, por fortalecer los procesos culturales y educativos en el territorio nacional y por la promoción de la diversidad cultural.
Gracias a la oficina de prensa de la Fundación Batuta por la información suministrada y por compartir su archivo fotográfico.